El PP de Huéscar critica la "falta de compromiso" del Gobierno local y la Junta con los barrios de casas-cueva
El municipio tiene inventariadas 782 cuevas, de las que el 48% son viviendas
El Partido Popular de Huéscar ha criticado la “falta de compromiso, de interés y de actuación en los barrios de casas-cueva de Huéscar” por parte del Gobierno local y la Junta de Andalucía. La portavoz local del PP oscense, Soledad Martínez, ha lamentado que, después de más de treinta años de Gobierno socialista en la Junta de Andalucía, haya lugares en Huéscar "que no reúnen las medidas mínimas de habitabilidad, con caminos de tierra intransitables, vertederos incontrolados o falta de alumbrado público".
“En muchas de estas casas-cueva viven familias con niños pequeños, en muchos casos, sin tener garantizada el agua potable o un alcantarillado digno”, ha recriminado Martínez, quien ha recordado que esos mismos vecinos “pagan sus impuestos en el Ayuntamiento, para que, a cambio, reciban un servicio irregular en la recogida de basura, un alumbrado deficiente y un saneamiento que deja mucho que desear”.
El municipio de Huéscar tiene 782 cuevas inventariadas, de las cuales, el 48% se destina a uso residencial. “Familias, cuyas condiciones de vida parecen no importar a las administraciones local y andaluza”, ha reiterado la portavoz popular, quien ha señalado que las lluvias empeoran las condiciones de las cuevas y su entorno.
“En algunos casos, estos vecinos no pueden tener unas condiciones higiénicas mínimas porque no tienen agua caliente para poder asearse. Los días de lluvia las calles se convierten en auténticos barrizales”, ha denunciado Soledad Martínez.
También, ha explicado que las lluvias provocan desprendimientos de tierras que se encuentran sin señalizar y que, unidos a un alumbrado deficitario, “se convierten en puntos de riesgo de accidentes, ante los agujeros y socavones provocados por hundimientos en las propias cuevas”.
Por ello, el grupo popular ha instado al equipo de Gobierno de Huéscar y a la Junta de Andalucía a que “asistan” a los vecinos de los barrios de casas-cueva, “que no los abandonen a su suerte y que, al menos, les garanticen unos servicios mínimos de habitabilidad”.