Emociónate: un viaje a través de las emociones
La vida no es todo color de rosa. Hay situaciones que inevitablemente despiertan y generan en nosotros emociones desagradables
Seguro que muchos de vosotros habéis visto o escuchado hablar de la película de dibujos “del revés”
Son diversas las críticas que ha recibido la película pues explica el funcionamiento de las emociones y sus repercusiones a la hora de desarrollarse nuestra propia personalidad.
En este blog, no hablaremos sobre la película en sí para no estropear el final a aquellos que no la han visto… pero si que nos ha servido de inspiración para comentar algo que creemos muy importante y de lo cual muchas personas no son conscientes; la importancia de vivir cada una de todas las emociones (en su justa medida) tanto positivas como negativas, para vivir plenamente.
La vida no es todo color de rosa. Hay situaciones que inevitablemente despiertan y generan en nosotros emociones desagradables, por ejemplo: la muerte de un familiar puede provocar tristeza e incluso enfado, la pérdida de un objeto valioso podría producir ansiedad, conocer que un amigo ha tenido un accidente de tráfico, preocupación, miedo a que haya pasado algo fatal….
Por lo tanto querer estar siempre felices ante las adversidades no sería un propósito o una meta objetiva y realista.
Las emociones son adaptativas, ¿qué quiere decir esto? Pues quiere decir, que las emociones tienen una función en nuestra vida y que nos sirven para vivir plenamente nuestro día a día.
Como hemos dicho cada emoción tiene su función, ponemos algunos ejemplos para entenderlo mejor.
La repugnancia, por ejemplo nos ayuda a no morir envenenados o a no tomar alimentos en mal estado que nos puedan hacer enfermar, pero esta emoción no solo se asocia a sabores, también podemos tener repugnancia, o más bien rechazo a ciertas personas, cosas, situaciones o comportamientos. Es una emoción bastante compleja pero nos mantiene a salvo de “peligros”
Por otra parte, durante muchos años, el miedo nos ha mantenido alejados de muchos otros peligros. Fijaros el mecanismo que tiene el miedo. Imaginemos que un día estando en el circo se escapa un león y nos lo encontramos en la salida, sabemos que el león puede matarnos si se acerca, nuestra mente interpreta ese objeto (el león) como algo peligroso que puede matarnos, por lo tanto, sentiremos miedo y temor.
Esto hará que nuestro cuerpo se acelere, generando en nosotros un estado de ansiedad y de alerta, nuestro cuerpo empezará a tener cambios; las pupilas de nuestros ojos se dilatarán para ver mejor al león, nuestra respiración será más intensa,nuestro corazón bombeara más fuerte para poder salir corriendo antes del ataque... En este ejemplo la respuesta de miedo nos ha hecho salvar la vida.
Estos dos ejemplos nos valen para entender que las emociones negativas también tienen su función, y para darnos cuenta de que en muchas ocasiones las emociones negativas tienen como consecuencia emociones positivas. En el caso de la repugnancia, el hecho de darnos cuenta deque no debemos comer algo que está en mal estado luego nos hará sentir aliviados pues habremos prevenido una indigestión.
Con todo esto no queremos decir que si una persona ve la vida de manera catastrófica y negativa este haciendo lo correcto y deba vivir así.
Lo que pretendemos trasmitir es que todas las emociones están presentes y existen por algo, y hay que vivirlas y experimentaras en su justa medida.
Además queremos destacar la importancia que tienen las emociones en nuestra memoria a largo plazo. Seguramente muchos de vosotros recordareis algunos momentos de vuestras vidas, no por lo que ocurrió en sí, si no por como lo vivisteis y como os sentisteis en ese momento.
Cuando vivimos una situación de manera muy intensa, independientemente de que la emoción sea positiva o negativa, éste, pasa a nuestro recuerdo limitando el resto de recuerdos, es decir, si volvemos a vivir un momento parecido, recordaremos el primero y este primer recuerdo guiará las emociones e interpretaciones del segundo.
Para terminar nuestra recomendación desde el Centro de Psicología Ágora es la siguiente: las emociones aparecen después de nuestro dialogo interno, es decir, nuestras emociones aparecen después de que nosotros interpretemos cada situación y comentemos internamente con nosotros mismo esa conclusión. Aprender a ser realista, objetivo y sincero con uno mismo es la clave para vivir incluso las situaciones más negativas de una manera más tranquila.
¡Esperamos que os haya gustado!