El Pregón del Costalero 2016 tuvo el sello de Joaquín Cros
Con un discurso basado en vivencias personales y anécdotas, el veterano costalero y capataz homenajeó la labor de los hombres de paso
Una vez más, la Hermandad de la Santa Cena Sacramental celebró el tradicional Pregón del Costalero en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada. En esta ocasión, Joaquín Cros García, hermano de esta cofradía, ha sido el encargado de pregonar al costalero, después de que fuese elegido en octubre por la Junta de Gobierno de esta corporación del Domingo de Ramos. Cros cuenta con una amplia trayectoria cofrade, ya que es también hermano del Santísimo Cristo de la Misericordia, de donde fue capataz hasta 2013 cuando su hermano tomó el relevo. Asimismo también lo es del paso de palio de María Santísima del Mayor Dolor, de la hermandad de los Escolapios.
Durante más de una hora, Joaquín Cros narró su historia personal dentro de la trabajadera, dando también a conocer a los asistentes el pasado y presente del mundo costalero de Granada.
El orador de este año fue presentado por el cofrade granadino Álvaro Barea, otro veterano del costal, que realizó una breve disertación acerca de la trayectoria de Cros como costalero, a la vez que resaltó la calidad humana y personal del pregonero de este año, al que le une una gran amistad.
Cros tomó el atril recitando unas Bienaventuranzas dedicadas a todos los costaleros para después nombrar algunos nombres importantes dentro del costal como Pepe Mora o Miguel Hurtado, entre otros; así como recordar aquellos primeros ensayos en las facultades de Derecho o aquellas primeras cuadrillas históricas.
Refiriéndose al costalero, afirmó “que no es un simple servidor de la hermandad” y que lo más importante debe ser la imagen que porta. De igual forma, definió al costalero como “compromiso con tu capataz, con tu cuadrilla, solidaridad con tu compañero, humildad con el esfuerzo, humildad con el trabajo, y sobre todo, amor, amor sin medida por Jesús y su bendita Madre, porque con ese amor habrá fuerzas para seguir adelante en los momentos más difíciles”. Con estas afirmaciones, reconoció así labor de los costaleros pioneros no profesionales.
Hizo mención también a que no hay nada más bello que un costalero pida libremente su ingreso en la hermandad, a tenor de que existen aún algunas cofradías que piden que un costalero debe ser hermano de esa corporación para poder llevar ese paso por las calles, y aludió a que sí eso ocurre, significará que el trabajo de los dirigentes ha estado bien hecho. En este sentido, pidió de nuevo un reconocimiento al costalero, ya que “todos pueden ser hermanos, pero no cualquier hermano puede ser costalero”.
Otra parte estuvo dedicada a los ensayos de las cuadrillas, que en tiempo de Cuaresma ocupan las calles de la ciudad, centrándose especialmente en los barrios por antonomasia si nos referimos al costal, ya que aglutinan la mayor nómina de costaleros, como son Realejo, Albaicín, Zaidín y en los últimos tiempos, barriadas como La Chana, donde sus calles son tomadas por muchas parihuelas en frías noches de invierno.
Antes de explicar la particularidad de cada barrio, recordó a los asistentes aquellos primeros ensayos largos e interminables, que llegaban hasta Carrera Oficial y Catedral, pasando por Plaza de Bibarrambla.
Volviendo a los barrios, al Realejo lo identificó como “el genésis”, al Albaicín como “es costal y faja, salero y compás bajo palio, misteriosos poderosos con zancadas largas y ‘mercías’ suaves”, mientras que el Zaidín lo identificó como “horas y horas debajo del paso y más chicotás”.
En referencia a este último, mencionó que actualmente ya muchas de las cuadrillas van dobladas o triplicadas, para mitigar el esfuerzo de los costaleros de este barrio.
En este recorrido por los barrios de Granada, nombró a algunos de sus protagonistas como Sánchez Osuna, Barrales, Ibañez, Carvajal, Carranza, Méndez, Pérez Romero, Cordones, Ortega, Barroso, García Morón o Sánchez Martín, entre otros.
No obvió tampoco citar la gran labor que hace la mujer costalera, de la que afirmó que cada vez son más las mujeres que se meten bajo los pasos cada Semana Santa.
Si el comienzo de este pregón fue intentar dar una definición de qué es el ser costalero, la completó afirmando que “no todos los costaleros pueden ser amigos íntimos pero debe de existir un lazo que una en momentos de dificultad, y ese vínculo permitirá la solidaridad y el compañerismo”.
Dedicó también palabras a aquellos costaleros del Silencio que solo escuchan el arrastrar de las zapatillas por las calles o a lo lejos el sonido del tambor.
En este emotivo pregón no faltaron las menciones especiales a Pepe Carvajal, el que fue capataz del Corpus Christi o a Rafael Collantes Díaz “Tete”, el costalero veteranísimo de la Santa Cena, que provocaron los aplausos de los asistentes, al igual que en muchas ocasiones durante el pregón, o también como las risas suscitadas cuando Cros contó muchas de sus anécdotas vividas en estos años.
Terminó el pregón dedicándolo a sus padres, a su esposa y a María Santísima de la Victoria, momento en el que Francisco Barroso, hermano mayor de la Santa Cena, entregó la ‘Granada de Oro’ a Joaquín Cros como pregonero del costalero del presente año.
Cabe destacar que este año el Pregón no ha tenido lugar un sábado, sino que se ha realizado en la mañana del último Domingo de Cuaresma, como ocurría en los primeros tiempos que comenzó a pronunciarse, costumbre que la hermandad tiene intención de recuperar.