El Real Valladolid, un rival en apuros
En el tiempo de descuento del partido entre el Real Madrid y el Celta, Cristiano Ronaldo marcó el tercer y definitivo gol del conjunto de Ancelotti gracias a un gran pase de Gareth Bale. El tanto, aparentemente irrelevante, sirvió para que los vigueses cayesen, por el average, a los puestos de descenso a Segunda División, en beneficio del Real Valladolid, que, gracias al abultado triunfo de los blancos y al punto que sumó, en el José Zorrilla, ante el Real Betis pudo cerrar la jornada en la decimoséptima plaza.
No obstante, pese a encontrarse fuera de los puestos de descenso, la situación del cuadro de Juan Ignacio Martínez dista mucho de ser buena. El conjunto pucelano solo ha logrado tres triunfos en lo que va de temporada, acumula 16 puntos y las críticas hacia su juego desde varios sectores de la prensa y de la afición de Valladolid se endurecen por momentos.
Sin ir más lejos, tras el último partido de Liga, en el que el equipo blanquivioleta empató, en casa (0-0), ante el Real Betis, los análisis apuntaron a la ausencia de un juego fluido y a la excesiva dependencia de determinados jugadores, como el veterano mediapunta Óscar, que, con una sinusitis, solo pudo participar durante quince minutos, o como el alemán Patrick Ebert, que continúa con los problemas de lesiones que ya arrastró a lo largo de la pasada temporada y que le impedirán estar en el duelo del Nuevo Los Cármenes.
De este modo, el Real Valladolid solo ha podido lograr un triunfo en las últimas ocho jornadas. Eso sí, ante un rival directo. Fue el pasado 16 de diciembre, en el José Zorrilla, ante el Celta, precisamente el equipo al que precede en la tabla. Aquella tarde, Javi Guerra anotó un hat trick para tumbar a los de Luis Enrique.
Precisamente, Javi Guerra, es el pichichi del cuadro de Juan Ignacio Martínez. El delantero malagueño está completando su mejor temporada en Primera División, con unas cifras anotadoras dignas de un atacante de primer nivel. Sus once goles, los mismos que llevan Alexis y Pedro, le han hecho afianzarse en el once titular, en detrimento de Manucho, que el año pasado gozó de más oportunidades con Djukic.
En cuanto al resto del bloque, la solidez de Mariño en la portería, las buenas actuaciones de Rukavina en el perfil diestro y el control del juego de Álvaro Rubio, que no podrá estar en Granada por acumulación de amonestaciones, completan la base de un equipo que busca el control de la pelota e intenta no descomponerse en exceso para facilitar su transición a las acciones defensivas.
Sea como fuere, las cosas no están funcionando para los de Juan Ignacio Martínez, y menos fuera de casa, donde tan solo han sumado un triunfo, en Vallecas (0-3). El Granada CF tratará de aprovechar esta coyuntura para hacerse con los tres puntos ante un rival en apuros.