En Granada, "no existe un registro real de los casos de Asperger"

Con motivo del Día Internacional del Síndrome de Asperger desde la asociación homónima granadina realiza unas jornadas de difusión para dar a conocer este síndrome

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Foto: Archivo
Sofia Plaza | @sofiaPlaza
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El Síndrome de Asperger se trata de un conjunto de síntomas que se incluyen dentro del espectro autista y desde el año 2007 se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger.
Aunque no hay datos de la provincia de Granada en la Asociación Asperger de la ciudad apuntan que hay ahora mismo 97 asociados, aunque la prevalencia es de 1 a 3 de cada 1.000.

“A nivel provincial me atrevería a decir que se puede triplicar. No hay un registro real y cada día salen nuevos casos, pero no son ni de broma el número de personas que hay diagnosticadas con el Síndrome de Asperger”, apunta Blanca Toro, trabajadora social de la asociación. Por cuestiones biológicas, este síntoma afecta más al género masculino, “aunque cada vez hay más mujeres”, de 97 asociados en la asociación, 15 son mujeres en Granada.

Además, Toro apunta que existe un diagnóstico tardío de la enfermedad, “hay muchos adultos que cuando tienen 35 o 40 años se dan cuenta que lo que han padecido toda su vida, es este síndrome y la gente los ha tildado de personas raras”, explica. Lo normal es que los niños se diagnostiquen a una edad temprana, de ocho años. El motivo de este diagnóstico es porque, aunque se puedan ver ciertos rasgos de Asperger en las primeras edades, hay que confirmar que hay tres áreas afectadas: las habilidades de comunicación, los intereses restringidos y las habilidades de socialización. “Hay que esperar a que esas características se acostumbren y se arraiguen. Puede haber una disfunción en las habilidades sociales, pero hay que confirmar que esas características son Asperger y no sea que el niño sea tímido o tenga un retraso madurativo”, comenta Toro. Por ello, al detectar la enfermedad a una edad tardía, se produce un 'golpe', “ellos hablan de liberación, algunos se han pensado que tenían una enfermedad y este síndrome no está considerado una enfermedad. Naces y vives con él”.

Con motivo del Día Internacional del Síndrome de Asperger desde la asociación granadina se van a realizar unas jornadas de difusión para dar a conocer el síndrome, las formas de trabajar y las necesidades que presenta. Por ello, en la Delegación de Salud habrá una charla coloquio, junto con una mesa redonda formada por tres personas de diferentes edades un niño, un adolescente y un adulto que padecen el Síndrome de Asperger. El objetivo es conocer las diferentes perspectivas de cada uno al vivir con el Síndrome de Asperger y como les ha afectado.

Granada Digital habla con Francisco Molina, uno de los participantes de esta mesa donde va comentar su experiencia en el instituto donde lo ha pasado realmente mal, “me llamaban loco”. Pero, a día de hoy Francisco proporciona muchas razones de admiración. Con 19 años cursa segundo de Ciencias Políticas, donde ha obtenido dos Matrículas de Honor y se encuentra a la espera de una tercera.

“La gente que antes se reía de mí, ya no se ríe tanto, creo que se van a arrepentir más todavía porque creo que voy a llegar muy lejos y como digo siempre ‘lo mejor está por llegar’, comenta Molina. Procedente de Cijuela, durante la semana vive en Granada con su abuela y  las tarde del lunes acude a la Asociación Asperger de Granada para asistir al Taller de ‘Inteligencia emocional y habilidades sociales’ que proporciona herramientas y estrategias de comunicación para el entendimiento de las normas sociales y el reconocimiento de sus propias sensaciones "para que luego reconozcan las de los demás", apunta Toro.

Aficionado a la Fórmula 1, la lucha libre de la WWE, su verdadera pasión es la política y no ha dudado en valorar la situación española como, “una situación insólita, en la que estamos todos expectantes.  El congreso está fragmentado y no se sabe quién pactará con quien”. Actualmente, si compara un día normal con un día del instituto, la sensación es clara, “estoy ahora mismo mucho más motivado con los profesores y los compañeros. A día de hoy puedo decir que soy feliz y yo creo que con eso lo digo todo”, termina.