El Granada CF vence con autoridad en Soria (1-3)
Los de Oltra siempre fueron por delante en el marcador, en un encuentro en el que golpearon la moral de los numantinos en los momentos clave del partido
Se presentaba el Granada en Soria con la necesidad de demostrar que fuera de casa también iba a lograr la solvencia que viene demostrando últimamente en los Cármenes. Y bien que lo demostró. Ante si, un Numancia que como local se había acostumbrado a ser imbatible en su feudo. Hasta hoy, claro. Hoy también era el tercero de los enfrentamientos históricos entre estos dos conjuntos. Los dos anteriores con reparto de victorias.
Podríamos resumir los entresijos del partido de una forma muy sencilla: Golpe en el mentón del Granada a su rival en los momentos clave de partido. O lo que es lo mismo: Primer gol antes de los diez minutos de juego, segundo gol justo cuando su rival parecía entrar definitivamente en el encuentro. Expulsión numantina al inicio del segundo periodo y definitivo 1-3 a la jugada siguiente del 1-2 del Numancia. Con esta carta de presentación, difícil haber encontrado rival para el Granada que pudiera levantarse de la lona, esta tarde noche en Soria.
Con este guión llegábamos al minuto 30 y el marcador ya reflejaba un 0-2 que hacía presagiar que el cuadro de Oltra volvería a tener un plácido partido en la competición más igualada del fútbol español. El primer tanto del encuentro fue el más bello de todos; El pase cruzado de Ángel Montoro fue dibujado como si de una escisión de cirujano plástico se tratase. El golpeo recorrió en vertical muchos metros del terreno de juego, para dejar solo a Pedro, e invitarle a que continuara con su idilio con el gol y con la responsabilidad de seguir siendo el mejor jugador hasta la fecha del Granada CF. Por cierto, especial la celebración del tanto entre Pedro Sánchez y Alex Martínez emulando la típica canción de ¨ Pajaritos por aquí, pajaritos por allá¨. Especial por efectuarse en el campo donde se celebraba el encuentro: Los pajaritos
Volvamos al juego; El encuentro en la primera mitad tuvo un cuadro nazarí muy bien colocado sobre el terreno de juego. Amenazando a la contra y controlando sin mucho riesgo el partido. Las contras de Machís y los lanzamientos en largo de Montoro resultaban la mejor arma del Granada por entonces.
La lesión del capitán Raúl Baena fue la peor noticia de la primera mitad. En su lugar entró Alberto Martín. Un jugador aseado en lo táctico, pero con algunas limitaciones con el balón en los pies. Por su parte,el equipo de Jagoba Arrasate no terminaba de encontrar el pulso al partido debido a la seriedad mostrada por el GranadaCF durante la primera mitad.
La historia del partido se volvería a escribir con letra rojiblanca horizontal cuando en el mejor momento del Numancia, el Granada volvería a dar un puñetazo sobre la mesa anotando su segundo tanto. Su autor fué Joselu, tras una jugada personal de Machís en la que su disparo, fué rechazado por el meta rival.
El segundo acto comenzó con un nuevo golpe sobre la mesa del Granada. En esta ocasión, golpe en forma de expulsión del jugador numantino Markel Etxeberria, que vió la tarjeta roja tras agarrar al venezolano Machís cuando este se plantaba cara a cara frente a su portero.
Con el Numancia con un jugador menos, un Granada con doble ventaja en el marcador y una sensación de fiabilidad y seguridad muy por encima de lo vivido recientemente por el Granada en sus desplazamientos, cabía esperar una segunda mitad más tranquila de la vivida en los pajaritos.
El guión de los últimos 35 minutos de partido hizo pender el hilo de que hubiera partido o no hubiera partido finalmente. O dicho de otra forma; El Numancia atacaba y generaba mucho más peligro con 10 que con 11 y el Granada contragolpeaba con Machís como un auténtico puñal por banda izquierda. Si los locales conseguían recortar distancias, habría partido y los tres puntos correrían peligro para el Granada. Si en cambio el cuadro de Oltra conseguía materializar alguna de sus ocasiones, el destino ya estaría escrito y los tres puntos viajarían en
bus hacia Granada.
Y en esas estuvimos durante toda la segunda mitad, porque ni uno ni otro conseguía su objetivo. Eso sí, mientras tanto, el reloj jugaba a favor del Granada. A los disparos al larguero de Íñigo Pérez y las ocasiones algunas muy claras de Manu del Moral, respondía casi siempre el mismo: Un incisivo Darwin Machís que si tuviera un poquito de clarividencia en la toma de decisión final, se habría ido de Soria con una buena saca de goles en su haber. Pero claro, si eso fuera así, Machís no vestiría la rojiblanca horizontal y si la de un equipo TOP mundial. Mejor dejar las cosas como están.
El destino, que suele ser caprichoso, nos volvió a agitar las emociones cuando ya pensábamos que no sucedería nada. Y si. Al filo del 90, el árbitro señaló un penalti a favor del Numancia que hizo presagiar que habría arreón final en el descuento. Pero de nuevo ese golpe en el mentón del Granada al Numancia volvió a producirse en el momento clave del partido. En la siguiente jugada del Granada a ese gol de penalti obra de Guillermo, Machís contestó con una nueva arrancada que acabó con la bola en los pies del albanés Rey Manaj que finiquitó un encuentro que siempre tuvo un claro dominador; Un Granada con una autoridad imponente.