El Gobierno da instrucciones al personal del Valle de los Caídos para atajar actos de exaltación franquista

Asegura que el personal Patrimonio hace cumplir la Ley de Memoria pero que adornos, como las flores para Franco, dependen de la Abadía

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Basílica del Valle de los Caídos | EP
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Patrimonio Nacional, dependiente del Ministerio de la Presidencia, ha dictado una instrucción dirigida al personal que presta servicio en la Basílica del Valle de los Caídos, que alberga los restos de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera, para que sepan cómo deben actuar para atajar posibles incidencias relacionadas con actos de exaltación de la dictadura que puedan producirse en el centro eclesiástico.

El Gobierno decidió dictar esta instrucción a raíz de un incidente que tuvo lugar el pasado 22 julio cuando se expulsó a una persona que había retirado un ramo de flores depositado junto a la tumba de Franco alegando que incumplía la Ley de Memoria Histórica.

En concreto, el artículo 16 de esta norma establece que no podrán llevarse a cabo actos de naturaleza política ni "exaltadores de la Guerra Civil, sus protagonistas o el franquismo" en todo el recinto del Valle de los Caídos.

Así lo explica el Ejecutivo en la respuesta que ha remitido al diputado de Unidos Podemos Eduardo Santos, quien se interesó por lo ocurrido aquel día de julio. Según la versión del diputado, un visitante dejó las flores junto a la tumba e hizo el saludo fascista sin que el encargado de sala hiciese nada, lo que llevó a otro visitante a retirar el ramo por considerar que su colocación era un acto de exaltación franquista contrario a la ley. El personal acabó expulsando a la persona que quitó las flores.

Sin embargo, el Gobierno sostiene que "nadie realizó en ese momento ningún gesto de exaltación fascista contrario a la ley", que las flores habían sido depositadas "con anterioridad en la sepultura del General Franco" y no habla de expulsión alguna.

QUE SÓLO ACTÚE SEGURIDAD

Pese a todo, el incidente llevó a Patrimonio, de acuerdo con un informe de la Abogacía del Estado, a dictar la mencionada instrucción para los guías y el personal de vigilancia de la Basílica. La misma establece que ante "cualquier incidencia" que se plantee en el interior del centro, dicho personal deberá poner "inmediatamente dicha circunstancia en conocimiento de la Abadía benedictina".

El Gobierno recuerda que es la Abadía la responsable de la custodia del templo, por lo que deben ser sus responsables los que adopten las medidas que juzguen oportunas para "el cese de la incidencia". En este contexto, la instrucción recalca que el personal de Patrimonio deberá abstenerse "de actuar de forma directa", salvo que "se dé una circunstancia de manifiesta urgencia", en cuyo caso deberá actuar el personal de seguridad y dar cuenta de ello justo después a la Abadía.

Además, en su respuesta al diputado, el Ejecutivo hace hincapié en que las decisiones sobre "el uso y ornato de la Basílica como lugar de culto, incluidos los adornos florales distintivos, corresponde a la comunidad benedictina", sin que intervenga en ellas Patrimonio Nacional.

En este contexto, apunta que el pasado 22 de julio el personal dependiente de Patrimonio intervino para tratar de evitar "que se alterase la ornamentación existente en el interior de la Basílica a iniciativa de un visitante y sin que constara el consentimiento de la Abadía", única competente en esta materia.

En cualquier caso, el Gobierno garantiza al diputado de Unidos Podemos que el personal de Patrimonio --guías y seguridad-- que trabaja en el Valle de los Caídos "conoce y hace cumplir" la Ley de Memoria Histórica e impiden que por parte de los visitantes se lleve a cabo "cualquier acto de naturaleza política o exaltadora de la Guerra Civil, sus protagonistas o el franquismo".