El origen que no conocías de enclaves y personajes granadinos (IV) | Vídeo
La calle Buensuceso, el Corral del Carbón o el Paseo del Salón son algunos de los enclaves de nuestra ciudad por los que hoy damos una vuelta | ¿Conocen los granadinos sus historias?
Granada guarda secretos y enigmas en muchos de sus parajes y rincones. La ciudad de la Alhambra encierra en sus calles partes de su pasado, rinde homenaje a figuras históricas y ha hecho de sus monumentos un patrimonio único y que ha sido testigo de cómo el paso del tiempo ha mantenido intactas las referencias de sus habitantes y sus costumbres más arraigadas.
Cada esquina tiene un nombre y detrás una historia que proyecta una tradición que aúna un mestizaje de culturas y vivencias que dan como resultado la Granada que hoy es conocida. Hay calles, rincones y monumentos que tienen orígenes muy curiosos. Por ejemplo, ¿Sabías quién fue Ángel Ganivet? ¿Conocías el antiguo uso del edificio que hoy acoge la Biblioteca Municipal? Esta y más historias en este artículo que repasa la historia de algunos de los enclaves y personajes más ilustres de la capital.
Corral del Carbón, un lugar de mercancías
El Corral del Carbón es el monumento más antiguo que queda del legado árabe en la ciudad de Granada, y además, es la alhóndiga mejor conservada de la península. Estos edificios servían para albergar a comerciantes y sus productos. Tiene una historia ligada al pasado de los mercaderes granadinos. En tiempos, fue depósito de grano, almacén y hasta albergue de viajes; todo un punto de referencia en la economía de la ciudad.
Anteriormente llevaba el nombre de Alhóndiga Yidida y fue rebautizado como el Corral del Carbón tras la conquista castellana. Su motivo fue que allí se hospedaban los comerciantes del carbón y a día de hoy es el único edificio de estas características que se conserva íntegro en España. Uno de sus principales reclamos es su impresionante portada. Su acceso es gratuito y en el interior existe una fuente, que según cuenta la leyenda, recoge agua de los ríos Darro y Genil.
Calle Buensuceso y la Virgen María
Esta calle se encuentra en una de los rincones con más encanto de Granada, cruza en perpendicular con la céntrica Puentezuelas y se puede acceder a ella desde la plaza Trinidad. En la actualidad es una zona donde abundan negocios como estudios de tatuajes o librerías que dan un toque distintivo a la zona, pero su origen tiene más que ver con la tradición más eclesiástica.
Al parecer, esta calle debe su nombre a una antigua ermita que existió en el siglo XVIII en Granada. En ella, se rendía culto a la Virgen María o la Virgen del Buen Suceso, que es una de los apelativos por los que se la conoce. Además, llegó a tener una hermandad en la ciudad allá por el siglo XVI y XVII y fue una advocación muy extendida en la ciudad. De ahí ha derivado al nombre que existe hoy en día: Buensuceso.
Nada tiene que ver, como apunta algún vecino del lugar, con algún suceso "extraordinario" que ocurriera en su pasado. El nombre "Buen Suceso" también existe en otras ciudades como Madrid o Barcelona, donde se ha traducido por "carrer del Bonsuccés'.
Calle Ángel Ganivet, ilustres letras granadinas
En pleno centro de la capital se encuentra una de las calles que rinden culto a una de las más ilustres figuras de la literatura granadina. Se trata de Ángel Ganivet, nacido en Granada el 13 de diciembre de 1865 y que destacó por su labor como literato y filósofo en la última etapa del siglo XIX. Los vecinos del lugar conocen la trayectoria de Ganivet e incluso hay quien se atreve a citar partes de su bibliografía.
Este escritor está considerado por ser precursor de la generación del 98, y por ello, hay autores que incluso le incluyen en ella. Su trabajo destacó por tener un profundo sentido crítico, aunque también se le ha tomado como un autor contradictorio y ciertamente atormentado, pues se suicidó en Riga (capital de Letonia) en el año 1899, y de ahí que su obra haya quedado a la sombra de otras plumas más famosas que han transcendido a lo largo de los años.
Paseo del Salón, una calle con ritmo
Este rincón, que acompaña a parte del trayecto del río Genil a su paso por Granada, fue un bulevar tradicional y conocido como un paraje de paseos románticos para la burguesía de la ciudad. A día de hoy, sus zonas ajardinadas, regalan en otoño uno de los más agradables trayectos para recorrer entre hojas caducas.
El Paseo del Salón está directamente relacionado con lo que hoy es el edificio de la Biblioteca Municipal colindante a la vía. En su idea inicial fue ideado como una extensión del antiguo Casino de Puerta Real para que sirviera de salón de baile y ese fue su uso hasta que en 1931 las autoridades republicanas lo convirtieran en la biblioteca que hoy se mantiene en pie; su proyección de edificación data de 1917. De ahí el nombre 'Salón', que tiene más que ver con una cuestión de ritmo que con otra acontecimiento que viviera la ciudad.
Pasaje Diego de Siloé, arquitecto tras la Catedral
Detrás de la Catedral de Granada se encuentra una estrecha calle que rinde homenaje a uno de los principales arquitectos que dieron forma a la sede catedralicia. Es el artista burgalés Diego de Siloé, uno de los tres principales arquitectos que fueron construyendo y dando forma a este enclave de la ciudad que suma ya 495 años desde que comenzó su edificación.
Diego de Siloé nació en Burgos en 1495 y tuvo en Granada su obra cumbre con la edificación de la catedral. Prosiguió el trabajo iniciado por Enrique Egás y dejó su firma para la posteridad con piezas como la portada del Perdón (considerada como una obra de arte en miniatura) y que le ha servido para ser considerado como uno de los más grandes decoradores del Renacimiento español.
Tras su éxito con la sede catedralicia también participó en el diseño de otras obras como la iglesia de San Jerónimo, también en la capital, y las catedrales de Guadix y Málaga.
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