El Museo Arqueológico restaurará para su exhibición una estela funeraria romana encontrada en Domingo Pérez
La estela está fechada en la época alto imperial, entre los siglos I y III D.C. y su probable procedencia es la necrópolis de una villa o asentamiento rural
El Museo Arqueológico de Granada se hará cargo del estudio, restauración y exhibición de la estela funeraria romana encontrada en el término municipal de Domingo Pérez, fechada en la época alto imperial, entre los siglos I y III D.C. y cuya probable procedencia sea la necrópolis de una villa o asentamiento rural.
El delegado de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en Granada, Antonio Granados, ha destacado que tanto el agricultor como el dueño de la finca donde estaba esta pieza comunicaran el hallazgo a la Junta, que se hizo cargo de su recogida. Ahora su estudio arrojará nuevos datos sobre el poblamiento romano en la provincia en época imperial.
El director del museo, Isidro Toro, ha apuntado que en una primera investigación han encontrado referencias de otra estela dedicada a la familia Pomponia que se descubrió en 1795 en unas obras de la catedral de Loja y que está en paradero desconocido, "lo que hace pensar que se trata de una familia importante, que se sumaría a las dos ya conocidas de la provincia de Granada", aunque se tendrá que seguir investigando.
Asimismo, ha resaltado que el primer análisis llevado a cabo este mismo miércoles ha arrojado que se trata de una pieza realizada en piedra caliza de buena factura, pulida y con inscripciones dibujadas por un profesional. "Es una estela excepcional", ha sentenciado.
La doctora y profesora de Arqueología de la Universidad de Granada Elena H. Sánchez López ha explicado que "teniendo en cuenta la reconstrucción del texto, la estela debió formar parte de un monumento funerario familiar. Tras una invocación inicial a los Dioses Manes, el texto recoge el nombre y la edad de seis personas, cuatro de ellas con el nomen Pomponivs o Pomponia, lo que los identifica como miembros de un mismo grupo familiar.
La última de las líneas conservadas se corresponde con la fórmula HIC SITI SUNT SIT VOBIS TERRA LEVIS (aquí yacen, que la tierra os sea leve), de la que únicamente se conservan algunas letras.