El Granada CF no ha encadenado dos victorias consecutivas en lo que va de liga
La mayor racha de triunfos se dio ganando al Levante en liga y al Leganés en copa
El Granada CF atraviesa un momento de forma inestable desde que comenzara la temporada. Querer y no poder, buen fútbol y poca concentración. Ha rozado el ridículo en Vallecas o La Rosaleda; Perdió actitud y dignidad en Las Palmas o Ipurúa; Ha competido en el Bernabéu, Mestalla, Ciudad de Valencia o ante el Sevilla, en Los Cármenes; Ha asombrado al mundo con actuaciones impresionantes ante el Real Madrid; Y sobre todo, ha recibido varapalos inmerecidos ante el Sporting, Espanyol o Betis.
Seis puntos que se fueron. Todo un currículum que se resume en un equipo situado en la zona de descenso a catorce jornadas de terminar la competición liguera. Los rojiblancos horizontales no son capaces de encadenar dos victorias consecutivas en Liga BBVA.
Quizás lo del descenso es lo ‘de menos’ y lo ‘de más’ importancia a la vez. Lo de menos porque el Granada siempre acaba saliendo a flote, mirando las temporadas en Primera División sin ir más lejos. Lo más importante porque obviamente es la preocupación eterna de la directiva, cuerpo técnico y plantilla.
La realidad es que el Granada lleva a hombros el fiel reflejo de su irregularidad. Se muestra incapaz de conseguir seis puntos de forma consecutiva, dos triunfos seguidos, casi tres semanas de felicidad y alegría… nunca sale el sol dos fines de semana seguidos cuando se trata del Granada CF.
Recorriendo las cinco victorias, seis contando la de copa ante el Leganés, el Granada solo fue capaz de enganchar dos victorias precisamente cuando se llevó los tres puntos en el Ciutat de València y entre semana recibió al Leganés. Una genialidad de Peñaranda y el gol de El-Arabi hicieron el milagro. La pena llegó en el fin de semana cuando el Celta superaba al Granada en Los Cármenes con una facilidad aplastante. No hicieron demasiado los Orellana, Señé o Aspas, lo suficiente para un 0-2 y volver a meter a los rojiblancos en estado de depresión.
Al comienzo de temporada, la primera victoria llegó en la jornada dos en el campo del Getafe. El calendario no ayudó e inmediatamente los rojiblancos tuvieron difíciles compromisos ante Villarreal, Real Madrid, Valencia o Real Sociedad. No volverían a puntuar hasta la visita del Deportivo a Los Cármenes. Cuatro empates consecutivos ante Depor, Sporting, Betis y Espanyol. Anímicamente tocados. Victorias acariciadas y tiradas por inocencia. “El otro fútbol”.
Así, el Granada paga un déficit de puntos que pudieron sumarse pero que no llegaron al casillero. Se ganó al Levante y se perdió contra el Celta y Las Palmas, se pegó la campanada de año nuevo ante el Sevilla, pero se naufragó en copa ante Valencia y en liga ante el Barcelona y el Eibar. Se ganó ante el Getafe, pero la justicia del fútbol desapareció ante el Villarreal y el Real Madrid. En San Sebastián, el Granada se tragó el barro y se ahogó. El resultado es que el Granada y Sandoval reciben al Valencia con el agua al cuello.