El Niño de las Pinturas: “Hay veces que la historia empieza en la pared misma” | Galería
Granada Digital entrevista al ‘graffitero’ más reconocido de Granada, cuyas pinturas adornan partes de la ciudad que han llegado incluso a convertirse en emblemáticas
Trazo a trazo y con paciencia es la mejor manera para realizar cualquier dibujo, trazo a trazo y con paciencia dio sus primeros pasos el creador de algunos de los murales más icónicos de Granada, que rompió las barreras entre el graffiti y el mundo del arte para reconciliarlos, trazo a trazo y con paciencia se forjó la leyenda del Niño de las Pinturas de Granada.
Durante un paseo por Granada es habitual ver diferentes graffitis, cada uno con su estilo y forma única. Sin embargo, hay unos que se diferencian de todos los demás, pinturas capaces de poner un local o una determinada zona de la ciudad de la Alhambra en el mapa. Se trata de obras de arte sin igual en Granada que combinan imagen y texto en muchas ocasiones, que denuncian o transmiten mensajes sólo con un vistazo. Obras que comparten firma bajo el mismo nombre: el Niño de las Pinturas.
Este artista urbano ha recibido a Granada Digital para hablar de sus proyectos, su carrera y otros temas de interés relacionados con su figura.
¿Dónde están los inicios del Niño de las Pinturas?
Desde pequeño siempre he dibujado, probé muchas cosas cuando era chico, intenté hacer varias cosas diferentes relacionadas con el dibujo, unas me fueron mejor y otras peor. Siendo todavía muy pequeño, después de haber probado unas pocas cosas, descubrí el graffiti. Yo tenía toda la habitación llena de dibujos colgados por la pared y vi la posibilidad de poder pintar esos dibujos en la calle, eso es muy bonito, es como hacer de la ciudad un poco más tu casa, me gustó mucho. Me junté con unos cuantos colegas que tenía por el barrio, siempre andábamos pintando y nos echamos a pintar graffitis. No había nadie que pintara aquí, tampoco había internet, entonces con la poca información que teníamos, alguna fotocopia de alguna revista que se hacía en Barcelona y algún libro que se encontró por ahí empezamos a probar.
¿Qué influencias tiene a la hora de pintar?
Procuro estar con las orejas bastante abiertas en todos los sentidos, estar pendiente de lo que va pasando alrededor. Yo tengo una influencia directa de casi todo el mundo que me rodea, a todos los niveles. Hay mucha gente que a lo mejor no ha pintado en su vida ni pintará, pero hablar con ellos me inspira; a lo mejor son músicos y escucharlos me inspira, o les gusta cualquier otra cosa y cuando te hablan de lo que a ellos les gusta con esa pasión, que a veces para uno es raro, pero a ellos les gusta… a mí todas esas cosas me inspiran mucho. Luego a nivel pictórico tengo mala memoria, no tengo unos artistas que sean referencia, tengo escuela en el sentido de que he tenido la suerte desde pequeño de conocer a gente que pintaba graffitis mucho más mayores que yo y que llevan muchos años, yo creo que me han transmitido muchas cosas que yo he agradecido mucho. Al final tu colega, el que ves todos los días, te está aportando, te está diciendo lo que ve desde ahí, y eso siempre es inspirador porque te hace ver la realidad de otra manera.
Has dicho que desde pequeño te gustaba dibujar, ¿de dónde viene esta pasión por la pintura?
No lo sé, no tengo ni idea, la verdad (risas).
Es algo que simplemente está ahí, ¿no?
Sí, me gustó mucho. Luego venía mi hermano detrás y también le encantó, él es dibujante profesional de cómic, ha sido profesor en Madrid, en Barcelona, le han dado muchísimos premios… es un grande y se gana la vida con esto. Ni mi madre ni mi padre dibujaban, pero nosotros nos pusimos con el tema, mi hermano pequeño empezó a pintar graffitis cuando yo empecé, luego ya vio que le gustaba un poco el rollo del cómic y enganchó por ahí, hemos dado todos los palos que hemos podido.
¿Cómo es el proceso de creación de una obra suya?
La verdad es que no me interesa mucho tener un proceso en concreto. Hay veces que la historia empieza en la pared misma, porque hemos llegado a ella, porque la hemos visto y te ha llamado la atención, porque es la que te sugiere… luego hay veces que estás una noche en tu casa dándole vueltas a las cosas y has escrito algo y de ahí viene, encuentras un sitio donde ponerlo y te da igual casi cuál sea. En realidad, yo creo que si existe algún tipo de proceso es estar pendiente de lo que te llega y de lo que te llena y darle atención, darle cariño y dedicarle tiempo, por eso te digo que, si a lo mejor hay una pared que te gusta, te pones con ello; si es algo que has escrito, te pones con ello; si es un dibujo, te pones con ello. Una cosa lleva a otra, y otra a otra, hasta que al final acaba algo pintado por ahí.
¿Cómo elige el diseño? ¿Tiene algo en mente y lo plasma o es algo que surge cuando llega?
Últimamente estoy haciendo mucho ‘freestyle’ en muro porque he estado trabajando mucho, y cuando estás trabajando muchas veces no estás haciendo completamente lo que te gustaría, cuando me voy a pintar hago ‘freestyle’ porque me gusta. Llego ahí sin nada con mi pintura y me pongo a pintar lo que surja y ya está. Me imagino que todo lo que pasa depende de cómo esté yo y de lo que esté pasándome.
¿Tiene algún tipo de formación enfocada a esta faceta artística?
Sí, estuve haciendo BUP, luego llegó el COU… yo en realidad estuve estudiando por no ir a la ‘mili’. Por no ir eché prórrogas de estudio, me fui a la Escuela de Arte y Oficio porque descubrí la oportunidad, ya quitó ‘el bigotes’ (por Aznar) la ‘mili’ y entré en Bellas Artes por curiosidad, porque ya no tenía necesidad de seguir estudiando para no ir a la ‘mili’, ya tenía mi tienda de graffitis abierta desde hace dos años y en realidad lo que quería era aprender. Me costó un dineral porque eso de las matrículas ya entonces era caro, y estuve un año y medio y ya me fui de ahí.
¿Es posible vivir de esto o hay que compaginarlo con algún otro tipo de trabajo?
Hay de todo, yo me considero pintor y a lo largo de esta vida he aprendido muchos trucos, muchas maneras, muchas formas… he trabajado en talleres de motos, he trabajado con aerógrafos, con ordenador, me sé muchas jugadas. En realidad, lo que intento es no llegar a especializarme, sino disfrutar de todas las herramientas que tengo e ir utilizándolas en función de lo que vaya pasando, me gusta probar cosas diferentes siempre. Sí que es posible vivir de esto, sí.
Hablemos un poco del tema de la jirafa del Realejo…
(Risas) Surgió una noche que a mí lo que me pasó es que me pareció que las cosas ya estaban hechas, que lo que tenía que hacer era acabarlas. Me di una buena vuelta aquella noche e hice muchas cosas, pequeñitas porque no tenía que pintar casi, estaba convencido de que eso ya estaba ahí. Lo que iba haciendo era acabar las cosas, pinté muchas cosas esa noche que me gustaron mucho, y la jirafa fue la última, es la que más ha aguantado de todas. Se tiró ahí no sé si catorce o quince años, y apareció que la iban a borrar. Los dueños de la casa me dijeron que ellos realmente querían que volviese la jirafa porque le gustaba mucho a su padre, que ya se había ido, yo conocí a su padre después de pintarla. La borraron y entonces yo la volví a pintar. En el tramo en el que yo la volvía a pintar o no, pasó que bajó por iniciativa propia la gente del coro de la Orquesta de Granada y cantaron ahí Lacrimosa de Mozart, me estoy acordando y se me ponen los pelos de punta, yo estaba ahí viendo esa escena y se me saltaron las lágrimas, fue muy bonito. La pinté otra vez y al rato pasó que al señor de la casa por lo visto le fue la gente del Ayuntamiento diciendo que le iban a multar si no la borraba, y la borró. Ha habido mucha gente que me ha dicho que vuelva, pero yo no puedo estar por encima de la gente que son dueños de esa casa, les tengo respeto, he estado hasta donde he podido.
Pero, al fin y al cabo, era algo autorizado
Bueno, de primeras no lo fue y de segundas sí, pero se autorizó de una forma que tampoco es defendible, en esta ciudad han inventado varias leyes y varios trámites que impiden bastante que se hagan este tipo de cosas. Por ejemplo, un señor que es amigo mío me pidió que le pintase una pared del local que había comprado su padre con trabajo y esfuerzo, hice todos los trámites necesarios y no me lo han permitido. Me lo han denegado, ni siquiera me han dicho ‘pida usted el permiso a la Junta de Andalucía’ o ‘vamos a derivar esta petición a la Junta’, directamente me han dicho que no y este hombre se ha enfadado muchísimo porque es un local que compró su padre con mucho trabajo y ahora no puede hacer lo que quiera con él.
La jirafa a veinte metros tiene también un convento, es una historia un poco complicada. De todas maneras, lo que sí está claro, es que no sé por qué se demuestra tanto interés por algunas cosas y luego hay otras que no interesan. Han borrado la jirafa y menos mal que por lo menos han quitado el cableado, yo estaba asustado, pero lo han quitado y lo han dejado bien, que es de lo que se trata. Pero luego hay muchas más cosas por ahí que están hechas polvo, que se están cayendo, incluso que a veces cogen a un chiquillo que está pintando en alguna de ellas por el Albayzín, que les gusta mucho multar, pues ahora resulta que es un edificio que es del Ayuntamiento, que se está cayendo, que no lo arreglan ni hacen nada por él, pero sí que pueden llegar y pedirle 3.000 euros ahora a la familia por haber pintado ahí.
Luego hay otros casos más duros de cosas que realmente no habría que tocar, pero esto de lugares que son su propiedad y que no los cuidan pasa mucho, y luego exigen que se respeten, respétalos tú primero que eres el dueño.
¿Cómo ve la instalación de cámaras en el Albayzín?
Eso está ahí parado porque yo creo que es más complicado de lo que parece a nivel de muchas cosas legales que yo no sé si en su momento esta gente las pensó. Creo que en realidad, si se quiere solucionar un problema, la filosofía que llevamos últimamente en este sitio de vigilancia en vez de tratar de que las personas cojamos respeto a las cosas y crezcamos como grupo, no interesa tanto. Directamente nos vamos al control, a la multa, no sé, estamos viendo que esto de la pintura está en todos lados y está dando mucho de sí, más de lo que la gente esperaba, y está claro que el Albayzín es un barrio precioso y que debe ser conservado, pero algunas partes, hay otras que son muros de contención o que cierran terreno, que son muros de bloques de hormigón que llevan diez o veinte años construidos, eso no es histórico ni está cuidado. Si en realidad, un grupo humano se da cuenta de que hay una parte de ellos que tiene una necesidad que a otros les molesta, ¿en vez de pisarlo no es mejor decirle dónde hacerlo? Yo creo que así es como la gente se entiende, porque de esa manera se solucionaría bastante más el problema que con todas las historias que han montado.
Esto de las cámaras… ¿cuántas van a poner? Si serán tres edificios los que van a querer proteger. A lo mejor el dinero que se van a gastar en cámaras para proteger unos edificios se lo pueden gastar para arreglar otros del Albayzín que también son suyos y se están cayendo, así demuestran que le tienen cariño a las cosas y se encargan de que esté todo bonito, a lo mejor una vez que estén las cosas bonitas le cuesta más a la gente llegar a romperlas, que eso también es otra realidad.
¿Dónde está la línea entre el arte y el vandalismo?
Yo creo que, en el tema del graffiti, el vandalismo se da por una incomprensión. El vandalismo no es gratuito, es una respuesta a algo, es darle voz a gente que tienen muchas cosas que decir y que no están de acuerdo con muchas cosas, y a lo mejor te lo están diciendo de otra manera, pero el vandalismo también es eso, no es simplemente destrozar, nace por eso.
Lo que no puede pasar es que la gente que está dejando que ciertas cosas pasen viva tranquila, si de vez en cuando pasa algo que les haga darse cuenta de que su falsa tranquilidad puede tambalearse, igual les viene bien para plantearse ciertas cosas, mirar a su alrededor y ayudar un poquito más. Todos tenemos que ayudar, pero al que tiene le cuesta menos y su ayuda es más fuerte, hace más. Se dice mucho ahora que es momento de que todos nos juntemos, eso está bien y siempre es necesario, pero está claro que si llega ‘el del taco’, está solucionado, y eso que te llevas a la tumba, eso enriquece más que los números en una cuenta bancaria.
¿En qué proyectos está trabajando ahora?
Hemos montado una especie de estudio de dibujos animados, se llama El Buen Árbol. Lo he montado con un compañero que se llama Lucas Carrillo, un gran artista a todos los niveles, un dibujante excepcional que controla muchísimo todas las tecnologías. Nos hemos juntado y estamos llevando a cabo un sueño que teníamos desde pequeños, llevamos un año y pico trabajando en un vídeo musical que lo vamos a presentar ahora en otoño con un poco de suerte. La música es de una chica de Granada que se llama Lara Bello, tiene una trayectoria musical bastante potente y el vídeo que le estamos haciendo son siete minutos de dibujos animados de toda la vida, de los de ir frame a frame. Es una canción muy bonita y nos hemos metido en un tema muy sugerente, estoy muy ilusionado con esa historia.
Llevo muchos años pintando ya y voy a ver si cambio un poco más de soporte, me estoy echando al lienzo ahora. A mí la calle siempre me va a aportar lo que me ha aportado y eso no lo cambio en la vida, pero otras cosas superfluas que han ido después por la necesidad humana que tengo de subsistir, si las puedo transformar un poco para no pasar frío en invierno y calor en verano, mejor. Vamos a apostar un poco por esto y me va muy bien, estoy tranquilo.
¿Se considera un referente dentro de este mundo?
Espero que no, no creo que sea un ejemplo para nada.
¿Cómo es que se le reconozca a nivel internacional?
He pintado en algunos sitios por ahí, quieras que no, vas dando vueltas. Sí, a día de hoy hemos dado unas pocas vueltas y hemos estado en unos pocos sitios. De trabajar se te conoce, en esta vida se me han presentado muchas oportunidades de ir tirando por sitios de máxima promoción en poco tiempo, pero me gusta mi trabajo.
¿Cuál es para usted su mejor obra?
Tengo que pintar ahora una cosilla, así que espero que esa.
Si tuviese que elegir un sitio, cualquiera, donde pintar algo, ¿cuál le gustaría que fuese?
Hay sitios muy buenos, lo que pasa es que el problema de los sitios muy buenos es que necesitas montar un ‘follón’ muy gordo. A mí me gusta la vida tranquila. Tengo esos muros que me dices, los estoy viendo ahora mismo, pero me dan igual, me interesa más seguir pintando cotidianamente cosas tranquilas sin problema. Me hacía ilusión pintar la presa del Pantano de Rules, estaría bien, pero son cosas que como son tanto ‘follón’, prefiero pintar mis muros tranquilo.
No es tanto el valor del muro como el de la obra
Y el de la compañía, y el del momento… ¿sabes lo que te quiero decir? No se puede comparar una galería de arte en la que estás pintando un muro delante de gente que son súper entendidos en arte, pero no conoces a nadie. ¿Cómo vas a comparar eso con estar en un descampado por ahí perdido con tus colegas? Es otra historia, cada una te aporta algo distinto, pero ya es lo que tú valores.
¿Se ve dejando de pintar?
Con suerte esta vida va a ser muy larga, pero no lo sé, si algún día decidiera eso sería por algo. Ahora mismo desde luego que no.
¿Suelen denegarle muchos de los permisos que pide a la hora de pintar?
De los permisos que he pedido para muros que no son los que ellos han dicho no me han dado ninguno. Los sitios que han dicho ha sido porque lo hemos pedido nosotros, pero les hemos explicado que hay muchos más muros con esas características en muchos sitios y los muros que más interesan de los que hemos conseguido son los muros realmente libres, muros que tú llegas allí y, sin ningún tipo de permiso ni tener que presentar nada, pintas tranquilamente. Esos muros existen en Granada porque los hemos peleado. Lo que pasa es que aquí hay gente que pinta, y ya están pintados. El Ayuntamiento no puede pretender que nosotros nos dediquemos a pisarnos habiendo paredes, es una pérdida para la ciudad, se tienen que dar cuenta de que hay muros que están que da asco verlos, esa pieza que se acaba de pisar podría estar en otro sitio y habría un poco más de color en esta ciudad y estaría un poco más bonita. Estoy pendiente de tener una reunión a ver cómo lo quieren llevar.
Un graffiti tachado es una mancha, pero uno bien hecho decora la ciudad
Sí, son colores y duración para el muro. Estéticamente te puede gustar más o menos, pero para lo que había… muchas veces la gente se mete a crítico de arte porque sí, si esa pared te da igual, no la has mirado en tu vida, esto no va así. Es un poco compararlo con los espacios de tierra por la ciudad, ¿cuántos huecos hay por plantar? Mira que Granada es bonita, pero es bonito lo antiguo que tiene, hay paredes que podrían ser otra historia, podrían estar más en sintonía con lo que realmente nos gusta de Granada, el encanto que tiene, su ‘duende’… hay muchas zonas que eso no se ve por ningún lado, un poquito de color ayudaría, tiempo al tiempo, yo pienso que todo puede ocurrir.
Estas son algunas de las obras del Niño de las Pinturas de Granada:
Comentarios
2 comentarios en “El Niño de las Pinturas: “Hay veces que la historia empieza en la pared misma” | Galería”
concha toca
20 de agosto de 2016 at 01:01
Me parece un Genio y me avergüenzo de todos los problemas que en su tierra se le ha dado.
Sigue trabajando en la faceta que sea, lo tuyo es ARTE,así en mayúsculas. Gracias.
Andrés
20 de agosto de 2016 at 06:51
Si señor, hay que pelear por que la ciudad sea más bella. Y no sólo mirar por el ánimo recaudatorio...
...al fin y al cabo los sitios "publicos" son para uso y disfrute de todos los ciudadanos y mientras que las cosas se hagan con respeto, ilusión y tolerancia; porque no puedo mejorar o al menos intentarlo, dedicándole un tiempo en inversión económica a un espacio que está "olvidado".