El Granada conserva el liderato tras pasar por el difícil campo del Melilla

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Los problemas del Granada CF lejos de Los Cármenes ya no son noticia. No es capaz de desplegar el juego que practica en su estadio y sufre más de la cuenta. En Melilla, a pesar de los numerosos problemas en una muy mala primera mitad, supo sobreponerse y empatar tras una arriesgada y valiente apuesta de Tomé. Salir líderes de Melilla no es poca cosa.

El Granada estuvo a merced del Melilla durante toda la primera parte, fue un equipo maniatado, agazapado, sin capacidad de reacción. Sin apenas posesión, corrió detrás del balón, situación en la que aparecen las carencias y taras del conjunto de Álvarez Tomé.

El gol local fue un cúmulo de errores y despropósitos. Mainz le dio un pase complicado a Amaya, que no controló bien el balón, se le escapó y Carlos Ruiz, el mejor del Melilla, se anticipó para dejar solo a su compañero Ramos, que cruzó el esférico lejos del alcance de Raúl.

Sin control de la pelota la creatividad de los hombres de arriba se ve muy limitada. Tariq o Felipe fueron espectros sobre el terreno de juego. Casares y Benítez no estuvieron finos en las pocas oportunidades de encarar y mirar a portería que tuvieron. Los centrocampistas del Melilla, con Carlos Ruiz -un ex del Granada- dominaron el tablero ante las dos piezas que puso Tomé en el campo: Granada y Torrecilla, la gran sorpresa de la alineación.

Pero el control del ritmo y del balón del Melilla tampoco fue ningún martirio para la zaga del Granada. El dominio local sólo -que no es poco- le sirvió para evitar el peligro en la portería propia. Una buena dosis de valium para adormecer a las fieras de rayas.

Quizá esa falta de ambición del Melilla, con la clara intención de conservar el marcador, fue la que llevó al técnico del Granada a apostar fuerte en la segunda mitad. Quitó a Iván Amaya y dio entrada a Martín Ortega. No se arrugó el preparador para dejar una defensa de tres ante uno de los ‘grandes’ de la categoría.

Y le salió bien. Una jugada por banda de Dani Benítez, en la que se fue con rapidez de Mahana acabó con un centro a casares, quien la dejó para que Martín Ortega fusilara a Dorronsoro y poner el empate en el marcador. Sólo llevaba cinco minutos en el campo. Un cabezazo de Carlos Ruiz al larguero hizo temblar algo más que la madera. Tomé quiso serenar y equilibrar y volvió a su esquema original dando entrada al campo a Lucena.

El Granada creció en su juego y se adueñó del partido. El Melilla bajó notablemente su rendimiento físico y los de Tomé buscaron los tres puntos. Pero no hubo claridad arriba, tampoco el acierto necesario; y ni siquiera tuvo su oportunidad Berrocal, que dispuso de cinco minutos. A pesar del empate, el Granada CF conserva el liderato y lleva siete jornadas sin perder.

UD Melilla: Dorronsoro,  Mahanan, Jonay, Zamorano, Rubén, Amarito (Pablo García, m. 80), Carlos Ruiz, Currás, Manolo Pérez (Yagüe, m. 86), Migui (Álex Fernández, m. 89) y Andrés Ramos.

Granada CF: Raúl, Nyom, Rubén, Mainz, Amaya (Martín Ortega, m. 60), Torrecilla, Granada, Dani Benítez, Casares (Lucena, m. 72), Felipe (Berrocal, m. 84) y Tariq.

Goles: 1-0: Andrés Ramos, m. 4. 1-1: Martín Ortega, m. 65.

Árbitro: Gómez Navarrete. Amonestó con cartulina amarilla a los locales Mahana, Rubén y Carlos Ruiz; y a los visitantes Nyom y Martín Ortega.

Incidencias: encuentro disputado en el estadio Álvarez Claros de Melilla ante algo más de medio millar de espectadores.