El genovés que se enamoró de Granada y se construyó un carmen
La construcción, en lo alto de la carretera de Murcia, llama la atención desde varios puntos por su ubicación y estética
Posiblemente lo hayas visto en lo más alto de Granada. Su ubicación y estética llaman la atención. Se puede ver desde distintos puntos de la ciudad, pero, conforme subimos una de las laderas que nos conducen hasta el barrio del Albaicín, por la carretera de Murcia, se aprecia aún más su majestuosidad, y la que tuvo.
El mirador o Carmen de Rolando es un pequeño palacete que perteneció en su día a un rico mercader que hizo buenos negocios con distintas mercancías, pero sobre todo con la seda. Hablamos de genovés Rolando Levanto, que se enamoró de la Granada del siglo XVII.
Rolando de Levanto era un personaje muy influyente, económicamente hablando, en su época. Su biografía lo deja claro: llegó a ser tesorero de la Casa de la Moneda de Granada, Señor de Gabia y del Marchal y llegó a comprar la villa de Otura en 1634 -Sí, tenía tanto dinero que compró un pueblo entero, o por lo menos su jurisdicción-, entre otras muchas cosas.
La construcción del carmen y su ubicación tienen que ver con la actividad de rehabilitar la zona. Ejemplo de ello es que Rolando fue también el fundador del convento de San Antonio (del que solo quedan ruinas) “a su costa y mención”. Construcción que albergó valiosas obras de arte que hoy están en el museo de Bellas Artes de Granada. Cuanto menos, una dilatada fortuna como recogen Pedro Antonio Galera Andreu, Antonio Fernández Ortega en la revista Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino (págs. 257-286).
La ahora reformada casa, se ubica en un punto que tuvo ya una gran importancia ya que esta zona pudo ser utilizada desde, al menos, el siglo VII a. C, situándose una necrópolis perteneciente a Ilíberis.
Una zona que hoy también se considera de cierto poder adquisitivo, donde se ubica una urbanización del mismo nombre que el del Genovés. De hecho, hace poco, un portal inmobiliario tenía el carmen a la venta por 790.000 €, que en la época de Rolando sería una gran fortuna.