Elisa Cabrerizo: "A Marifrán le pido que no venda a Granada, porque me temo que la va a vender a cachitos"

Tras haber perdido los tres concejales de las elecciones anteriores, la candidata promete seguir luchando "desde las calles"

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Elisa Cabrerizo, candidata de Podemos-AV-Independientes, en la sede del partido | Foto: Yamila T.
Yamila Tolosa Long
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Como dice la expresión, "aunque llueva o truene", y esta vez, aunque granice, Elisa Cabrerizo se encontraba a las 20:00 horas en la Acera de San Ildefonso, en la sede de Podemos - Alianza Verde. La inesperada tormenta del 28M tomó a muchos por sorpresa, dificultando la llegada a la sede. La candidata no fue la excepción. Sorteando las riadas en la Carretera de Murcia y "una panzá de coches por delante", como ha hecho saber, dio lo mejor de ella para llegar puntualmente. Tratando de airear sus pantalones humedecidos, rondaba por la sala vestida del color del partido, atenta a los resultados venideros, con su eterna sonrisa siempre presente.

A las 20:37 horas, la candidata se mostraba dispuesta a conceder entrevistas, rodeada de todos los miembros de la coalición. Calificó su jornada como "intensa y emocionante", destacando la "gente muy generosa" que se había cruzado a lo largo del camino. Acompañada de Alejandra Durán, diputada del Parlamento de Andalucía, transmitió sus nervios por saber los resultados, mientras visitantes entraban y salían de la sede a un ritmo fluctuante.

Veinte minutos más tarde solo quedaban prensa, miembros del partido y afiliados en la sede. Reunidos en torno a una decena de personas, entraron cargando con cajas de 'alhambras' sin alcohol. Entre risas, el ambiente se llenó de camaradería y complicidad. Julia Chica, la segunda de la coalición, bromeó diciendo que Podemos "deja de sonreír un poco", a lo que Marcos Ríos respondió: "Tú eres la que dice que no es 'malafollá'". Rodeados de un ambiente tan amigable, los nervios se mezclaron con el optimismo ante la posibilidad de mantener la representación en el Ayuntamiento de Granada.

Ya pasadas las 21:30 horas, la candidata de Podemos-AV-Independientes volvió a hacer su aparición, esta vez llevando una camisa rosa alegando estar "empapada". Junto a su compañera Julia Chica expresó que prefería esperar los datos oficiales para hacer una valoración precisa. Reconoció las buenas sensaciones vividas durante el día al visitar los colegios electorales, donde la participación y la amabilidad de la gente fueron notables. Con el escrutinio al 50%, el ambiente se volvió más tenso y los miembros del partido se retiraron al interior de la sede, dejando la sala principal prácticamente vacía.

A medida que se acercaban las 22:00 horas, todos los miembros de la coalición salieron en grupo. En un círculo, observaban con gran expectación el escrutinio, mientras Elisa Cabrerizo rodeaba con sus brazos a sus más cercanos. Los nervios se palpaban en el aire a medida que se escrutaba el 65% de los votos y no había señales de mantener los concejales obtenidos en las elecciones municipales anteriores.

El día que había sido calificado por la candidata como "la fiesta de la democracia" se veía empañado por los resultados. 20 minutos más tarde, con un 86% escrutado, los murmullos entre los miembros resonaron en la sala. Una mezcla de caras expectantes, entre risas y seriedad, penetró en la sala. Manuel Ríos, el responsable provincial de la coalición de izquierdas, acompañado de Cabrerizo, declaró que los resultados no habían sido favorables, una situación que temían que pudiera suceder. Apuntó que "el resto de partidos que no han querido llegar a un acuerdo" con ellos y "tendrán que dar muchas respuestas a todos los granadinos y granadinas". "La tendencia es azul, y eso es malo para la provincia", dijo. "La tendencia del bipartidismo está ahí otra vez. Hay que valorar lo que se ha hecho mal para que la gente vuelva a hacer lo que se hacía hace años", sentenció.

A las 22:52 horas, arropada cálidamente por todos los miembros, la candidata dio sus últimas declaraciones, manteniendo su sonrisa característica, esta vez, con un atisbo de decepción. "Esto no ha sido positivo, no ha sido el resultado que la izquierda, que la confluencia, esperaba. Toda la izquierda unida habría conseguido mejores resultados", compartió a los medios. También lamentó la nueva tendencia que hay hacia el Partido Popular, algo que tacha como una transgresión "a ir en contra de los servicios públicos, de la igualdad, de lo comunitario y los derechos sociales".

Las últimas declaraciones de la candidata mostraron sus ansias por seguir luchando: "Nosotras veníamos de las calles y de trabajar con la gente y es lo que seguiremos haciendo. Si ahora no tenemos representación en el Ayuntamiento, seguiremos luchando en las calles". Cabrerizo también quiso compartir sus temores, viendo que tanto el municipio como la provincia se habían teñido de azul, y dijo que a la candidata del PP estas palabras: "A Marifrán le pido que no venda a Granada, porque me temo que la va a vender a cachitos. Que no haga la gestión de Moreno Bonilla".

A su vez, Ríos transmitió con una expresión de tristeza, que "la gente que tomó la decisión de no ir" con ellos "tiene que recapacitar, ya que es la única forma de parar a la extrema derecha". "Estamos todavía a tiempo de parar que esto vuelva a pasar a nivel estatal", apelando a los partidos de izquierda que, según ellos, no quisieron colaborar en esa "unidad".

A las 22:55 horas, arropada por todos en un gran aplauso que inundaba la sala, la candidata trasmitió sus últimas reflexiones con los asistentes. "El bipartidismo y votar a la derecha es una tendencia nacional y no hemos sido capaces de romperla en lo local. Es por ello que debemos unirnos, lo pensamos en 2018 y lo seguimos pensando". Con estas últimas palabras, Cabrerizo prometió no retirarse de la política, asegurando que "la política la hacía en la calle, con los colectivos" y la seguirá haciendo, cerrando así la noche electoral con un mensaje de perseverancia y compromiso, en el que la lluvia había cesado, pero las ganas del "cambio" no.