El Granada CF estrenará su octavo entrenador desde el cambio de propietario
La probable llegada de Diego Martínez inciaría la temporada, por tercer año consecutivo, con un nuevo ciclo en el banquillo | El vigués se incorporaría tras no conseguir el ascenso con Osasuna
El Granada CF continúa trabajando para cerrar la incorporación de un nuevo entrenador para la próxima temporada después de que el club hiciera oficial la marcha de Miguel Ángel Portugal, que solo ha dirigido al conjunto nazarí en cinco ocasiones. Ahora, tras la complicación de las negociaciones con Francisco Rodríguez, todo apunta a que será Diego Martínez el próximo inquilino del banquillo rojiblanco, el octavo desde que Jonh Jiang desembarcó en el Granada.
El fracaso deportivo de los dos proyectos que ha tratado de construir el propietario del club ha propiciado un baile continuo en el banquillo que no ha traído los resultados necesarios para contrarrestar la mala dinámica del equipo. El primero de los técnicos que llegaron al conjunto granadino fue Paco Jémez, cuya incorporación abanderó el primer proyecto tras la gestión de Gino Pozzo y Quique Pina. Sin embargo, la expectación generada con su fichaje pronto se tornó en decepción. Jémez solo logró dos puntos de los 18 que disputó, lo que llevó a su destitución antes del encuentro ante el Leganés.
Entonces, le llegó la oportunidad, aunque de forma temporal, a Lluís Planagumá. El entonces técnico del filial fue el encargado de dirigir al primer equipo durante un encuentro, el que supuso una nueva derrota ante el Leganés en Los Cármenes.
Tras dicho partido, Planagumá recuperó su puesto para que fuese Lucas Alcaraz el que intentase la complicada tarea de salvar al Granada, y, por momentos, parecía que podría lograrlo. Tras un comienzo irregular, Alcaraz fue capaz de encadenar una serie de buenos resultados en casa que le pusieron a solo dos puntos de la salvación. Pero llegó el momento decisivo de la temporada y el conjunto nazarí no fue capaz de puntuar ante sus rivales directos, lo que dejó sentenciado al equipo.
El último recurso de la 16/17 fue el excéntrico Tony Adams, que llegó acompañado de la promesa de ganar los siete encuentros que restaban y que, sin embargo, se fue del club sin probar nada más que la derrota.
Con ilusiones y una estructura renovada, el conjunto nazarí comenzó a construir un nuevo proyecto que tenía por objetivo el ascenso directo. Para lograrlo, el elegido fue José Luis Oltra, un técnico que encajaba a la perfección con la nueva filosofía que se trataba de implantar en el club. Los primeros pasos del técnico valenciano no fueron todo lo exitosos que a él le hubiera gustado, pero consiguió que el equipo granadino realizase un buen tramo final de la primera vuelta que le permitió pelear por las dos primeras plazas. Sin embargo, tres derrotas consecutivas al comienzo de la segunda mitad de la temporada supusieron su destitución.
Al igual que sucediera en la campaña anterior, fue el técnico del filial el que tomó el relevo. Pedro Morilla ocupó el banquillo del primer equipo aún con el objetivo de alcanzar el ascenso directo, algo que se hizo imposible durante su estancia. Solo un triunfo en los seis partidos que dirigió provocó la ira de la afición y supuso su salida del primer equipo, que no del club.
Miguel Ángel Portugal llegó para intentar salvar las pocas opciones que le quedaban a los granadinos, pero dos derrotas en sus dos primeros encuentros hicieron anecdóticas las opciones matemáticas con las que llegó el Granada a los últimos dos encuentros de la temporada. La esperanza se perdió en Gijón, con una derrota por 2-1 que supuso el final de la temporada nazarí y, por contrato, la salida de Portugal, que solo hubiera renovado si hubiera conseguido el ascenso.
DIEGO MARTÍNEZ, PRINCIPAL CANDIDATO
Por tercer año consecutivo, el inicio de la temporada traerá consigo un nuevo ciclo en el banquillo nazarí, que, en principio, estará ocupado por Diego Martínez. El vigués, que, al igual que sucediera con Oltra, encaja en la filosofía que pretende mantener el club, es el principal candidato para ocupar el banquillo rojiblanco, al que llegaría después de vivir con Osasuna una situación muy similar a la que se ha dado en Granada.
El conjunto navarro buscaba el retorno a Primera tras el descenso de la pasada temporada, pero se quedó fuera del playoff en la última jornada al caer en casa del Real Valladolid. Los pamploneses terminaron la temporada en octava posición, con 64 puntos, obtenidos al ganar 16 partidos, empatar otros tantos -entre ellos, los dos ante el Granada- y perder 10.
El técnico, que se formó en los banquillos del Imperio de Albolote, el Arenas de Armilla y el Motril, ha terminado la temporada con un porcentaje de victorias del 38'09 por ciento, cifras que, por ejemplo, empeoran las cosechadas por Oltra, si bien el entrenador valenciano salió del equipo cuando aún restaban 11 encuentros.