El sexo pasa factura a los pacientes con asma
El 79 por ciento de los pacientes con asma reconoce que la enfermedad afecta de forma negativa a sus relaciones sexuales
El trabajo, realizado en diferentes países incluido España, donde se encuestaron a 300 pacientes, incluía a pacientes en tratamiento que, a pesar de ello, siguen experimentando síntomas. Algo que le sucede a la mitad de los afectados por esta patología debido a "la falta de adherencia al tratamiento y también a un mal uso del inhalador", ha explicado Vicente Plaza, jefe del Servicio de Neumología del Hospital de Sant Pau de Barcelona.
Así, la encuesta muestra como más de la mitad de los asmáticos admite haber sufrido una limitación en sus relaciones por culpa de la enfermedad, llegando a impedir por completo mantener cualquier tipo de relación en un 13 por ciento de los casos.
Los pacientes asmáticos sufren episodios recurrentes de sibilancias, disnea, presión torácica y tos que pueden afectar significativamente a su vida profesional, social, física y emocional. Además, estos síntomas pueden agravarse a periodos de deterioro más graves denominados exacerbaciones, que hacen que se produzca un elevado riesgo de sufrir ataques de asma potencialmente mortales.
Así, la encuesta también muestra como el 80 por ciento de las personas asmáticas manifiestan que la enfermedad les ha afectado en mayor o menor medida a su productividad en el trabajo, llegando a impedir que trabajen al 12 por ciento de las personas encuestadas. De media, según los resultados, pierden unas 3,9 horas de trabajo a la semana por culpa de los síntomas.
Además, el asma provoca un deterioro físico y mental sobre estos pacientes, ya que se ha visto que durante su jornada laboral el 31 por ciento se siente cansado o débil, el 22 por ciento manifiesta estar estresado mentalmente y el 14 por ciento deteriorado físicamente.
PROBLEMAS PARA DORMIR
Y más allá del trabajo, el asma también supone un obstáculo para actividades cotidianas como dormir, ya que el 80 por ciento de los encuestados tiene problemas para conciliar el sueño.
"Estos nuevos datos ponen de manifiesto el alto grado de afectación que el asma produce sobre la vida del paciente, perturbando tanto su capacidad de trabajo como la actitud para realizar actividades de la vida diaria, como tareas domésticas, ir de compras, practicar ejercicio y cuidar de niños o hasta mantener relaciones íntimas", ha reconocido Plaza.
Pese a ello, Plaza anima a los pacientes a que "no se conformen con estar medio bien o medio mal y que no piensen que por ser asmáticos es normal que tengan algunas limitaciones".
"Hoy en día disponemos de nuevos y diferentes tratamientos que, afortunadamente, proporcionan una mayor eficacia. De hecho, en la actualidad lo habitual es que con un tratamiento apropiado el paciente pueda hacer vida completamente normal, incluso también practicar deporte, ya que hay deportistas de alto nivel que tienen asma y que alcanzan sus metas incluso con éxito", ha destacado.