El Granada CF vuelve al descenso dos años y doce días después
El conjunto nazarí ocupó la zona roja de la tabla por última vez el 8 de diciembre de 2012, tras encajar una derrota por 4-0 en La Rosaleda ante el Málaga
Román Callejón
Pésima racha para el Granada CF, que tras comenzar la temporada marcando los mejores registros de su historia, va acabar el año con puestos de descenso. El inicio prometedor de campaña, los nazaríes realizaron unas primeras cuatro jornadas de puestos de Europa, sin embargo, los de Caparrós están en una dinámica negativa y llevan sin puntuar de tres en tres doce jornadas consecutivas.
Esta racha le ha valido al entrenador rojiblanco, Joaquín Caparrós, para firmar su peor registro sin victorias desde que es entrenador en Primera. Así, supera su anterior marca de once jornadas seguidas sin lograr un triunfo, lo que le costó la destitución cuando estuvo al frente del vestuario del Mallorca.
Con estos registros, el Granada CF ocupa la posición decimoctava en la tabla clasificatoria, con trece puntos, números que lo tienen sumido en el pozo del descenso, algo que no ocurría desde el 8 de diciembre de 2012, cuando fue derrotado en La Rosaleda por 4-0 ante el Málaga y con Juan Antonio Albacete Anquela en el banquillo.
Dos años y doce días después, como si de una condena se tratase, el conjunto de Joaquín Caparrós vuelve a ocupar la zona roja de la Primera División. En su cuarta temporada en la Liga BBVA, cuando el proyecto parecía el más ilusionante y con el objetivo de conseguir la salvación con solvencia y sin pasar los apuros de otras campañas, los rojiblancos vuelven al pozo, de donde el más que cuestionado Lucas Alcaraz nunca cayó.
El Granada CF se va al parón navideño sin los deberes hechos y con la preocupación de jugarse ‘una final’ a la vuelta, puesto que el primer encuentro que deben disputar será ante el Córdoba en el Nuevo Arcángel, rival más que directo en la lucha por la permanencia.
Los de Caparrós tienen prevista su vuelta al trabajo el próximo día 29 a las 18:00 horas en Armilla, está por ver si el descanso invernal, los polvorones y el refuerzo familiar sirve para cambiar tanto los aires como la mentalidad pesimista en la que se ve envuelta la plantilla nazarí provocada porque no se consigue sumar de tres en tres.
