El verano en Sierra Nevada, una apuesta en crecimiento

Son las diez de la noche en Sierra Nevada. Abajo, en Granada, a 30 kilómetros de distancia y con 1.500 metros menos de altura, la temperatura ronda los 40 grados. En Pradollano no sobrepasa los 23. La diferencia es tan agradable que hasta hace falta una rebeca para gozar del aire fresco. De fondo, se oye al grupo Apache, que ofrece un concierto gratuito en la Plaza de Andalucía, dentro del programa de expansión del Festival de Música y Danza. Además, el evento coincide con la séptima edición del ‘Mountain Festival Carreras por Montaña’, una exigente competición que, durante dos días, pone a prueba el límite físico de los participantes, con el Kilómetro Vertical (carrera ascendente desde Pradollano hasta las inmediaciones del Veleta), el Ski Speed (100 metros de velocidad cuesta arriba) y la Carrera por Montaña (20 kilómetros por el entorno de la estación). Eso favorece que el ambiente en el área urbana de la estación de esquí y montaña granadina sea bullicioso. Bastante más que el año pasado, con estas mismas actividades. Y, por supuesto, mucho más que la época -no hace tanto- en que nada más cerrar la temporada invernal, Pradollano se convertía en un pueblo fantasma.

La apuesta de los responsables de Cetursa ha sido valiente en este sentido. Nadie daba un duro por cambiar la mentalidad de que el verano en Sierra Nevada no funciona. “Ninguno de los empresarios confiaba en esta apuesta cuando emprendimos este camino. El primer verano hubo poca gente. Hemos tenido que tirar nosotros del carro y ahora, seis años después, ya hay 26 establecimientos abiertos, aunque queda mucho por recorrer”, afirma María José López, consejera delegada de la empresa que gestiona la Estación. Ella es la más firme defensora de que la época estival es también importante en la montaña granadina y explica cuál es el secreto para que funcione: “En épocas anteriores, cada verano se organizaba una actividad distinta, sin regularidad ni estabilidad, y unas veces Cetursa ‘abría’ y otras no. Nuestra decisión fue hacer una programación estable, con una serie de actividades definidas”. Por eso, la apuesta ha sido adaptarse a las características propias del enclave: “Las define su temperatura, su cielo, su desnivel, su orografía… Llevar a cabo actividades en función de esas peculiaridades, y jugar con ellas, es lo que nos diferencia de los demás”.

Eso sí. Aunque el camino avanzado ha sido próspero, aún queda trecho por delante: “Cuando hicimos esta apuesta, la premisa era que tenía que funcionar sí o sí. Pero hay que tener paciencia. Esta desestacionalización supone estar abiertos el mayor tiempo posible. Eso genera riqueza y empleo y el mantenimiento de la marca Sierra Nevada durante todo el año”.

Los datos demuestran la tendencia al alza. Sierra Nevada recibió la visita de más de 40.000 personas el verano pasado. “Este año nos hemos impuesto el objetivo de crecer un diez por ciento”, apostilla María José López. “Poco a poco los números nos van a dar la razón. Los costes son sostenibles, aunque ahora mismo el verano no da dinero. Pero hay que seguir con paciencia y se recogerán los frutos”.

La esperanza y el convencimiento de la máxima responsable de la Estación se basa, precisamente, en esa evolución positiva en el número de visitantes. “El verano es un producto en crecimiento. Cada vez viene más gente y nos consolidamos más. En invierno somos un destino muy consolidado en nieve, pero el verano nos ayuda mucho a que ese destino esté siempre presente. Es muy importante que esa referencia no se pierda; que pase el invierno y todo el mundo sepa que en primavera o en verano, Sierra Nevada sigue estando ahí”.

Por eso el programa de actividades ofrece un amplio abanico de posibilidades que abarca todos los segmentos de edad. Así, en la zona de El Mirlo Blanco toda la familia encuentra acomodo, especialmente los más pequeños. Hay una pequeña montaña rusa, toboganes deslizantes, camas elásticas, castillos hinchables, tirolina, bici salom, tiro con arco, cars sin motor o un patín todoterreno para la zona de Borreguiles. También hay programas para grupos. Además, en el club deportivo Montebajo existe una piscina -climatizada en invierno- que en estas fechas abre su techo retráctil para rodearse de césped, árboles, sol y naturaleza en el corazón de Pradollano.

Pero quizá la gran apuesta sea la organización de pruebas deportivas, acordes con las tendencias actuales. Ya en junio se celebraron algunas de bicicleta de montaña o ciclismo en ruta, y en los primeros días de julio de trekking, running o el mencionado mountain festival. Este fin de semana está prevista la tercera Ultra Sierra Nevada, con 1.300 participantes y cuatro propuestas: una carrera urbana de 6 kilómetros en la ciudad de Granada, una maratón por montaña, un trail de 62 kilómetros y la ‘reina’ del fin de semana, la Ultra de 103 kilómetros entre Granada y Sierra Nevada. Y para el fin de semana que viene, el sexto Triatlón Sierra Nevada, considerado uno de los más duros del mundo. El 30 de julio será la cuarta subida senderista al Pico del Veleta. En agosto, el día 7 se celebra la tradicional prueba de ultrafondo Granada-Veleta de atletismo, el 13 la carrera de escaleras y el 20, otra subida al Veleta, pero en bicicleta de montaña.

Dentro de las actividades de ocio, del 4 al 7 de agosto son las fiestas de la Virgen de las Nieves, con su tradicional romería. El 12 de agosto la observación astronómica de la noche de las Perseidas y el fin de semana del 19 y el 20 de agosto tendrá lugar el gratuito festival de rock ‘Por todo lo alto’, que este año cuenta con Sex Museum y Triángulo de Amor Bizarro como cabezas de cartel, además de The Parrots, Dry Martina, Brío Afín y Estévez.

Otras actividades estables, que tienen lugar durante los fines de semana, son las relacionadas con el astroturismo, como amaneceres, atardeceres, observaciones astronómicas o visitas al propio Observatorio de Sierra Nevada. También existen circuitos para running, senderismo y bicicleta de montaña para enduro, descenso y rally.

Con una oferta tan variada, no es de extrañar que los responsables de Cetursa se sientan animados a continuar en esa línea de crecimiento. Y todo ello, pese a competir con otros lugares más tradicionales para pasar el verano: “Estas iniciativas cuestan trabajo porque competimos con un ‘monstruo’ como es la playa, pero la constancia nos permite empezar a ser una referencia. Eso sí, aún no nos podemos dar por satisfechos y hay que seguir apostando”, dice su consejera delegada.

EL RETO DE LOS MUNDIALES DE FREESTYLE Y SNOWBOARD

Cuando acabe el verano, en el horizonte de Sierra Nevada hay otro gran reto para afrontar. Del 8 al 19 de marzo se celebran los Campeonatos del Mundo de Freestyle y Snowboard. María José López es ambiciosa: “Desde los Mundiales de 1996, Sierra Nevada no había vuelto a tener un evento deportivo de esta magnitud. Queremos que lo que significó el 96 se repita en el 17, solo que en un segmento deportivo mucho más joven y unas disciplinas mucho más espectaculares. Somos un gran referente en el esquí alpino y queremos serlo también en estas dos disciplinas. Para eso hemos apostado y crecemos en infraestructuras”.

La directiva es consciente de la importancia de este nuevo evento que pondrá a prueba, una vez más, la gran capacidad organizativa del equipo humano de Sierra Nevada: “Todos en la Federación Internacional de Esquí (FIS) nos dicen que los de 1996 fueron los mejores Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino que jamás se han organizado. Mi deseo es que en el futuro digan que los mejores Campeonatos del Mundo de Snowboard y Freestyle fueron los de 2017 en Sierra Nevada”.