El preludio de una pesadilla
El 1 de noviembre de 1987, cuando esta fecha aún era conocida como el Día de Todos los Santos y la celebración de Halloween parecía una tradición difícilmente exportable a la sociedad española, el Granada CF viajó a Madrid para enfrentarse al Rayo en la novena jornada de liga de la Segunda División.
Por aquel entonces, el entrenador del conjunto nazarí era el ínclito Joaquín Peiró, un histórico del fútbol español, que pretendía reverdecer las viejas glorias rojiblancas en el año del regreso a la División de Plata. Para ello, el técnico contaba con una plantilla reforzada por el futbolista más mediático de la categoría: Lalo Maradona, el hermanísimo de Diego Armando, que apenas un año y unos meses antes había alzado la segunda Copa del Mundo de la historia de Argentina.
Así las cosas, la campaña empezó de maravilla para los granadinistas, que obtuvieron buenos resultados en el arranque y se situaron en las posiciones de cabeza. Los más optimistas, incluso, se atrevían a vaticinar un regreso a Primera sin detenerse en Segunda, una hazaña que sí lograron los rojiblancos, pero más de dos décadas después.
El caso es que aquel 1 de noviembre el rival era el Rayo Vallecano, un equipo con buenos mimbres y capacitado para acabar en la parte alta de la tabla, como de hecho así fue al final de la campaña. Felines dirigía a un equipo que solo perdió dos partidos en casa a lo largo de toda la temporada. Uno de ellos, ante el Granada CF.
Aquel día los chicos de Peiró formaron con Toni, Lina, Leo, Pedro, Castillo, Choya, Peso, Miguel Villaverde, Ramón, Delgado y Lalo Maradona. También jugaron Víctor y Antonio Calvo Coria. Castillo y Villaverde marcaron en el primer tiempo para los rojiblancos e hicieron inútil el tanto de Zapatera en las postrimerías del duelo. 1-2. Esa victoria fue el principio del fin.
El Granada CF, que se había situado segundo tras el triunfo en Vallecas, perdió sus seis siguientes compromisos ligueros. No volvió a ganar hasta el 10 de enero de 1988. Al menos, en competición oficial, porque el 18 de noviembre de 1987 los rojiblancos derrotaron, en Los Cármenes, al Malmöe, en el mítico partido en el que Maradona, el de verdad, se enfundó la camiseta del conjunto nazarí para jugar un amistoso junto a sus dos hermanos.
Anécdotas memorables aparte, el resto de la temporada fue un completo desastre. Peiró fue despedido y relevado por Ruiz Sosa en el cargo, pero ni por esas. El Granada CF descendió a Segunda División B. No volvió al fútbol profesional hasta el 2010. Después del triunfo en Vallecas, llegó la decadencia, el inicio de la etapa más oscura de la historia del club. Los nazaríes no han vuelto a ganar jamás al Rayo en su campo. Este sábado (18.00 horas) tendrán otra oportunidad.