El último inmigrante llegado a costas granadinas no lo hizo con vida. Lo encontró un barco pesquero a unos cuantos kilómetros de la costa. Pocas horas después aparecería otro cuerpo, el de otra persona que intentaba escapar de la pobreza, o de un país en guerra... de la miseria, al fin y al cabo. En total, en aguas del mediterráneo se han rescatado a más de 3.000 personas inmigrantes en lo que va de 2015. Los números reflejan una tragedia allende los mares, un reflejo de lo que pasa en países como Argelia, Senegal, Nigeria... y un largo etcétera de países africanos en los que el hambre y las balas empujan a la ciudadanía a huir. Y, sin embargo, la presión migratoria que recibe España no se acerca a la que soportan otros países del mediterráneo, como Italia o Grecia, a cuyas tierras han llegado este año 109.000 y 181.000 personas respectivamente.

El fenómeno no es nuevo, desde luego, ya que desde los últimos años del siglo pasado han llegado a las costas andaluzas miles de inmigrantes. Sin embargo, es ahora y con la llegada masiva de inmigrantes al Este de Europa, cuando la Unión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto. Desde Bruselas ya se ha propuesto que cada país acoja a cierto número de inmigrantes, una suerte de tasa de acogida que intenta paliar una situación desbordada en países como Grecia, que suman a esta crisis humanitaria su propia crisis económica. Sin embargo, desde el gobierno español ya se ha negado la posibilidad de acepta esa tasa. Según ha declarado en fechas pasadas el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, los 5.000 inmigrantes que debería acoger España "son demasiados" ya que "no se tiene en cuenta el elevado nivel de paro del país".

Desde el ministerio, muchas veces crítico con la falta de implicación de Bruselas en la lucha contra la inmigración ilegal, se ha cuestionado que la acogida de inmigrantes sea la solución a la presión migratoria de Italia o Grecia. Una presión migratoria que, comparada con la andaluza, queda diluida por el peso de las cifras. Sin ir más lejos, la última patera llegada a Granada lo hacía el 8 de agosto y traía con sigo 35 personas, un dato dramático que, sin embargo, palidece ante la llegada de decenas de miles de inmigrantes a las costas italianas.

EN ANDALUCÍA

Hasta puertos andaluces llegaron en los primeros siete meses del año 1.485 personas inmigrantes, a los que hay que sumar el rescate de otros 1.524 por parte de las autoridades marroquíes, que fueron coordinadas por los centros de salvamento andaluces. Así, en lo que va de año, Salvamento Marítimo ha rescatado a unos 1.047 inmigrantes más que en 2014. Según publica Europa Press, en Andalucía son cinco los centros de Salvamento Marítimo que operan en la costa, centros que trabajan con los puertos de Almería, Málaga, Motril, Huelva y Cádiz.

Hasta la fecha, la patera más numerosa que ha llegado a las costas andaluzas fue la que arribó en la Isla de Alborán el pasado 8 de agosto, y que traía consigo a 35 personas inmigrantes.

El último inmigrante llegado a costas granadinas no lo hizo con vida. Lo encontró un barco pesquero a unos cuantos kilómetros de la costa. Pocas horas después aparecería otro cuerpo, el de otra persona que intentaba escapar de la pobreza, o de un país en guerra... de la miseria, al fin y al cabo. En total, en aguas del mediterráneo se han rescatado a más de 3.000 personas inmigrantes en lo que va de 2015. Los números reflejan una tragedia allende los mares, un reflejo de lo que pasa en países como Argelia, Senegal, Nigeria... y un largo etcétera de países africanos en los que el hambre y las balas empujan a la ciudadanía a huir. Y, sin embargo, la presión migratoria que recibe España no se acerca a la que soportan otros países del mediterráneo, como Italia o Grecia, a cuyas tierras han llegado este año 109.000 y 181.000 personas respectivamente.

El fenómeno no es nuevo, desde luego, ya que desde los últimos años del siglo pasado han llegado a las costas andaluzas miles de inmigrantes. Sin embargo, es ahora y con la llegada masiva de inmigrantes al Este de Europa, cuando la Unión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto. Desde Bruselas ya se ha propuesto que cada país acoja a cierto número de inmigrantes, una suerte de tasa de acogida que intenta paliar una situación desbordada en países como Grecia, que suman a esta crisis humanitaria su propia crisis económica. Sin embargo, desde el gobierno español ya se ha negado la posibilidad de acepta esa tasa. Según ha declarado en fechas pasadas el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, los 5.000 inmigrantes que debería acoger España "son demasiados" ya que "no se tiene en cuenta el elevado nivel de paro del país".

Desde el ministerio, muchas veces crítico con la falta de implicación de Bruselas en la lucha contra la inmigración ilegal, se ha cuestionado que la acogida de inmigrantes sea la solución a la presión migratoria de Italia o Grecia. Una presión migratoria que, comparada con la andaluza, queda diluida por el peso de las cifras. Sin ir más lejos, la última patera llegada a Granada lo hacía el 8 de agosto y traía con sigo 35 personas, un dato dramático que, sin embargo, palidece ante la llegada de decenas de miles de inmigrantes a las costas italianas.

EN ANDALUCÍA

Hasta puertos andaluces llegaron en los primeros siete meses del año 1.485 personas inmigrantes, a los que hay que sumar el rescate de otros 1.524 por parte de las autoridades marroquíes, que fueron coordinadas por los centros de salvamento andaluces. Así, en lo que va de año, Salvamento Marítimo ha rescatado a unos 1.047 inmigrantes más que en 2014. Según publica Europa Press, en Andalucía son cinco los centros de Salvamento Marítimo que operan en la costa, centros que trabajan con los puertos de Almería, Málaga, Motril, Huelva y Cádiz.

Hasta la fecha, la patera más numerosa que ha llegado a las costas andaluzas fue la que arribó en la Isla de Alborán el pasado 8 de agosto, y que traía consigo a 35 personas inmigrantes.

El último inmigrante llegado a costas granadinas no lo hizo con vida. Lo encontró un barco pesquero a unos cuantos kilómetros de la costa. Pocas horas después aparecería otro cuerpo, el de otra persona que intentaba escapar de la pobreza, o de un país en guerra... de la miseria, al fin y al cabo. En total, en aguas del mediterráneo se han rescatado a más de 3.000 personas inmigrantes en lo que va de 2015. Los números reflejan una tragedia allende los mares, un reflejo de lo que pasa en países como Argelia, Senegal, Nigeria... y un largo etcétera de países africanos en los que el hambre y las balas empujan a la ciudadanía a huir. Y, sin embargo, la presión migratoria que recibe España no se acerca a la que soportan otros países del mediterráneo, como Italia o Grecia, a cuyas tierras han llegado este año 109.000 y 181.000 personas respectivamente.

El fenómeno no es nuevo, desde luego, ya que desde los últimos años del siglo pasado han llegado a las costas andaluzas miles de inmigrantes. Sin embargo, es ahora y con la llegada masiva de inmigrantes al Este de Europa, cuando la Unión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto. Desde Bruselas ya se ha propuesto que cada país acoja a cierto número de inmigrantes, una suerte de tasa de acogida que intenta paliar una situación desbordada en países como Grecia, que suman a esta crisis humanitaria su propia crisis económica. Sin embargo, desde el gobierno español ya se ha negado la posibilidad de acepta esa tasa. Según ha declarado en fechas pasadas el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, los 5.000 inmigrantes que debería acoger España "son demasiados" ya que "no se tiene en cuenta el elevado nivel de paro del país".

Desde el ministerio, muchas veces crítico con la falta de implicación de Bruselas en la lucha contra la inmigración ilegal, se ha cuestionado que la acogida de inmigrantes sea la solución a la presión migratoria de Italia o Grecia. Una presión migratoria que, comparada con la andaluza, queda diluida por el peso de las cifras. Sin ir más lejos, la última patera llegada a Granada lo hacía el 8 de agosto y traía con sigo 35 personas, un dato dramático que, sin embargo, palidece ante la llegada de decenas de miles de inmigrantes a las costas italianas.

EN ANDALUCÍA

Hasta puertos andaluces llegaron en los primeros siete meses del año 1.485 personas inmigrantes, a los que hay que sumar el rescate de otros 1.524 por parte de las autoridades marroquíes, que fueron coordinadas por los centros de salvamento andaluces. Así, en lo que va de año, Salvamento Marítimo ha rescatado a unos 1.047 inmigrantes más que en 2014. Según publica Europa Press, en Andalucía son cinco los centros de Salvamento Marítimo que operan en la costa, centros que trabajan con los puertos de Almería, Málaga, Motril, Huelva y Cádiz.

Hasta la fecha, la patera más numerosa que ha llegado a las costas andaluzas fue la que arribó en la Isla de Alborán el pasado 8 de agosto, y que traía consigo a 35 personas inmigrantes.

El último inmigrante llegado a costas granadinas no lo hizo con vida. Lo encontró un barco pesquero a unos cuantos kilómetros de la costa. Pocas horas después aparecería otro cuerpo, el de otra persona que intentaba escapar de la pobreza, o de un país en guerra... de la miseria, al fin y al cabo. En total, en aguas del mediterráneo se han rescatado a más de 3.000 personas inmigrantes en lo que va de 2015. Los números reflejan una tragedia allende los mares, un reflejo de lo que pasa en países como Argelia, Senegal, Nigeria... y un largo etcétera de países africanos en los que el hambre y las balas empujan a la ciudadanía a huir. Y, sin embargo, la presión migratoria que recibe España no se acerca a la que soportan otros países del mediterráneo, como Italia o Grecia, a cuyas tierras han llegado este año 109.000 y 181.000 personas respectivamente.

El fenómeno no es nuevo, desde luego, ya que desde los últimos años del siglo pasado han llegado a las costas andaluzas miles de inmigrantes. Sin embargo, es ahora y con la llegada masiva de inmigrantes al Este de Europa, cuando la Unión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto. Desde Bruselas ya se ha propuesto que cada país acoja a cierto número de inmigrantes, una suerte de tasa de acogida que intenta paliar una situación desbordada en países como Grecia, que suman a esta crisis humanitaria su propia crisis económica. Sin embargo, desde el gobierno español ya se ha negado la posibilidad de acepta esa tasa. Según ha declarado en fechas pasadas el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, los 5.000 inmigrantes que debería acoger España "son demasiados" ya que "no se tiene en cuenta el elevado nivel de paro del país".

Desde el ministerio, muchas veces crítico con la falta de implicación de Bruselas en la lucha contra la inmigración ilegal, se ha cuestionado que la acogida de inmigrantes sea la solución a la presión migratoria de Italia o Grecia. Una presión migratoria que, comparada con la andaluza, queda diluida por el peso de las cifras. Sin ir más lejos, la última patera llegada a Granada lo hacía el 8 de agosto y traía con sigo 35 personas, un dato dramático que, sin embargo, palidece ante la llegada de decenas de miles de inmigrantes a las costas italianas.

EN ANDALUCÍA

Hasta puertos andaluces llegaron en los primeros siete meses del año 1.485 personas inmigrantes, a los que hay que sumar el rescate de otros 1.524 por parte de las autoridades marroquíes, que fueron coordinadas por los centros de salvamento andaluces. Así, en lo que va de año, Salvamento Marítimo ha rescatado a unos 1.047 inmigrantes más que en 2014. Según publica Europa Press, en Andalucía son cinco los centros de Salvamento Marítimo que operan en la costa, centros que trabajan con los puertos de Almería, Málaga, Motril, Huelva y Cádiz.

Hasta la fecha, la patera más numerosa que ha llegado a las costas andaluzas fue la que arribó en la Isla de Alborán el pasado 8 de agosto, y que traía consigo a 35 personas inmigrantes.