El programa PICE, eje de la reconciliación entre el joven y la empresa
Desde su lanzamiento en 2015, más de 3.100 empresas se hayan inscrito en el PICE | Andalucía encabezaba la lista de regiones con más compañías inscritas
La temporalidad y la parcialidad suponen dos de las grandes lacras del trabajador joven, que contempla con frecuente frustración como estas condiciones figuran en su contrato de trabajo. Así lo expresa un informe de UGT publicado el pasado mes de abril: dentro del grupo de empleados españoles menores de 35 años, el 57% había firmado contrataciones temporales, mientras que el 55% desarrollaban su labor en jornada parcial.
No obstante, resulta obvio que mejorar la empleabilidad juvenil tiene mucho que ver con el compromiso de las grandes, medianas y pequeñas compañías. En este sentido, el Plan Integral de Cualificación y Empleo (PICE) es una de las estrategias que más decididamente apuesta por fomentar el contacto entre el empresario y los jóvenes talentos.
Enmarcada en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil y promovida por la Cámara de Comercio, el PICE concede ayudas a la contratación de hasta 4.950 euros a aquellas compañías que decidan contar entre sus filas con alguno de los beneficiarios del programa. Las únicas condiciones son que el usuario haya recibido una orientación vocacional en cualquiera de las Cámaras regionales, y que la duración mínima del contrato sea de medio año.
De esta manera, no es de extrañar que desde su lanzamiento en 2015, más de 3.100 empresas se hayan inscrito en el PICE. Entre ellas, el comercio, la industria manufacturera y la hostelería son los sectores más habituales. Asimismo, por comunidades autónomas y según datos oficiales de hace un año, Andalucía encabezaba la lista de regiones con más compañías inscritas en el programa (más de medio millar). La seguían Valencia (394) y Canarias (354).
En lo que al emprendimiento respecta, el programa dispone de ayudas para aquellos usuarios del Sistema de Garantía Juvenil que se decanten por el autoempleo. Se trata tanto de subvenciones de 1.800 euros para inicio de actividad económica como de talleres informativos.
Con todo, el empresario que ha efectuado alta en el PICE adquiere un compromiso con el empleo juvenil, y acude a una Cámara regional cuando requiere cubrir una vacante. A cambio, la entidad le pondrá en contacto con un joven adecuadamente formado y con interés en dicha área de trabajo.
El objetivo primero de la estrategia es reducir el paro joven español, que con un 38,6% de desempleados menores de 25 años lidera actualmente el ranking de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Una situación que se ve agravada por los fuertes contrastes salariales entre los grupos de trabajadores jóvenes y adultos: mientras los primeros cobran 11.568 euros anuales de media, los segundos perciben un sueldo de 21.621 euros al año, tal y como afirman datos de UGT.
En este escenario, el habitual durante los últimos años, los jóvenes se topan con soluciones recurrentes: el emprendimiento, que ha rejuvenecido hasta situarse en los 30 años de media; la marcha al extranjero (que protagonizaron más de 62.000 jóvenes durante el primer semestre de 2016); o la inscripción en programas estatales de confianza que velan por la inserción, como es el caso del PICE y, en general, de la Garantía Juvenil.