El talismán Vadillo y su idilio con Los Cármenes

Con su gol ante el Betis, el extremo gaditano le dio un triunfo histórico al Granada

Granada CF - Real Betis
Vadillo trata de driblar a Pedraza | Foto: Antonio L. Juárez
Avatar for Manuel Ruiz Pérez @manuelruizgrxManuel Ruiz Pérez @manuelruizgrx
0

El Granada CF está viviendo posiblemente las horas más doradas de su historia reciente. Tras una magnífica temporada en Segunda coronada con el ascenso a principios de junio, los rojiblancos han comenzado una nueva andadura en el techo del fútbol nacional con puño de hierro y comandan la clasificación después de diez citas ligueras. Eso ha provocado que la palabra ‘Granada’ haya corrido como la pólvora por radios, televisiones y periódicos de todo el país. Y, al frente del tropel nazarí, el hombre de moda en el fútbol español: Diego Martínez Penas. Probablemente, el mejor entrenador que haya pasado por la casa rojiblanca en toda su historia.

Pero hoy también es noticia uno de los ‘soldados de Diego’. En este caso, Álvaro Vadillo. Cumpliendo con la ‘ley del ex’, el de Puerto Real fue el encargado de asestar un golpe a la postre definitivo para cobijar el botín de los tres puntos una semana más en el coso del Zaidín. Y lo hizo ante el equipo de su vida, el equipo que forjó el futbolista que hoy es y que le dio la posibilidad de debutar en Primera y jugar en Europa: ‘su’ Betis. De hecho, el idilio de Vadillo con Los Cármenes comenzó hace mucho tiempo, cuando debutó en la máxima categoría ante un Granada que hacía lo propio 35 años después; era el 27 de agosto de 2011.

Después, una serie de graves lesiones ahuyentaron de Heliópolis el aura del que estaba llamado a ser ídolo y estrella verdiblanca durante la siguiente década. Con el objetivo de volver a ser el que fue y debió haber sido, se ‘exilió’ en Huesca, donde consiguió un ascenso histórico antes de volver a Andalucía, a la otra punta de la A-92.

En Granada, Vadillo fue pieza clave para la consecución del ascenso la pasada campaña y demostró con creces que la categoría de plata se le quedaba pequeña. Esta temporada, a pesar de haber perdido el letrero de indiscutible, sigue siendo un elemento fundamental en los planes de Diego. Marcó el penalti que apostillaba el triunfo ante el FC Barcelona, revolucionó a los suyos para asustar a todo un Santiago Bernabéu, puso el balón en la cabeza de Domingos Duarte ante Osasuna y ayer, en el primer enfrentamiento ante ‘su’ Betis, anotó su sexto gol como rojiblanco (el Granada nunca ha perdido un partido en el que Vadillo haya marcado). Un gol para la historia que colocaba al Granada en el cénit 46 años después. Como no podía ser de otra forma, tuvo que ser en Los Cármenes.