El Vestíbulo del Alcázar de la Alhambra abre al público en agosto

Este espacio de los Palacios Nazaríes se podrá visitar todos los martes, miércoles, jueves y domingos con la entrada general

Alhambra
La puerta de las Conchas, desde donde se accede al Vestíbulo del Alcázar | Foto: Gabinete
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El Patronato de la Alhambra y Generalife abre al público este mes de agosto de manera excepcional el Vestíbulo del Alcázar, situado dentro de los Palacios Nazaríes, en la fachada del Palacio de Comares. Todos los martes, miércoles, jueves y domingos se podrá acceder a este espacio del Conjunto Monumental con la entrada ‘Alhambra general’, de 8.30 a 20.00 horas.

La gran fachada del Palacio de Comares, mandada edificar por Muhammad V (1338-1391), con motivo de la conquista de Algeciras en 1369, presenta dos puertas con accesos diferenciados al interior del Alcázar. La de la izquierda estaba reservada para los actos oficiales o solemnes, mientras que la de la derecha era la entrada habitual para la familia del Emir y el servicio del palacio.

Esta sala vestibular ha sufrido numerosas adaptaciones, fundamentalmente a partir del siglo XVI con las modificaciones del sector por la residencia de los gobernadores de la Alhambra y, especialmente, con la transformación de la Sala del Mexuar en capilla cristiana. De hecho, la pequeña puerta de dos hojas situada a la derecha sirvió de acceso a la sacristía aquí ubicada. Actualmente, el espacio se cubre mediante un bello alfarja o armadura atraujerada de lazo, de tradición mudéjar, recientemente restaurado.

El acceso al vestíbulo del Alcázar se hace a través de la llamada puerta de las Conchas, según un documento que se encuentra en el Archivo histórico de la Ahambra, y que se encarga al maestro Cubilla en 1538 para servir de cierre al vestíbulo de la Casa Real. Su nombre deriva de la forma de los remaches de la tablazón, “clavos de venera”, originalmente en número de 152, por los que se pagaron 12.920 maravedíes. El encargo fue realizado por la Orden de Santiago.

En el siglo XVII, la puerta fue traslada a la Alcazaba de la Alhambra y fue necesario cortarla para ajustarla y servir de portada al Jardín de los Adarves en el proyecto que se estaba realizando allí por orden del alcaide Íñigo López de Mendoza.
De vuelta de nuevo a su emplazamiento, en 1967 fue restaurada en el taller de carpintería de la Alhambra, debido a su mal estado de conservación, ya que solo conservaba 79 de los clavos originales.