"El tenis es una carrera de maratón: se empieza muy joven y se termina tarde"
Ángel Ruiz-Cotorro, médico de la Real Federación Española de Tenis desde hace dos décadas, repasa la evolución de este deporte y aconseja a las promesas que vienen.
Desde 1982, el doctor Ángel Ruiz-Cotorro es el responsable de los servicios médicos de la Real Federación Española de Tenis y, en fechas recientes, es el director de la Clínica Mapfre de Medicina del Tenis. Él fue uno de los pioneros que emigró fuera de España, cuando la medicina deportiva no era una modalidad a la que un galeno pudiera optar. Ayer, este profesional recibió el reconocimiento del Colegio Oficial de Médicos de Granada, acto en el que recibió una placa conmemorativa. Pero antes de recibir ese galardón, el doctor Ruiz-Cotorro atendió a Granada Digital...
Dígame el secreto para ganarse una placa al mérito médico-deportivo.
(Risas) ¡A mí mismo me sorprende! Fue una sorpresa agradable porque siempre me he dedicado a trabajar y nunca me he visto en estas situaciones. Te pones a pensar en todo lo que ha pasado en tu vida y te hace recordar los momentos, la profesión, el deporte... te llena de satisfacción.
¿Cómo llega uno a la rama de la medicina deportiva?
Ha sido al revés en mi caso. En un momento determinado estuve dedicándome al tenis y después, cuando en casa me hicieron decidir, con buen criterio... entonces uní las dos cosas. La medicina ha venido después del tenis.
¿Qué peculiaridades tiene con respecto a otras especialidades?
No hay ningún médico deportivo que no ame el deporte. Es gente que está metida en el deporte desde pequeña y están apasionados también por la medicina, que es vocacional. Siempre encuentras detrás de un médico deportivo un apasionado del deporte.
Usted es el responsable de que nuestros tenistas estén lo más sanos posible, desde 1992. No me resisto a preguntarle. ¿Qué ha cambiado en más de dos décadas?
Ha cambiado el tenis, este deporte. Ha cambiado en función de los materiales, de todo el desarrollo. La raqueta y los materiales han hecho que el deporte, que antes se jugaba a una velocidad y condiciones técnicas, haya evolucionado; ahora se juega mucho más deprisa. La velocidad de la pelota es tremenda y todos los que estamos al rededor del mundo del tenis hemos tenido que cambiar, que evolucionar. Si hablamos de los años 50 ó 60, los años de Santana, hoy podemos hablar de un deporte completamente diferente.
¿En qué ha contribuido el desarrollo de la medicina deportiva al éxito de nuestros deportistas?
La medicina ha hecho un cambio importante. Ahora tenemos patologías que no habíamos tenido nunca. Ha habido que ir adaptándose. El mundo del tenis es una familia y cada uno tiene su papel. Todos aportamos lo que podemos y ahora se ha empezado a trabajar en equipo. Cuando empecé, en el 87, yo iba con las chicas, con Arantxa y con Conchita. El primer campeonato de España al que fui fue en Alicante en el año 90 y no había nada. Estaba yo solo. Poco a poco te vas introduciendo y vas haciendo que el médico tenga un papel importante. Entendí que teníamos que trabajar en equipo, que teníamos que tener unos fisioterapeutas, que el entrenador tenía que estar totalmente vinculado porque siempre estaba aislado con el jugador. Hoy está claro que un jugador de élite no puede vivir sin un equipo detrás.
Con todos los problemas físicos por los que ha pasado Nadal, ¿cómo le ve ahora?
Rafa ha pasado un año duro porque vino de una serie de lesiones que, cuando ha superado, se ha puesto a jugar al máximo nivel. Esta vez no ha sido así porque no siempre se consigue el objetivo. Ahora se ha encontrado con una situación nueva que no conocía y que tiene perfectamente asumida. Ahora le veo francamente bien.
¿Cómo vive el doctor de Rafa Nadal los partidos?
No puedo cambiar y los años no me han enseñado tomarme el deporte de otra manera, sigo pasándolo mal, sufro en los partidos. Es verdad que aprendes a negociar con el tiempo los momentos importantes. Pero el deportes es pasión y yo lo vivo así.
Pocas personas como usted con acceso directo a los mejores tenistas del país. Después de Rafa, ¿quién viene? ¿Por quién apostaría usted? ¿Tenemos cantera como para repetir estos éxitos?
La situación que vivimos con las chicas en un momento determinado, que fue un momento tremendo del tenis femenino... se pasó a un tiempo en el que no se conseguían jugadores del mismo nivel, era normal. Ahora vuelve a haber jugadoras de altísimo nivel, Carla y Garbiñe, que están entre las 10 primeras del mundo.
En el tenis masculino nos queda una cuerda de todos los jugadores que tenemos. 10, 12 jugadores que están arriba aunque es verdad que algunos están ya en el momento final de su carrera. Ha habido una generación que sí se ha podido perder porque había jugadores de calidad pero los que están aguantarán el tiempo suficiente como para que se enganchen un Pablo Carreño y todos los jóvenes que vienen detrás.
¿A Rafa Nadal cuánto tiempo le puede quedar de competición activa?
En el deporte nunca se sabe, pero creo que Rafa tiene 2 ó 3 años buenos competitivos, como mínimo. Y luego depende de la ambición, de las ganas. Piensa que Rafa lleva desde los 17 años compitiendo a nivel mundial y es duro. Es un desgaste brutal.
Me gustaría cerrar esta entrevista con algún consejo médico a esos tenistas que están empezando o son semi-profesionales.
Ahora se empieza mucho antes, a los 4 ó 5 años. A los 20 es cuando tienen que empezar a rendir y yo lo que les aconsejaría es que vayan despacio, que hagan mucha prevención; que se preparen y que hagan todo para que cuando jueguen al tenis estén protegidos. Pero sobre todo que no tengan prisa, el tenis es una carrera de maratón: se empieza muy joven y se termina tarde.