El Lunes Santo esperado desde hace tres años

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Ricardo Cañadas, Fran Yeste, Davinia Pérez y Luis Cuadrado
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TRABAJO Y LUZ

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La Hermandad del Santísimo Cristo del Trabajo y Nuestro Señora de la Luz han inaugurado este Lunes Santo, saliendo de la iglesia del Santísimo Corpus Christi a las 16:15 horas, donde el barrio del Zaidín ha acompañado a esta corporación. Cientos de personas llenaban la avenida Dílar desde primeras horas de la tarde, donde se vivieron grandes momentos de emoción. El primer paso, un misterio compuesto por Jesús con la cruz a cuestas, obra de Eduardo Espinosa y las imágenes de la Virgen, San Juan, María Magdalena, Santa Verónica, un romano y un sayón, realizadas por Elías Rodríguez Picón, iba acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas. El buen andar de las costaleras de este paso, a las órdenes de Cristian Cahucholas ha sido aplaudido por el público que se encontraba en la calle Polinario. La Virgen de la Luz salía de su templo a los sones de “Encarnación de la Calzada”, interpretada por la Banda de Música La Victoria de Fuente Vaqueros mientras que todo el barrio le cantaba. Esta es la primera vez que acompañaba esta agrupación musical a esta cofradía. Con retraso, regresaba esta corporación del Lunes Santo a su barrio, sobre las dos de la madrugada, en primer lugar, el paso de misterio y después, la dolorosa de Eduardo Espinosa, bajo los sones de “Mi amargura” y “Salve”.

DOLORES

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Iniciando la salida de su cortejo a las 18 horas como estaba previsto, la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores lograba realizar su estación de penitencia. Desde la primera levantá de su titular en el interior de la iglesia de San Pedro y San Pablo, estuvo acompañada por la banda de la propia corporación, que interpretaba “Salve” mientras los costaleros la cantaban. Antes de atravesar el arco de su templo, la dolorosa de Aurelio López Azaústre saludó al Señor de la Sentencia, uno de los titulares de la cofradía de las Maravillas, que procesionó en la jornada del Domingo de Ramos. Después tuvo lugar la complicada salida de rodillas ante el numeroso público que se congregaba en el atrio de San Pedro y San Pablo. Ya en la calle, se adentraba en la Carrera del Darro, al son de “Macarena Coronada” y “Pasan los Campanilleros”. Esta cofradía regresaba a su templo con un notable regreso, mientras se escuchó una saeta, interpretada por Migue Machado (el chico ciego que conocemos por su inmensa devoción a los deportes, destacando su fanatismo al Granada CF), y “La Madrugá” y “Aires de Triana”, ante numerosas personas que se encontraban en este paraje del Bajo Albaicín.

RESCATE

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La Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate salía prácticamente al mismo tiempo que la de los Dolores. Ante la apertura de las puertas de la iglesia de la Magdalena, el público congregado en las inmediaciones aplaudía. En esta ocasión, el templo lucía una imagen diferente, ya que debido a los trabajos de restauración que se están cometiendo en su fachada, la hermandad ha tenido que tapar los andamios, proporcionando así una imagen inédita de nuestra Semana Santa. Tras tres años sin salir, Granada deseaba ver de nuevo a Nuestro Padre Jesús del Rescate procesionar por sus calles. La salida del único paso de la Hermandad, a las órdenes de José Luis Pérez Raya, fue acompañada por la Banda María Santísima de la Estrella, que tocó "La Marcha Real" y "La Saeta" en su salida. En esta ocasión, el señor iba ataviado por la túnica de “castillos y leones”. Llegaba a su templo al son de diversas saetas sobre las doce de la noche, que emocionaron a los hermanos y a muchos de los presentes. La última chicotá la dedicó emocionado uno de los costaleros, desde bajo del paso, iniciándose así la maniobra de regreso y concluyendo su estación de penitencia.

HUERTO

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Extenso fue el cortejo que dispuso la cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Amargura, en las calles del Realejo, sobre las siete de la tarde. El primer paso, mandado por Juan Antonio López, se puso en la calle con “Amargura en tu Oración”, interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Mientras que el segundo paso, María Santísima de la Amargura, era dirigido por Francisco Lopera y acompañado en su recorrido por la Banda de la Sociedad Filarmónica de Pilas (Sevilla). Esta cofradía realejeña regresaba en torno a las doce y media de la noche, en primer lugar lo hacía el paso de misterio realizado por Domingo Sánchez Mesa, con muy buenas chicotás. Más tarde, a las una de la madrugaba llegaba la dolorosa de esta corporación, con una chicotá final en la que sonó dos veces “Mi amargura”, marcha dedicada a María Santísima de la Amargura, que el próximo año será coronada canónicamente. En el camino de regreso, el Realejo como cada Lunes Santo, se ha volcado con esta cofradía con amplias petalás y saetas, cantadas por Iván Centenillo o Noelia Membrilla.

SAN AGUSTÍN

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La estrecha calle de San Antón era un auténtico hervidero de gente expectante a la silenciosa salida del Cristo de San Agustín y Nuestra Señora de la Consolación. Puntualmente se iniciaba la salida de su cortejo, acompañado por música de capilla, y dispuesto en riguroso orden. La salida del paso del Crucificado, obra de Jacopo Florentino, silenciaba la calle, al que le seguía el palio de Nuestra Señora de la Consolación, acompañada por San Juan Evangelista y María Magdalena. La característica principal de la hermandad, además del silencio que soporta y que contagia en las aceras, es la sobriedad y el estilo que tienen los pasos que ponen cada Lunes Santo en las calles de Granada. El regreso de esta hermandad se produjo en absoluta oscuridad y silencio, que solo se rompía con la armonía de la música de capilla que acompaña a las imágenes. Con la compleja entrada de los titulares al convento del Santo Ángel Custodio se puso fin a la Estación de Penitencia pasadas las una y media de la madrugada.