ENCUESTA | Los granadinos, conscientes de la falta de lluvias este invierno
Además, los ciudadanos de la capital ven como causa directa de esta escasez de agua el cambio climático, tan presente actualmente
La escasez de lluvias durante este otoño-invierno en Granada es una realidad. Los pantanos se encuentran muy por debajo de su capacidad, en concreto, con un 15% menos de agua con respecto a hace un año.
Ya sucedió hace más de 25 años, cuando los españoles vivieron una sequía sin precedentes en 1995. Los datos que se registraron durante esos meses de otoño-invierno alcanzaron niveles históricos. Tanto fue así que los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino de 1995, que se pretendían celebrar en Sierra Nevada, se tuvieron que retrasar un año debido a la poquísima nieve que había.
La desesperación llegó a tal punto que el 17 de enero, y promovido por el entonces alcalde de Monachil, José Sevilla, más de 1.500 personas depositaron todas sus esperanzas en San Antón, patrón del municipio que alberga la estación de esquí. Al santo lo sacaron en una procesión extraordinaria para pedir que nevara. Lo más asombroso fue que, esa misma tarde, empezó a nublarse con el regreso del santo a su iglesia. Y poco después, comenzó a nevar sobre Sierra Nevada. Desgraciadamente, la nieve caída esa noche se quedó en mera anécdota y las previsiones que ya apuntaban esos días a la posibilidad de que cayera más no llegaron a cumplirse.
Además, se llegó a cortar el suministro de agua en tramos horarios, sobre todo por la noche, en épocas veraniegas de 1995. El principal problema es que ese año se alcanzó el pico de la sequía, ya que se trataba del cuarto año consecutivo con sequía en el sureste de España, según avanzaba El País en un artículo del 6 de abril de ese año. Más de 8 millones de personas de Andalucía, La Mancha y Levante se vieron al límite de las duras restricciones que ya vivían en ese momento. Se llegó a prever que Granada capital sólo podría aguantar con el agua que poseía en la primavera de ese año hasta el mes de noviembre.
Por eso, ahora vuelve esa duda. Este año es el tercero en el que se registran niveles bajos de agua, lo que indica que el año que viene podría ser mucho peor que este. Es por eso que GranadaDigital ha salido a la calle para preguntar sobre la posibilidad de que volvieran esas restricciones y tramos horarios para usar los grifos, como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia, disponible también en Youtube.
Además, el cambio climático podría ser uno de los principales factores que propicien esta sucesión de inviernos extremadamente cortos y secos y veranos demasiado largos y muy calurosos.
Varios de los encuestados creen que las restricciones son posibles, pero que sería una noticia muy negativa y "muy preocupante". Además, creen que son raras las temperaturas que se están registrando en febrero, que son más similares a las de octubre.
Sin embargo, otros de los encuestados creen que, con la presencia de Sierra Nevada, es más difícil que Granada cuente con unos datos tan negativos a corto-medio plazo.
"Sé lo que es una restricción de agua y es muy duro", ha asegurado una de las mujeres entrevistadas, haciendo alusión a la situación de 1995.