Emotivo homenaje a David Iriarte para convertir su '21' en eterno

Noche de celebraciones en el Palacio de Deportes. Más de 7.000 personas se dieron cita en el pabellón del Zaidín para vivir la primera gran final por la permanencia de Covirán Granada. Se notaban los nervios en la marea rojinegra, consciente de la importancia que ostentaba el duelo ante Leyma Coruña, unos nervios que se vieron también en el gran protagonista de la noche.

David Iriarte apareció sobre el parqué del Palacio vestido de gala, la ocasión lo merecía. Acompañado por su familia, el eterno capitán rojinegro caminaba inquieto por la banda del Palacio, recibiendo elogios y saludos de todo aquel con el que se cruzaba. La pregunta hacia el jugador se repetía: ¿Nervioso? La respuesta era clara: por supuesto.

No todos los días se vive la retirada de un dorsal, pero David Iriarte lo merecía. Minutos antes de comenzar el encuentro, el ala-pívot caminó hacia el centro de la pista bajo una atronadora ovación de los allí presentes. Un vídeo con sus mejores momentos en los siete años en los que ha vestido la elástica rojinegra. La lona que cubría su dorsal cayó (antes de tiempo hay que decirlo), pero esto no quitó emoción a un momento que siempre quedará en la memoria de los seguidores del club granadino y en la historia del baloncesto de la ciudad.

El número '21' ya cuelga en lo más alto del Palacio de Deportes escoltado por las camisetas de otros dos históricos, Pablo García y Jesús Fernández. Sin duda, un reconocimiento más que merecido para un jugador sin el cual no se entendería la historia de Covirán Granada.