El Punto G, una explicación científica

A parte de las definiciones que unos y otros aporten del Punto G, lo importante para los investigadores es la estimulación de esta zona

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El comúnmente conocido como Punto G, tiene un nombre propio: Punto Gräfenberg, que denomina un pequeño eje del área genital de las mujeres localizada internamente detrás del pubis y alrededor de la uretra. Algunas mujeres aseguran que se trata de un área erógena, la cual, una vez estimulada, puede llevar a la excitación sexual fuerte, poderosos orgasmos y la eyaculación femenina.

Aunque el punto G ha sido estudiado desde 1940, persiste el desacuerdo en cuanto a la definición de su existencia como una estructura orgánica distintiva. Un estudio británico realizado en 2009 concluyó que su existencia no está comprobada y es subjetiva, basándose en cuestionarios y experiencias personales. Otros estudios, usando ultrasonido, encontraron evidencia fisiológica del punto G en las mujeres que declaran haber tenido orgasmos durante el coito. Existe también la hipótesis de que el punto G es en sí eje interno de la vagina y el clítoris y que esto es la causa de los orgasmos. La investigadora Odile Buisson afirma que "el punto-G no era un botón mágico, era una zona de la vagina desde donde contactar indirectamente con el clítoris interno".

A parte de las definiciones que unos y otros aporten del Punto G, lo importante para los investigadores es la estimulación de esta zona. Emmanuel Giannini y Odile Buisson, en estudios realizados para la Universidad de Florencia, han investigado la anatomía sexual, humana en acción, lo que implica un cambio de paradigma para estudiar el Punto G. Para ellos ya no se trata de un punto en particular, sino de un eje dentro de la vagina. A diferencia del pene, que es rígido y arqueado, el clítoris, principal órgano de estimulación, es un sistema móvil y flexible que trabaja rítimicamente en conjunto con la uretra, la pared vaginal y la red de nervios, músculos y glándulas. La estimulación consistiría en encontrar en cada mujer el eje interno, que coordina el ritmo de todo el conjunto vaginal.

MUJERES QUE HAN ENCONTRADO SU PUNTO G

La mayoría de las mujeres se masturba estimulando la zona del clítoris. Una cuarta parte de ellas suelen añadir también el estímulo vaginal introduciéndose sus dedos para incrementar la sensación placentera. Pero el estímulo exclusivo de la vagina para masturbarse es un procedimiento minoritario, a pesar de lo que muestran las películas pornográficas.

Las mujeres suelen utilizar los dedos para masturbarse. Estimulando el clítoris indirectamente al frotarlo a través del prepucio del clítoris o, menos frecuentemente, estimulando directamente el glande del clítoris. Suelen lubricarse los dedos, sobre todo si estimulan directamente el glande del clítoris, bien introduciéndolos de vez en cuando en la vagina para extender su humedad al clítoris o, bien, mojándolos con su propia saliva.

La gran mayoría de las mujeres se masturban acostadas, o en el baño, y con las piernas abiertas, un 10% lo hace boca abajo y las piernas más juntas o muy juntas. La mitad de estas últimas no emplean los dedos para masturbarse, sino que se frotan contra una almohada, el rebujo de las sábanas o montando algún peluche. El 3% de las mujeres se masturba en cualquier postura simplemente contrayendo los muslos. Otro 2% lo hace empleando el chorro de agua de la ducha o la bañera. Y existe un 2% más que lo hace sin manos, estimulándose sólo con fantasías. A pesar de las numerosas técnicas existentes para masturbarse, la mayoría de las mujeres (71%) suelen serle fiel a una de ellas durante toda su vida.

POSICIONES PARA QUE LAS MUJERES ALCANCEN EL ORGASMO

Una de las posiciones más recomendadas es la posición donde la mujer se encuentra arriba del hombre. Si eres mujer, prueba esta posición primero porque te permitirá controlar la profundidad y el ángulo de penetración. Puedes inclinarte hacia atrás sobre los muslos de tu compañero, apoyándote con tus brazos, si estás de frente a él. También puedes realizar esta posición dándole la espalda e inclinarte hacia su abdomen y pecho. Al inclinarte, varias el ángulo de penetración y lo diriges hacia la pared frontal de tu vagina que es donde se encuentra el punto G. Recuerda mantener la penetración superficial, es decir, a unos cinco centímetros de la entrada de tu vagina.

Otra posición recomendada para estimular el punto G, es la posición donde el hombre penetra a la mujer por detrás. Esta es la posición llamada “estilo perrito”. Tiene diversas variantes y todas ellas funcionan bien ya que permiten un ángulo que facilita el contacto con la pared anterior de la vagina. La mujer puede estar apoyada en sus manos y rodillas o puede estar completamente tendida sobre su abdomen con las piernas estiradas, mientras su pareja la penetra desde atrás.

También puedes utilizar la clásica postura del “misionero”, es decir, el hombre arriba de la mujer, para lograr hacer contacto con tu punto de placer. Para ello, haz la siguiente variante: coloca una almohada o cojín debajo de tus caderas y coloca tus pies sobre los hombros de tu compañero, o tus rodillas sobre su pecho. Cuando elevas tus piernas cambia el ángulo de penetración y por ello es mucho más fácil llegar hasta la zona anterior donde se localiza el punto G.