El Teatro Alhambra presenta 'Domando a Pinball' de la bailarina y coreógrafa Teresa Navarrete

En este espectáculo vuelve al formato de dúo, acompañada de su fiel escudero que se hace llamar Montgomery o Miguel Marín

pinball1
'Domando a Pinball', de la bailarina y coreógrafa Teresa Navarrete junto a Montgomery o Miguel Marín | Foto: Gabinete
Gabinete
0

Teresa Navarrete, en la mitad de su recorrido vital, ha sufrido cambios importantes: su vida ha dado un vuelco y qué mejor manera de contarlo que a través del lenguaje que le es más propio: el del cuerpo, un cuerpo bien adiestrado que conoce íntimamente los signos de su sintaxis. Vuelve así al formato de dúo, acompañada de ese dandi y fiel escudero bicéfalo que se hace llamar Montgomery o Miguel Marín, según lo vea pertinente: dos caras de la misma moneda.

La bailarina dice haber observado que los impulsos más primarios que la han acompañado durante sus cuarenta y cuatro años, siguen ahí. Son impulsos que durante un tiempo ha tenido que retener, que domar, que adormilar, que ignorar. Esos impulsos, palabra que implica movimiento, son sus referentes a la hora de domar a pinball, de bailar. De todos es sabida la dificultad que tiene el jugador de esta dichosa maquinita para impeler permanentemente la bola que le llega a los tacos, cambiando su dirección según los obstáculos que encuentra en su camino. ¿Metáfora de la cambiante vida?, ¿metáfora de nuestros cambios de dirección personales?, ¿somos el jugador?, ¿la bola que se estrella o sortea una y otra vez los obstáculos?, ¿la escritura coreográfica azarosa de esa bola?

De cómo domar los impulsos o darles rienda suelta, de cómo aprender a vivir con ellos y disfrutar de ellos, es de lo que nos habla en su nueva pieza Teresa Navarrete.
La bailarina y coreógrafa jienense señala, del mismo modo, que una persona nos puede impulsar a hacer algo que queremos o no queremos hacer. ¿Cómo interviene una persona en ese recorrido, físico y emocional, que hacemos una vez que nos impulsa? Su impulso nos puede conducir al caos o a la felicidad. Un impulso nos puede ayudar a reconducir nuestra vida, a ponernos de cara ante situaciones en las que nunca nos pondríamos. Nos puede ayudar a tomar decisiones que cambiarán nuestro rumbo.

De todo ello surge este nuevo y, quizá, más personal trabajo de Teresa Navarrete que el Teatro Alhambra presenta como estreno absoluto, en complicidad con el Teatro Central de Sevilla, el miércoles día 15 febrero, a las 21 horas.