El 'héroe de Chantada' regresa a Los Cármenes
Roberto Fernández, uno de los protagonistas del ascenso a Primera División tras 35 años, vuelve a Granada con su actual equipo | El penalti que metió ante el Celta, su profesionalidad y su compromiso lo han convertido en uno los jugadores más queridos por los granadinistas en la historia moderna del club
A nadie se le olvida el recuerdo de Roberto Fernández oteando el césped de Los Cármenes, desde lo alto del larguero que tantas alegrías le ha dado. A nadie se le olvida esa tanda de penaltis, cuando el corazón subía su ritmo al ver que el portero se dirigía al punto de la pena máxima para lanzar. A nadie se le ocurre dudar del compromiso de un jugador que acaba un partido con el ojo morado por llegar al balón antes que el rival. A nadie se le ocurre a día de hoy dudar del que ha sido uno de los mejores capitanes que han vestido la rojiblanca horizontal. Jugadores como el ‘Gato de Chantada’ quedan pocos.
Es ya la tercera temporada en la que Roberto Fernández no está en la ciudad de la Alhambra, pero su sombra sigue viva por los aledaños del estadio del Zaidín. “Hay dos recuerdos que no podré olvidar de Granada. Uno es el nacimiento de mi hijo, que es granadino y fue muy especial. El otro momento es el día de la tanda de penaltis ante el Celta. Creo que el día del ascenso en Elche es un día muy importante, pero quizá el día del Celta no lo podré olvidar”, señala Roberto Fernández, mientras su boca se inunda de orgullo y satisfacción.
Porque a Roberto Fernández, cualquier granadinista lo adoptaría en su casa para que su nacionalidad volviera a ser nazarí. Una relación de admiración que es mutua. “Para mí va a ser un momento muy muy muy especial. He vivido momentos y noches fantásticas en Los Cármenes y saltar otra vez al estadio donde he vivido tantas situaciones, donde me he sentido tan querido y donde he disfrutado tanto del fútbol va a ser increíble. Allí he conseguido éxitos, la gente saltando al campo, verme encima de la portería, imaginarme ese último día ante el Atlético de Madrid, ver mi imagen en la puerta de los ‘Héroes del Ascenso’ en Los Cármenes…”, se queda pensativo cuando enumera todas las emociones almacenadas en su cabeza.
Se espera que, cuando uno de los héroes del ascenso pise el verde del Zaidín, la gente se vuelque con el cancerbero. “Toda esa gente se merece que yo salga al campo y les dé un aplauso por el comportamiento que la afición del Granada ha tenido conmigo”. Pero lejos de reclamar cariño, él se ve obligado a darlo. Se siente en deuda con una afición que, aunque muchas veces exigente, lo ha querido y respetado como a ningún otro jugador.
Una tanda para la historia
Nunca estamos acostumbrados a ver a un portero lanzar un penalti. A cualquier aficionado le generaría más dudas que si lo hiciera el pichichi del equipo. Si el lanzamiento lo incluimos en un contexto de play off de ascenso, el corazón puede sufrir algún episodio coronario.
La eliminatoria ante el Celta estaba empatada y el colegiado mandó a los jugadores a la tanda de penaltis. El premio era pasar al último acto para conseguir es ascenso. Entre risas nos confiesa que, a día de hoy, si se encontrara en la misma situación, no lo tiraría. De todas formas, su poca contundencia a la hora de contestar deja dudas de si lo volvería a hacer. “Hay otros lanzadores que tiran mejor que yo, yo tiré en su día porque se dio la circunstancia y gracias a dios salió bien”.
Ese día no titubeó y batió a Yoel. Después, hizo lo que mejor sabe hacer. Despejó el penalti de Catalá y permitió seguir soñando a su equipo después de un encuentro de fantasía, que tuvo de todo.
El partido de este domingo tiene el mismo escenario, aunque los protagonistas no son los mismos. De todos modos, Roberto Fernández cree que el partido entre el Granada y el Lugo, el equipo que ahora defiende y que es el de su tierra, será trepidante. “Va a ser un partido muy bonito, con muchas ocasiones. Venimos de una buena racha y el Granada también. Puede ser un partido muy atractivo, de los más bonitos de la jornada. El Granada es uno de esos candidatos a luchar por el ascenso y seguro que hay muchas ocasiones”.
Un posible futuro en Granada
Que Roberto es un romántico del fútbol pocos lo dudan. La profesionalidad que ha demostrado en el Estadio de Los Cármenes le ha permitido ganarse un hueco en el respeto de todo granadinista. Por eso, si el de Chantada decidiera volver, aquí se le recibiría con los brazos abiertos. “Tengo los títulos de entrenador y entrenador de porteros y no descarto poder entrenar en Granada o en Lugo, sería un lujo para mí. Tengo inquietudes y cuando acabe como jugador me gustaría seguir ligado al mundo del fútbol”. Y nadie duda que pueda hacerlo. Ahora habrá que esperar si lo hace en su tierra de nacimiento o en su tierra de adopción. Seguro que tendrá el corazón dividido.