El sarcófago romano contiene un esqueleto de un varón joven y no conserva ajuar
Las muestras tomadas para su análisis arrojarán más datos antes de su restauración y exposición en el Arqueológico
El delegado territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Cultura y Patrimonio Histórico en Granada, Antonio Granados, acompañado por el director de la excavación de Villamena, Ángel Rodríguez Aguilera, ha presentado las primeras conclusiones provisionales tras haber sido excavado la totalidad del interior del sarcófago romano. Éstas indican que el individuo inhumado es un adulto, joven, de sexo masculino, cuyas características biológicas serán determinadas en el análisis de laboratorio, y que no conservaba restos de ajuar.
Antonio Granados ha destacado la labor de coordinación en todo el proceso de investigación entre el equipo multidisciplinar y los responsables institucionales, así como el papel del director del Museo Arqueológico, Isidro Toro y del arqueólogo jefe de la delegación de Cultura y Patrimonio Histórico, Juan Cañavate, para que todo el proceso se ajuste a la normativa y se realice con las máximas garantías.
De hecho, ha resaltado que la Consejería de Cultura ha estado pendiente en todo momento de los pasos que se han dado y ha anunciado que, cuando se tengan las conclusiones definitivas dentro de unos meses, el sarcófago se restaurará y se exhibirá en el Museo Arqueológico de Granada.
Por su parte, Rodríguez Aguilera ha afirmado que “hay pruebas de que la tumba fue abierta al poco tiempo del enterramiento, cuando aún no se había producido la esqueletización de todo el cuerpo, conservando algunos tejidos blandos. En ese momento, probablemente unos meses tras el entierro, se hicieron algunos rituales consistentes en la alteración de algunos elementos del cuerpo, como por ejemplo la rótula, el cráneo y el pie”.
En este sentido, ha explicado que los rituales “no podemos determinarlos en este momento pero estamos elaborando una investigación más profunda sobre esta cuestión porque ya ha sido observada tanto en la necrópolis de Los Mondragones como en la que apareció en las obras del Metropolitano, en el camino de Ronda, esquina con calle Recogidas”. Así, ha afirmado que “la caracterización de estos ritos es quizás lo más sobresaliente desde el punto de vista histórico y arqueológico”.
El director de la excavación del sarcófago también ha señalado que a los pies del cuerpo han aparecido numerosas tachuelas o remaches de hierro que podrían responder “bien a que el cuerpo pudo estar cubierto con una pieza de cuero o tela recia con remaches que fue retirada en el momento en el que se abrió la tumba para realizar esos rituales y fue colocada doblada a los pies del esqueleto” u otra posibilidad más plausible es que “se trate de la base de una caliga, calzado militar utilizado por los legionarios y otros cuerpos del ejército. Debe ser contrastado y confirmado en fase de estudio”.
Ángel Rodríguez ha precisado que “se han tomado muestras para determinar la cronología por medio del carbono 14, muestras para análisis de paleoparasitología; muestras en las costillas para análisis de isótopos óseos y muestras del metal para análisis del mismo. También se ha recogido el 90% del sedimento del interior del sarcófago”. A este respecto, ha comentado que los resultados de todas las pruebas realizadas más las que aún quedan por realizar tardarán meses en arrojar información sobre el individuo, el sarcófago y desde punto de vista histórico, que “es quizá lo más interesante para nosotros, conocer datos de la Granada romana”.