"El Premio Princesa Asturias es el reconocimiento de una medicina basada en valores"

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios recibe hoy un merecido Premio Princesa de Asturias de la Concordia, un reconocimiento a cinco siglos de solidaridad a lo largo y ancho de todo el mundo, nacida en Granada

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El médico Guillermo Vázquez, durante la entrega de los premios San Juan de Dios | Foto: Carlos Gil
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Hoy a partir de las 18:30 tiene lugar en Oviedo la tradicional entrega de los Premios Princesa de Asturias. Unos galardones que en esta edición reconocen en la categoría de la Concordia a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Nacida en Granada, con más de 500 años de existencia dedicada a la solidaridad y repartidos en los cinco continentes, el premio que hoy recibe la orden sirve de altavoz para llamar la atención sobre los más necesitados. Guillermo Vázquez Mata es un médico granadino que lleva ocho años cooperando con la orden y recibe junto a los Hermanos el galardón. Hablamos con él para conocer sus impresiones.

¿Qué supone para la Orden San Juan de Dios la obtención de este Premio Princesa de Asturias?

Creo que es un reconocimiento para la orden de una medicina basada en valores que se apoya y cubre a la población vulnerable de los países en vías de desarrollo. Y esta es una línea maestra que define a la Orden de San Juan de Dios a lo largo de 500 años. Este reconocimiento saca a la luz este valor que es fundamental.

¿A qué puede ayudar este reconocimiento, a qué puede contribuir?

Creo que tiene que tener una repercusión directa en lo que yo llamaría el orgullo de una orden religiosa española, y en concreto granadina, de extensión universal, que está en todos los continentes, se reconozca con el Premio Princesa de Asturias. Que los ciudadanos en general hemos de colaborar de colaborar, hemos de ayudar y de dar todo lo que la orden necesite para que toda esa labor que están realizando, pueda tener los recursos que necesitan para poder llevarla a cabo.

Usted me decía que va a recoger el premio en compañía de más gente, ¿quién le acompaña?

Pues el que lo viene a recoger y que lo recibe en mano es el Hermano Mayor de la orden, que vive en Roma y ha venido específicamente para esto. También viene el Hermano Mayor de la orden en África, que es un Hermano africano, nativo africano, algunos Hermanos españoles, un voluntario, que soy yo, y algunos de los representantes de esta atención a la población vulnerable.

¿Y quién no les acompaña, de quienes se van a acordar durante la recogida del premio?

Ah, hombre, es una pregunta muy interesante...Creo que todos nosotros tenemos presentes a todos los hermanos y trabajadores de salud, médicos, enfermeras que murieron en los hospitales de la orden en Sierra Leona y en Liberia, donde hubo la epidemia de ébola.

En su labor, este ha sido quizá el momento más duro...

Creo que el haber estado en Hospital Saint Joseph, de Liberia, que fue el hospital que se cerró porque al inicio de la epidemia de ébola con el fallecimiento del Hermano Blanco, que todos conocemos, sino también con la muerte de Hermanos africanos, de monjas, de médicos... pues volver a ese hospital para colaborar en la reapertura del mismo, tiene una carga emocional muy fuerte. Son cosas que en la vida te ocurren pocas veces: asistir a una epidemia como la del ébola y vivirla dentro de este hospital que se había cerrado.

Como se vuelve a poner en marcha, como los Hermanos vuelven a transmitir confianza a todos los trabajadores que se habían ido. Como se reorganiza el hospital y como, en lugar de tratar a los enfermos de ébola, que es lo que toda la gente hacía en esos momentos, se atiende a todos los enfermos olvidados. Son los enfermos que habían salido de imagen, salido de la foto. Por ejemplo las mujeres embarazadas con embarazos complicados, los niños con malaria, que nunca sabías si ese niño o esa mujer, además del problema médico que tenían, podrían estar contagiados de ébola. Poder abrir ese hospital otra vez tuvo, por parte de los Hermanos de San Juan de Dios y del personal africano, un mérito excepcional.

¿Y el momento más gratificante que usted recuerde?

La llegada del primer niño que nació en el hospital.

Aparte del ébola, le oí hablar en una rueda de prensa de los cánceres africanos, de esas otras enfermedades permanentes, ¿Qué otras necesidades tiene África?

En estos momentos África tiene una serie de enfermedades que la gente desconoce, pero que existen. A medida que se va controlando mejor la malaria y otras enfermedades tropicales, están emergiendo una serie de enfermedades a primera línea de importancia. Y en esta primera línea, hay una serie de cánceres africanos o que predominan en Áfricano, como por ejemplo el linfoma de Burkitt, los sarcomas de partes blandas..entonces nosotros recaudamos dinero a través de la Carrera Fiesta de la Salud, para podérselo enviar a los hermanos de San Juan de Dios, para que puedan tratarse este tipo de cánceres que tratados, la mayor parte de ellos se curan.