En rebeldía el acusado de intentar matar a un hombre a puñaladas tras no ir al juicio
El fiscal pide para él siete años de prisión, donde ingresará a la espera del juicio cuando sea localizado por las Fuerzas de Seguridad
El ciudadano marroquí para el que la Fiscalía solicita siete años y siete meses de prisión acusado de intentar matar a un compatriota, a puñaladas con un cuchillo carnicero en la zona norte de Granada capital, ha sido declarado en rebeldía al no presentarse este jueves ante el tribunal que había de juzgarlo en la Audiencia Provincial.
El acusado estaba en busca y captura desde el pasado mes de mayo y, al no haber sido hallado ni haber noticias de su paradero, el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha suspendido el juicio previsto para este jueves y lo ha declarado en rebeldía, como han solicitado la Fiscalía y la acusación particular, que representa al agredido, y que se suma a la petición de pena del Ministerio Público por la presunta comisión de un delito de homicidio en grado de tentativa.
Con antecedentes penales, el acusado habrá de ingresar en prisión provisional hasta la celebración del juicio una vez sea detenido por las Fuerzas de Seguridad, cuando sea localizado.
Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se desencadenaron sobre las 21,00 horas del miércoles 28 de diciembre de 2016 en una casa de la zona norte de la capital granadina donde se habían reunido con otros varones magrebíes.
El procesado, ahora declarado en rebeldía, "vino en entablar una discusión verbal" con el otro, "saliendo ambos a la calle, y haciéndolo el procesado provisto de un cuchillo de los del tipo carnicero con hoja de unos 30 centímetros".
Según prosigue el fiscal en su relato de hechos, el acusado tenía "la inequívoca pretensión de acabar con la vida de su oponente, descargando sobre éste dos puñaladas con el arma".
La primera de las puñaladas fue "advertida a tiempo" por la supuesta víctima, quien interpuso "su brazo derecho para esquivar la acometida, lográndolo a costa de recibir el golpe en su mano derecha".
Inmediatamente, "y decidido como estaba el procesado a cumplir su letal objetivo, volvió a asestar el mismo arma que, esta vez, incidió en el abdomen de su oponente con la mortal potencialidad tan prevista como deseada".
Así, "sangrando abundantemente", hubo de ser evacuado con ayuda de terceros, y, de no haber sido atendido de forma "inmediata" por la herida abdominal, ésta podría haber tenido una "evolución mortal".