El Granada aguanta con buena cara el partido de la vergüenza
Un Granada con el entrenador a cientos de kilómetros y un sinfín de canteranos puso buena cara en la derrota ante la Real Sociedad
Con siete jugadores del primer equipo y cuatro del filial, el Granada CF saltó el césped del Reale Arena. Enfrente, el que posiblemente sea el equipo que mejor fútbol está desplegando en este primer tramo de temporada. Un Real Sociedad que juega de memoria, sin tener que mirar antes si un compañero está en el lugar que se supone que debe estar.
Una nueva prueba de fuego para los rojiblancos. El más difícil todavía, como diría un mago. Pero este último truco de Diego Martínez tenía demasiadas posibilidades de salir mal. Aun así, los once guerreros que ingresaron al verde de Donostia consiguieron dar una imagen más que decente durante los primeros compases del partido. Un equipo muy ordenado con sorpresas obligadas como la aparición de Kenedy en el lateral izquierdo.
Durante poco más de 20 minutos el Granada consiguió mantener el ritmo txuri urdin. Incluso consiguió forzar alguna que otra pérdida de balón de los vascos que Machís intentó aprovechar al contragolpe, pero no consiguió contactar con Soldado en el centro final. Era lo único que podía hacer el Granada para plantar cara. Cinco de sus hombres sobre el terreno de juego eran atacantes puros. Suárez, Machís y Kenedy intentaron aprovechar las bandas, Molina se dedicó a aguantar de espaldas a la portería y Soldado trató a abrir los espacios.
Junto a los hombres de ataque, el que se destacó durante los primeros compases del encuentro fue Ángel Jiménez. El jovencísimo portero del juvenil, con solo 18 años, consiguió tener varias intervenciones de mérito y evitó los goles de Januzaj, Oyarzabal y Silva. Al belga le frustró por partida doble, pues consiguió evitar el tanto vasco achicando un mano a mano con mucha seguridad.
Pero en un lapso de diez minutos el Granada se quedó fuera del partido. El primer gol de la Real llegó en un saque de esquina. El cuadro rojiblanco, acostumbrado a defender muy bien a balón parado, no pudo ensayar las jugadas para este perdido debido a la gran acumulación de jugadores de filial. Consiguió rematar el córner Le Normand, pero el esférico rebotó un jugador y quedó muerto en el área pequeña. Monreal, a la media vuelta y habilitado por Soldado, logró meter el balón entre las piernas de Ángel.
Unos cuantos minutos más tarde, la maña suerte se cebó con el conjunto rojiblanco una vez más. Un rebote en un intento de despeje golpeó en el brazo de Pepe, que lo tenía más separado de lo permitido. No lo dudó demasiado el colegiado Del Cerro Grande, que señaló la pena máxima. Oyarzabal, muy seguro, engañó a Ángel y consiguió duplicar la renta de la Real antes del descanso.
Los de Imanol Alguacil bajaron un pistón la velocidad de su juego, pero el dominio seguía siendo suyo. La Real jugaba andando por el césped del Reale Arena hasta que alguno de sus jugadores tenía claro que era el momento de filtrar un balón entre líneas. Pero la defensa del Granada consiguió reponerse a los dos goles y volvió a elevar su nivel un poco.
El paso por los vestuarios calmó los ánimos rojiblancos y Diego Martínez, desde Granada, decidió darle descanso a Soldado, aún falto de ritmo, y a Kenedy, que sufrió bastante por la banda derecha por las constantes incorporaciones de Januzaj. A pesar del cambio de dibujo y de posiciones en el Granada, la tónica del partido continuó igual.
Otro nuevo susto llegó en el área del Granada. Eteki recibió dentro del área una falta de Guridi por juego peligroso, pero Mateu Lahoz avisó a Del Cerro Grande para que revisase la jugada. Tras un minuto en el televisor dispuesto en la banda, el colegiado del encuentro decidió darle la vuelta a su decisión inicial y señalar una nueva pena máxima, ya que fue Eteki el que golpeó a Guridi. Sin embargo, en esta ocasión el que lanzó fue Willian José y Ángel sí pudo repeler el lanzamiento desde los once metros.
No parecía que le Granada pudiera darle la vuelta a la situación. Por muy buena voluntad que los nazaríes le pusieran, se notaba que faltaba compenetración a nivel de equipo. Lo más importante para el Granada era no sumar más lesionados entre los pocos hombres de la primera plantilla que aún quedaban sobre el terreno de juego. Y poco antes de su cambio, Jorge Molina dio uno de esos temidos sustos cuando casi se le dobla la rodilla en el sentido opuesto al que debería. Esta sustitución dejó al Granada con menos jugadores del primer equipo de los reglamentarios y, como consecuencia, incurrió en una supuesta alineación indebida. Pero poco importaba que le dieran el partido por perdido cuando las posibilidades de remontada eran casi nulas.
Aguantó con mucho honor el Granada los momentos finales del choque, aunque ni siquiera con la expulsión de Le Normand que cortó un peligroso contragolpe de Luis Suárez cuando era el último hombre logró recortar distancia en el marcador. Para colmo de desgracias, Remiro le detuvo a Machís un penalti en el último minuto. Los rojiblancos consiguieron poner buena cara a un partido en el que tenían todo en contra. Una segunda derrota esta temporada que termina con la sensacional racha de resultados que estaba teniendo el equipo. Ahora, a olvidar este partido de la vergüenza por parte de las autoridades e intentar que la mayoría de los jugadores vuelvan a estar disponibles tras el parón de selecciones.
Ficha técnica:
Real Sociedad: Remiro; Zaldua (Zubeldia, 61’), Elustondo, Le Normand, Monreal (Aihen, 79’); Merino (Guridi, 46’), Zubimendi; Januzaj (Portu, 62’), Silva, Oyarzabal (Merquelanz, 62’); y Willian José.
Granada CF: Ángel; Pepe, Barcia, Nehuén, Kenedy (Fobi, 46’); Suárez, Eteki, Isma Ruiz (Brunet, 67’), Machís; Jorge Molina (Álvaro Bravo, 76’) y Soldado (Plomer, 46’).
Goles: 1-0 Monreal (22’); 2-0 Oyarzabal (p. 27’).
Colegiado: Del Cerro Grande (madrileño). Amonestó a Mikel Merino y David Silva en la Real Sociedad y a Barcia en el Granada. También expulsó a Le Normand (86’).
Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de LaLiga disputado en el Reale Arena de San Sebastián sin presencia de público.