El supuesto agresor de 70 años detenido el pasado jueves niega la venganza como motivo del ataque al asesino de su hija
El detenido explica que le abordaron en la calle e intentaron robarle y que fue este atracador quien sacó una navaja
El anciano de 71 años que fue detenido el pasado jueves en Granada tras presuntamente agredir con un arma blanca al hombre que asesinó en 1985 a su hija de cuatro años afirma que en ningún momento actuó movido por las ansias de venganza, sino que esta persona "le abordó en la calle e intentó robarle", siendo él quien supuestamente sacó una navaja.
El anciano mantiene que fue un "encuentro casual" y ni siquiera habría reconocido en un primer momento al asesino de su hija, pues "se enteró de su identidad en la Comisaría de Policía", durante su declaración tras la pelea, según ha relatado a Europa Press su abogado, Francisco Mellado.
El asunto está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 9 de Granada, que tras tomar declaración la semana pasada al anciano lo dejó en libertad a la espera de que se esclarezcan unos hechos que el instructor considera "confusos" en relación a "quién agredió a quién y por qué", según detallaron a Europa Press fuentes judiciales.
Para avanzar en la investigación el juez ha citado para el próximo 27 de abril al hombre presuntamente agredido, de 54 años, y el 8 de mayo a un testigo de lo ocurrido.
Además, la defensa del anciano ha puesto en conocimiento del Juzgado esta mañana la existencia de una posible testigo, una comerciante de la zona, que ha declarado en un programa de televisión que vio al hombre de 54 años "lesionarse" antes de que llegara la Policía y su pretensión es que sea localizada para que declare.
El letrado afirma que su cliente se desplazó a la calle Pedro Antonio de Alarcón donde ocurrieron los hechos porque estaba acompañando a su hijo al médico y que el asesino de su hija -cumplió 23 años de condena por ello- le pidió dinero. El hombre, que "siempre lleva el dinero en el bolsillo de la chaqueta", se negó y "el otro sacó una navaja", relata Mellado.
Incide en que su cliente tiene 71 años y un estado de salud delicado: "Ha sufrido varios ictus, una angina de pecho, tiene la visión reducida en un ojo y por el otro no ve nada". De hecho, sostiene que no reconoció al asesino de su hija en el momento de los hechos, y que cuando la Policía le desveló su identidad sufrió un ataque de ansiedad, extremos todos ellos que, según agrega el letrado, "constan en las actuaciones".
También ha hecho constar la Policía al juez que el presunto agredido sí identificó al anciano, dijo conocer su apodo y relató el mismo a los agentes que había sido condenado por el asesinato de la niña, relata el abogado, que tratará de demostrar durante la instrucción que la versión de su cliente es la que realmente ocurrió aquel día, tal y como avanza este miércoles el diario 'Ideal'.
Cuando la Policía Local llegó al lugar de la pelea observó a estos dos individuos forcejeando entre ellos, así como "una navaja abierta y ensangrentada tirada en el suelo". El detenido amenazaba al herido diciéndole "te voy a matar", afirmando también que "le había intentado robar momentos antes", según informó en su día este cuerpo policial.
El condenado en 1985 por la muerte de la niña en Huétor Santillán confesó en su momento los hechos. La pequeña tenía cuatro años y, tras varios días de búsqueda, fue localizada en una finca del municipio con signos de violencia sexual.