El juez Calatayud recibe la medalla de Andalucía
Junto a él ha sido también galardonada la investigadora del PTS Elena González-Rey.
El juez de menores de Granada Emilio Calatayud, que ha sido distinguido este viernes con la Medalla de Andalucía, ha considerado "gratificante" que se reconozca la labor de los jueces en este campo y "más en estos tiempos que corren".
En declaraciones a Europa Press, Calatayud ha reconocido que "no se esperaba" esta distinción, con la que se ha mostrado "muy agradecido" por considerar que no sólo reconoce su trabajo sino "también a todo el personal del Juzgado y de la Fiscalía --de Menores-- por las medidas que se han adoptado en los últimos años en colaboración con la ciudadanía y las instituciones".
Calatayud es conocido por las sentencias ejemplares que ha dictado como juez de menores de Granada, cargo al que accedió en 1988, y que han trascendido el ámbito judicial por su carácter didáctico y siempre orientado a la reinserción social de los menores que han delinquido.
La primera vez que su forma de actuar llamó la atención de los medios de comunicación fue cuando obligó a un menor a aprender a leer y escribir para evitar la privación de libertad.
"Estos muy contento, creo que soy un juez como otros tantos compañeros y es gratificante que se reconozca los años que llevo en la justicia de menores. Además, que se reconozca la labor de un juez y más en estos tiempos que corren es una satisfacción muy grande", ha señalado.
El abogado, magistrado y escritor Emilio Calatayud Pérez nació en Ciudad Real en 1955, pero por su ya larga vinculación con la ciudad de Granada se autodefine como un "manchego del Albaicín".
Las sentencias de Calatayud siempre pretenden reeducar por encima del mero castigo, de ahí decisiones como la de condenar a un joven que circulaba borracho a visitar un centro de parapléjicos y hacer posteriormente una redacción de 50 folios sobre la experiencia; sentenciar a otro a trabajar con los bomberos por haber quemado papeleras, o impartir a estudiantes, en el caso de un tercero, mil horas de clases de informática gratuitas tras haber burlado sistemas de seguridad de empresas granadinas.
Emilio Calatayud, que se licenció en Derecho en 1977 en la Universidad de Deusto, ha mostrado en numerosas ocasiones su convencimiento de que los menores deben encauzar sus vidas respetando la autoridad de referentes morales como los padres o los maestros.
El juez es autor de varios libros en los que refleja su experiencia como magistrado y su visión de la justicia. Entre ellos destacan 'Reflexiones de un juez de menores', en el que incluía un famoso decálogo para convertir a un hijo en delincuente; 'Mis sentencias ejemplares' o 'Buenas, soy Emilio Calatayud y voy a hablarles de...'