El 'pacto del codo'
Cuando se cumple un año de las últimas elecciones municipales que arrojaron aquel resultado de extraña aritmética a la hora de componer pactos de gobierno, esta mañana de jueves un acuerdo entre los socios PP y Cs, más el PSOE, la lista más votada, ha venido a desbloquear un atasco de cinco años en torno a las cuentas del Ayuntamiento. Sorpresas del coronavirus, pues desde la aprobación del último presupuesto municipal, en 2015, han mediado no solo una cita con las urnas sino la sucesión de tres alcaldes: desde Torres Hurtado (PP), que no terminó su mandato por el episodio conocido de la 'operación nazarí'; Francisco Cuenca (PSOE), que le sucedió en la alcaldía tras la renuncia acuciada del último alcalde popular, y Luis Salvador (Cs), el que mostró mejor regate para acceder al 'despacho noble' de la Plaza del Carmen desde su minoritario respaldo en las urnas de 2019.
De los tres citados, solo Cuenca está en la foto de este 'pacto del codo'. César Díaz, por el PP, y Manuel Olivares, por Cs, acompañan al ex alcalde que ha mostrado disposición ante la situación sobrevenida por los estragos del coronavirus. Era obligación de PP y Cs como socios de gobierno entenderse y forma parte de la lógica de esa coalición. La postura del PSOE es elogiable porque no todo su electorado o militancia entenderá este acuerdo con la derecha. En la misma disposición positiva de colaboración se había venido mostrando el grupo de Podemos y su portavoz, Antonio Cambril. Ha sido este grupo el que ha advertido de un acuerdo preexistente, el 'pacto por Granada', que abría a todos la cancha de juego y que tuvo en Podemos-IU sus primeros promotores. Se había abierto un plazo de un mes, "el horizonte" con el que definir las cuentas apropiadas para abordar las consecuencias de la crisis que sucede a la pandemia. El 'pacto del codo', por lo demás, deja en el extremo que le corresponde al grupo municipal de Vox, irrelevante en esta historia de presupuestos municipales para Granada. De ahí, la rabieta con la que acoge el entendimiento Cs-PP-PSOE, acusando a los dos primeros de "rendirse a aplicar políticas socialistas" en Granada.
Una vez más, la política municipal muestra mayor altura de miras y comprensión e inclinación al acuerdo, en contraste con las airadas formas de tensión permanente que se han instalado entre nuestros heraldos de la política nacional, empeñados en hacer imposible de palabra y obra cualquier atisbo de acercamiento. Aquí y ahora, del 'pacto del codo' a los 'codazos' para cuadrar un documento de veintidós puntos. A la propuesta que redactó en febrero el bipartito se añadirá una partida de cuatro millones de euros que incorporará por vía de enmiendas una modificación presupuestaria incluida en el documento final que se apruebe en el pleno.
Cuando todos estaríamos hablando de este aniversario de las elecciones municipales y el aniversario que le seguirá en pocos días, el convulso pleno en el que fue investido Salvador como alcalde en medio de unas conversaciones y resistencias que se extendieron hasta el mismo momento del inicio de la sesión y proyectaron la incertidumbre hasta el último voto del último concejal, irrumpe en la Plaza del Carmen este 'pacto del codo' que desplaza a un segundo plano ese 'dos más dos' que pendía sobre el debate, el pronóstico y la incertidumbre sobre la forma en que se abordará el 'paso del ecuador' del actual mandato municipal y el hipotético relevo en la alcaldía. Reparto de dos años en la planta noble de la Plaza del Carmen que, según pasan las semanas, va quedando en el recuerdo del tránsito por unos días de 2019 que no tendrán repercusión cuando en 2021, dentro de un año, estemos nuevamente en aniversario de aquellas urnas que conformaron las actuales corporaciones en España.
Por lo que respecta a este 'pacto del codo', atención también a sus firmantes. Cuenca, portavoz socialista, que mantiene el protagonismo de las siglas PSOE, muy deterioradas por la beligerancia nacional de la derecha en torno al Gobierno y sus errores de gestión, más la desaparición de 'los susánidas', pese al revés de hace un año cuando fue el candidato más votado pero tuvo que abandonar la alcaldía; César Díaz, el concejal que Granada nunca debió perder y cuya figura y relevancia se van agrandando a ojos vista con el discurrir de los días, con posturas y actitudes positivas que no estarán pasando desapercibidas en el PP local y provincial cuando haya que elaborar el cartel electoral, y Olivares, con la misma sonrisa y flexibilidad que exhibía en el anterior mandato, entonces en la oposición, firmando ahora este acuerdo mientras Salvador viajaba a los barrios en visita de inspección.
Faltaba Cambril y su ausencia quizá haya que explicarla en la 'urgencia' del PSOE por desplazar a Podemos al exterior de la fotografía de los codos y fagocitar para sí y la causa electoral socialista, esa imagen de moderación que los morados han mostrado suficientemente en estos doce meses de disposición a anteponer los intereses de Granada por encima de ideologías. En ese escenario de la política municipal, el 'pacto por Granada' sea por codos o a codazos, en que los granadinos son a fin de cuentas los beneficiarios del entendimiento entre grupos, hasta Vox, como representantes públicos que son elegidos por los granadinos, tiene un lugar.