El PP critica que el Ayuntamiento haya trasladado el Bull Festival a la Huerta del Rasillo sin consultar con los vecinos de la zona
Los populares alertan de que el nuevo emplazamiento está muy próximo a la autovía de circunvalación “y eso puede conllevar muchos problemas de seguridad”
El grupo popular en el Ayuntamiento de Granada ha acusado al equipo de gobierno socialista de trasladar el Bull Festival, previsto para este sábado, del Camino de las Vacas a la Huerta del Rasillo sin consultar previamente con los vecinos que viven cerca del nuevo emplazamiento. Portavoces vecinales se han reunido hoy con concejales popular y con la portavoz del grupo, Rocío Díaz, para trasladarles su malestar y su queja ante una decisión que entienden injustificada y lesiva.
"El Ayuntamiento ha justificado el cambio de ubicación en un informe ambiental que supuestamente advierte de la presencia de amianto en la zona del Camino de las Vacas, donde tenía previsto celebrarse inicialmente. Los vecinos no tienen nada claro que eso sea cierto y, de hecho, algunos aseguran que con anterioridad se han realizado estudios que demuestran que no hay restos de esa sustancia nociva", aseguran los populares.
Además, el grupo popular ha solicitado formalmente al gobierno local que dé a conocer ese informe ambiental negativo, así como otro que precise si el festival cuenta con todas las autorizaciones preceptivas.
Unos y otros han coincidido en que lo determinante ha sido que los vecinos de la zona próxima a Camino de las Vacas “han sabido presionar”, algo que los que viven en las cercanías de Huerta del Rasillo no han podido hacer por "la sencilla razón de que nadie les ha consultado nada". “Cuenca ha actuado sin esa transparencia de la que tanto presume y ha demostrado que para él hay vecinos de primera y de segunda y a los que viven cerca de Huerta del Rasillo les ha dado claramente la espalda”, ha cuestionado la portavoz popular, mientras que los portavoces populares han matizado que el gobierno municipal sólo se ha puesto en contacto con ellos “cuando ya todo estaba decidido”. Y han advertido de que, si pretenden reunirse sólo para hablar de asuntos como la seguridad en los alrededores del recinto, se plantearán si aceptan ese encuentro o no, “porque eso es algo que tendrán que resolver ellos. Con nosotros tenían que haber hablado antes”, han insistido.
Entienden que un concierto de esas características, que previsiblemente congregará a 16.000 personas y se prolongará desde las doce de la mañana hasta al menos las tres de la madrugada, puede crear “muchos problemas de tráfico” y obligar incluso a cortar la autovía de circunvalación, con los efectos negativos que eso tiene. Además, tampoco saben cómo se va a gestionar la vigilancia por parte de la Policía Local, “que ya está bastante atareada como para que se le encargue un servicio extraordinario de esas características”, ha apuntado la concejal María Francés.