“El muelle de las brumas “, cumbre magistral del cine francés, en Granada Paradiso

La película se proyectará a las 17 horas en el Centro Lorca con entrada gratuita hasta completar aforo

el muelle de las brumas
Imagen de la película | Foto: Gabinete
Gabinete
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Hoy, miércoles 24 de octubre, Granada Paradiso continúa con su espacio destinado a las charlas y conferencias. A las 12h en el Palacio de La Madraza tendrá lugar otra conferencia sobre cine clásico, en esta ocasión impartida por Lola Caparrós donde se hablará sobre “El cine francés de los años 30 y 40: el realismo poético”, dentro del bloque temático Cinematografías del Mundo y la sección El Cine Francés y el Ciclo Imprescindibles de los años 30 y 40.

La sesión de tarde se abrirá a las 17h en el Centro Lorca con “El muelle de las brumas” (Marcel Carné, Francia, 1938). Según Georges Sadoul, esta película es “una de las cumbres del cine francés”. Este film magistral de Marcel Carné relata el desafortunado y trágico amor entre un desertor de la infantería colonial, y una muchacha, que vive con un repulsivo tutor. El soldado, Jean (Jean Gabin), que por su condición de desertor está condenado a ocultarse, y la muchacha, Nelly (Michéle Morgan), que intenta escapar de una existencia aciaga, viven un apasionado romance que los alivia y redime de tantos errores y angustias; hasta que un día, el tutor de la chica intenta abusar de ella.“El muelle de las brumas” es un film sobre una generación desorientada, predestinada al fracaso, una pieza clásica de romántico pesimismo que se hizo eco de las nubes de tormenta que se cernían sobre Francia a finales de los años treinta (…).

A las 19h en la misma sala y dentro del homenaje a Ida Lupino se proyectará la película “El Bígamo”(Ida Lupino, EEUU, 1953). Una directora con las ideas tan claras e insertada dentro de la gran industria como lo fue Ida Lupino (1918-1995) en el Hollywood clásico sería hoy no solo muy bien vista, sino más que necesaria en un tiempo de empoderamientos de género a veces un tanto forzados y artificiales. Lupino no sumó gratuitamente a ninguna causa. Creo su propia causa, y esa pasaba en aquel momento por la independencia que podía deparar la Serie B. Pero es que además hizo lo que podríamos considerar Films sociales no dejando que las tesis obnubilaran su visión estética. Alabar a Lupino solamente por los temas que trató sería injusto y parcial. Poco a poco, película a película, la realizadora modeló un estilo personal para apoyar, mediante recursos visuales clásicos, atrevidos o prometedores, sus estudios de carácter sobre jóvenes personajes femeninos sacudidos, zarandeados y violentados física y emocionalmente hasta extraerlos de su apacible cotidianidad. “El Bígamo” es una de las siete películas que la inquieta Lupino, londinense de nacimiento y norteamericana por asentamiento laboral, dirigió dentro de los márgenes del cine de bajo presupuesto. Un film que se propone llamar la atención sobre la existencia de zonas oscuras en la vida del ciudadano medio norteamericano, pero, como corresponde a la época en que fue realizada, no lo hace por la vía de la violencia, al modo de los psycho-killers que tanto han abundado en el cine comercial estadounidense de los últimos años, sino por la del melodrama contenido.

Por último a las 21h el Lorca se vestirá de gala para recibir “Los violentos años 20” (Raoul Walsh, EEUU, 1939). Esta película, protagonizada por Humphrey Bogart, James Cagney y Priscila Lane comienza mostrando a sus protagonistas luchando en Europa durante la Primera Guerra Mundial. Con ello, Walsh pretende trazar un resumen sobre las circunstancias y la dinámica del cine de gángsters que, sobre todo en la década de los treinta, tendría todo su peso y razón de ser. “Los violentos años 20” es una excelente crónica histórica, una auténtica tragedia narrada con convicción donde resaltan esos detalles que enriquecen alguna escenas imprescindibles (el cortaúñas de Hally, el pitillo en los labios del pianista mientras toca). Es una forma muy personal de integrar el documental en el drama (por ejemplo, la inclusión del dato de la invención de la radio) y el sabio juego con las miradas de los personajes, que describen estados de ánimo y actitudes morales.