El policía acusado de homicidio imprudente declara que llegó a "temer" por su vida
En 2008, el agente alcanzó con un disparo de advertencia a un presunto delincuente que falleció
El policía acusado de homicidio imprudente, después de que en una operación alcanzara con un disparo de advertencia a un presunto delincuente que falleció, ha declarado este martes en la Audiencia de Granada que "no le apuntó directamente" y que "no quería dispararle", sino que cesara en su actitud, dado que se estaba dirigiendo hacia él con una escopeta y llegó a "temer" por su vida.
La Fiscalía ha pedido para él tres años de prisión y la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante cinco años, así como inhabilitación para el ejercicio de su profesión durante el tiempo de la condena, según consta en el escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Europa Press.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 12 de abril de 2008, en una operación desarrollada en Cijuela (Granada) en el marco de las investigaciones que había realizado el grupo de atracos de la Policía Judicial de Granada para esclarecer diversos robos con violencia en la provincia en las que se empleaban armas de fuego.
Un grupo de agentes, entre los que se encuentra el acusado, vigilaban un inmueble de esta localidad, donde llegaron tres personas que se sospechaba que podrían formar parte del grupo de atracadores.
Durante la primera sesión del juicio en la Sección Segunda de la Audiencia, el acusado ha relatado que todos los integrantes del operativo eran conscientes de la "peligrosidad" de esta operación.
"Llegué a temer por mi vida", ha llegado a reconocer, explicando que se estaba enfrentando a una persona que "portaba un arma en las manos" y que, entre otros asuntos, estaba siendo buscado por tentativa de homicidio. Todo ello en el contexto de una situación de gran "estrés" por lo que estaba ocurriendo, pues algunos de los sospechosos estaban intentando huir y a otros compañeros del acusado llegaron a embestirles repetidas veces con uno de los coches.
Ha explicado que no quiso disparar al sospechoso directamente, sino que lo que pretendía era que cesara en su actitud. "Se estaba girando hacia mí con el arma", ha agregado. El fiscal sostiene en su relato que el acusado dijo 'alto, policía, al suelo" y realizó un disparo disuasorio al techo del garaje en el que se encontraba, pese a lo cual el ahora fallecido mantuvo en su mano la escopeta de cañones recortados.
Viendo cómo se giraba hacia él, este agente realizó dos nuevos disparos de advertencia y uno de ellos rebotó en el suelo y penetró en el cuerpo de uno de los sospechosos, ocasionándole la muerte. El juicio está previsto que continúe hasta el próximo 14 de marzo.