El Zaidín Rock arranca esta noche con medidas extraordinarias para controlar el sonido
El escenario cuenta con una “concha acústica” que impedirá que la música moleste a los usuarios del Hospital del PTS así como a los vecinos de la zona | La música no sonará a mas de 110 decibelios
Esta noche arranca una de las citas culturales granadinas con más arraigo. Durante tres noches, Granada vuelve a disfrutar del festival Zaidín Rock, que alcanza la 36ª edición. Un clásico en el mes de septiembre que congrega a miles de personas que, de forma gratuita, disfrutan, año tras año, de míticas bandas de rock, muchas granadinas, y de grupos emergentes.
Pero esta edición, además de contar con un cartel cargado de músicos granadinos, será especial por otras razones, que van más allá del plano musical. La primera novedad que rodea al festival es que ésta será la última vez que se celebre en la ubicación en la que ahora lo hace. El Ayuntamiento de Granada, junto con los organizadores y con el beneplácito de los vecinos, tiene que buscarle un nuevo espacio para el próximo año.
Ya no sirve la zona de descampado donde hasta ahora se hace puesto que molesta a los usuarios del Hospital del PTS, que desde este verano funciona a pleno rendimiento. Esto, unido a las quejas de vecinos de las zonas residenciales más cercanas al recinto, que critican el ruido y los botellones que se generan fuera de él, han motivado el traslado del festival.
Este año, que el grupo socialista ha tomado las riendas del Ayuntamiento, no ha dado tiempo a consensuar y ofrecer una ubicación alternativa al Zaidín Rock, una misión complicada que “empezará a tratarse justo después de esta edición en el seno de la Junta local de distrito del Zaidín”, comenta a Granada Digital, el concejal de Cultura, Eduardo Castillo, consciente de que no va a ser tarea sencilla.
CONCIERTOS A 110 DECIBELIOS
Con el fin de causar este año el menor perjuicio al Hospital y a los vecinos, la organización del Festival, bajo exigencia municipal, ha contratado los servicios de una empresa de sonido, dBA Acústica, que ha elaborado un informe acústico, y que ha instalado en el escenario una “concha acústica” para evitar que la música se propague en todas las direcciones. “Con esta medida, el escenario queda cerrado por la parte trasera y lateral”, nos detalla Castillo, quien considera que estos elementos que rodean al escenario conseguirán focalizar el sonido hacia el sentido opuesto al Hospital del PTS y la zona residencial más cercana. “Esto no quiere decir que no se vaya a escuchar nada, pero sí que baja bastante el nivel de decibelios que llegará a las fachadas e interior de los edificios”, ha matizado Eduardo Castillo.
Granada Digital se ha puesto en contacto con dBA Acústica , la empresa que ha recibido el encargo, para conocer los detalles de estas medidas. A través del estudio acústico previo, la empresa ha estipulado, respetando la normativa, que el sonido emitido en los conciertos no debe superar los 110 decibelios. De este modo, el ‘ruido’ no superará la barrera de los 60 dB en las fachas de los edificios cercanos y, en el caso del recinto hospitalario, el nivel en el interior no alcanzará los 30 dB. “Además, durante los conciertos se medirá en tiempo real el nivel del sonido, y si por alguna razón se supera el estipulado, se notificará para que se tomen las decisiones oportunas”, adelanta José Martínez, el director general de la empresa.
BOTELLÓN EN LA ZONA
No sólo es el “ruido” el elemento que ha conseguido detractores de este festival. La asociación de vecinos Zaidín Campus lleva años quejándose por los botellones que se forman cerca del recinto. “Nosotros no estamos en contra de que se celebre el festival, de lo que no estamos a favor y lo que nos molesta es todo lo que genera alrededor: botellones, suciedad y un ruido que no cesa durante los tres días”, explica a Granada Digital, el presidente de esta asociación, Juan de Dios Jiménez. “Ten en cuenta que los grupos empiezan a ensayar después de mediodía y que los conciertos acaban a las cuatro o cinco de la mañana. Eso, sumado a los botellones incontrolables fuera del recinto, se ha convertido en una situación insostenible”, argumenta Juan de Dios, que aplaude las medidas sonoras de este año, pero que espera que el Ayuntamiento y los organizadores del Zaidín Rock tengan éxito en la búsqueda de la nueva ubicación para la próxima edición. “Este año los vecinos tienen la ilusión de que va a ser el último aquí”, comenta el representante vecinal.
Sobre este asunto, uno de los programadores del festival, Paco Burgos, lo tiene claro. “Entiendo, aunque no comprendo, las protestas vecinales pero el Zaidín Rock es cultura por mucho que pese”, responde Burgos. “Hay muchas ciudades que tienen festivales de este tipo y los ciudadanos suelen entenderlo porque saben lo que aporta a la ciudad. Estamos hablando de tres días al año, y que luego se limpia y se recoge. Sí nos gustaría que la gente no bebiese fuera del recinto pero eso son cosas que pasan en cualquier concierto. Me parece algo innecesaria la queja y creo que debe dejar de ser noticia que los vecinos se quejen por una actividad cultural”, explica a este medio.
CONSENSO EN LA PRÓXIMA UBICACIÓN
Sobre la futura ubicación del evento, la asociación de vecinos ha propuesto varios espacios alternativos. “Propusimos que se hiciese en la Feria de Muestras de Armilla, pero los organizadores no están de acuerdo puesto que consideran que el aforo de la nave no es suficiente teniendo en cuenta la afluencia que suele tener el festival y porque ya no sería el barrio. Pero el caso es que se podría hacer en las tres naves que hay, pero no, no quieren”, nos explica Juan de Dios Jiménez. “Del mismo modo les planteamos que se hiciese en el Palacio de Deportes, pero pasa igual con el aforo”, añade.
“El Estadio Nuevo Los Cármenes creemos que es la única alternativa que queda porque no hay más espacios físicos en el barrio del Zaidín. Podría hacerse en junio, que ya estaría acabada la temporada, para disponer de tiempo suficiente para replantarlo antes de que vuelva a empezar la liga”, propone Juan de Dios, quien es consciente, sin embargo, del alto coste que supone reparar la ‘alfombra’ verde del estadio de fútbol.
En este sentido, el concejal de Cultura, Eduardo Castillo, asegura que estos asuntos se tratarán en la comisión de Urbanismo, en el seno de la junta de distrito del Zaidín, “que se va a poner a trabajar inmediatamente después de esta edición para valorar esas posibles ubicaciones alternativas y tomar la decisión de cuál es la mejor opción”, ha informado.
“Nuestro respaldo al Zaidín Rock es total, por ser una de las manifestaciones culturales más importantes de la ciudad, y a partir de ahí vamos a trabajar en el consenso. Es verdad que no todo el mundo estará de acuerdo con la nueva ubicación, pero nosotros vamos a abrir ese espacio para que los vecinos puedan opinar”, añade Castillo.
CARTEL DE ESTE AÑO
Con una ubicación por determinar, pero con unas medidas acústicas extraodinarias para la ocasión, el festival arranca esta noche y ofrecerá una serie de conciertos gratuitos a granadinos y visitantes.
“Este año hay mucha presencia de bandas locales”, asegura a este medio Paco Burgos. “El jueves prácticamente todas los conciertos programados son de grupos granadinos”, explica Burgos. Y así es porque esta noche tocarán Kronnen, Zutaten, Doblas, Rock & Roll Star (con Manuel España) y Lagartija Nick.
El viernes será el turno de la música de mestizaje y ska, “y también tenemos a Holögrama, que nació en 2014 y ganó el concurso del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), más orientado al pop”, explica el organizador. Completan la noche Arco y Juanito Macandé, además de ‘El Jose’ y The Locos.
El sábado es el turno de tres bandas granadinas de primer nivel. Los Térmicos, Chorrojumo y Fausto Taranto, otra banda puntera del heavy rock combinada con flamenco. Como cabeza de cartel para esa noche actuarán Ilegales, “que van a presentar su disco, y que vuelven a subirse al escenario del Zaidín Rock después de aquella mítica tormenta de 2004. Para cerrar la noche estará la banda valenciana La Pulquería.
UN FESTIVAL DE HOMENAJES
“Este año va a ser especial porque supone un recuerdo a Isidro Olgoso, alma del barrio y del Festival, que nos dejó hace tres años, y a un músico que también ha sido parte intrínseca de este evento y que también se nos ha ido, Jesús Arias. Entre Lagartija Nick y Doblas le harán un homenaje”, explica Paco Burgos.