El mejor complemento para tus ojos
El objetivo de cualquier maquillaje es tapar las imperfecciones y resaltar los rasgos del rostro que más nos gusten. La clásica Teoría del Color y su círculo cromático tiene aplicaciones que van mucho más allá de las artes plásticas. Gracias a este pequeño esquema, se pueden entender muchas de las técnicas que ponen en práctica los maquilladores más reconocidos a nivel mundial. Desde los diferentes colores de los correctores hasta los tonos de barras de labios en función de la tonalidad de la piel se puede comprender aplicando este sencillo truco.
¿Cómo encontrar nuestra sombra de ojos ideal?
La búsqueda comienza por encontrar el color que se encuentre en el extremo opuesto a nuestro color de ojos en el círculo cromático. Éstos junto con los tonos que se encuentren a ambos lados, serán los tonos más adecuados que nos complementen. Una vez conozcamos los tonos, se trata de adaptarlos a cada personalidad y a cada estilo con el que se esté acostumbrada a maquillarse.
¿Qué sombra de ojos es más adecuada a nuestros ojos?
Los ojos marrones son los más afortunados. Cualquier color de sombra, a excepción de ciertas tonalidades de azules y verdes, sirven para resaltar la mirada. Los tonos tierra y dorados son el acierto más seguro. A los ojos verdes y azules, los tonos que se deben evitar, son los azules y los verdes respectivamente, por encontrarse a ambos lados del tono de nuestros ojos en el círculo cromático. Estos colores se han de sustituir en los ojos verdes por ocres, dorados y mostazas; y en los azules, por platas y lilas. Los ojos negros pueden recurrir a los tonos rosados para crear el maquillaje perfecto.
Sin embargo, el clásico ojo ahumado en tonos negros es un acierto seguro. Se trata de un look versátil a cualquier color de ojos y además se puede realizar con una intensidad variable según el resultado que se quiera obtener. Como punto positivo, se puede acompañar de cualquier tonalidad de labial, sin necesidad de invertir tiempo en buscar el pintalabios perfecto.