El I plan andaluz contra prostitución y explotación sexual tendrá una perspectiva multidisciplinar
La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, presenta en el Parlamento las principales líneas estratégicas del futuro plan
El I Plan Integral para la Erradicación de la Prostitución y la Trata de Mujeres y Niñas con Fines de Explotación Sexual en Andalucía "pretende acabar con esta forma de esclavitud humana" a través de una mayor concienciación de la ciudadanía, especialmente de los hombres, de un mayor apoyo para la recuperación de las víctimas, y de una mejor coordinación interinstitucional y transnacional.
"Se trata de abordar este tipo de violencia de género que sufren muchas mujeres y niñas desde una perspectiva multidisciplinar y transversal, ya que hablamos de un problema que abarca muchos ámbitos y países", ha detallado este miércoles la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, durante su intervención en comisión parlamentaria, donde ha recordado que el plan, en proceso de elaboración, responde al compromiso adquirido por la presidenta de la Junta de Andalucía en esta legislatura.
La consejera ha detallado, según una nota de prensa, que el plan constará de cinco ejes estratégicos, trabajados en torno a la trata con fines de explotación sexual como un delito que vulnera los derechos humanos, como un tipo de violencia de género y como una realidad transnacional.
El primer eje se centrará en medidas de prevención, sensibilización y visibilización, dirigidas a la ciudadanía, y especialmente a los hombres, ya que, según ha recordado la consejera, "el consumo de la prostitución es la principal causa de la trata con fines de explotación sexual". Para ello, se trabajarán en líneas de actuación como la elaboración de campañas de prevención y sensibilización; el diseño de estrategias de información a los medios de comunicación (que publican los anuncios de contactos) y al ámbito educativo; la formación especializada a menores y adolescentes en TICs (principal medio de captación de la trata); o la cualificación de profesionales que trabajan en la atención y protección de las víctimas.
El segundo eje girará en torno a la detección, protección y asistencia integral a las víctimas, a través del desarrollo de mecanismos, protocolos y programas específicos de protección integral, así como la atención jurídica especializada o la sistematización de la intervención desde el ámbito psicosocial y policial, entre otros.
El tercer eje estratégico aborda la persecución del tráfico y la trata desde los países de origen hasta su destino, proponiendo además el debate sobre la posibilidad de perseguir, además de al traficante, al cliente, tal y como se está haciendo con éxito en Suecia. Junto a ello, el eje propone mejorar la actuación informativa inmediata en los puntos de entrada masiva para dificultar el contacto de las víctimas con la red en España; actualizar las estrategias de investigación en las zonas por donde trafican las redes; o fortalecer la cooperación policial y judicial transnacionales.
El cuarto eje, de coordinación y cooperación internacional e institucional para la prevención de esta lacra, fomentará el intercambio de buenas prácticas y experiencias positivas; el trabajo conjunto para la erradicación de situaciones de vulnerabilidad para las víctimas; y la cooperación con entidades que trabajan con las víctimas, entre otras.
Finalmente, el plan aborda un último eje centrado en la investigación, transferencia del conocimiento y formación, con el fin de protocolarizar y coordinar la recogida de datos que nos acerque al fenómeno y permita diseñar medidas eficaces para su erradicación. Para ello, se estudiará la posibilidad de impulsar un Observatorio Andaluz sobre Prostitución y Trata con Fines de Explotación Sexual, así como organizar foros internacionales especializados.