Endesa detectó en Granada más de 7.000 casos de fraude eléctrico en 2024

La compañía señala que las plantaciones de marihuana representan un 11% del total de la energía robada

Así detectan fraudes eléctricos en Granada los técnicos de Endesa- - celia perez-10
Técnico de Endesa en una operación contra el fraude | Foto: Archivo GD
Europa Press
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Endesa abrió el pasado año en Granada más de 7.000 expedientes de fraude en la provincia, un 29% más que en 2023, lo que pone de manifiesto la magnitud de un problema con graves consecuencias para la seguridad física de las personas, la calidad del suministro eléctrico y el importe de la factura que pagan todos los ciudadanos.

A través de su filial de redes e-distribución, la compañía está utilizando la última tecnología y la inteligencia artificial para combatir el fraude eléctrico, lo que ha permitido duplicar la tasa de éxito de las inspecciones contra el fraude realizadas.

Plantaciones de marihuana y grandes consumidores, desde industrias a negocios, concentran la mayor parte de la energía defraudada en un contexto de creciente profesionalización del fraude. La energía recuperada en los fraudes detectados el pasado año por la filial de distribución de Endesa en Granada, superó los 70 millones de kWh, un 45% que en 2023.

En concreto, durante el pasado año Endesa desmanteló en Granada una instalación manipulada al día para alimentar plantaciones de marihuana en operativos en los que acompaña a las fuerzas de seguridad. Estas instalaciones, localizadas en edificios, naves, viviendas individuales o pisos, conocidas como plantaciones indoor, suponen un grave riesgo para su entorno.

Impacto de las plantaciones en la seguridad y el suministro

La manipulación de las instalaciones eléctricas implica importantes riesgos para la salud de la persona que las realiza y de las que le rodean, ya que pueden derivar en incendios y electrocuciones que pueden provocar daños muy graves e incluso la muerte. En zonas donde se concentran muchas plantaciones, la demanda de electricidad se dispara a niveles industriales.

Se han dado casos de edificios de viviendas que consumían como un hospital, una sobrecarga que hace saltar las protecciones de la red provocando cortes de suministro a todos los vecinos. El nivel de sobrecarga ha llegado a provocar incendios en las instalaciones.

Un ejemplo son los 24 incendios registrados este año centros de transformación de e-distribución en Andalucía por la saturación de la red derivada del fraude, cinco de estas infraestructuras se encuentran en Granada.

Estas plantaciones bajo techo, controladas en su mayor parte por organizaciones criminales, generan, además de los peligros físicos por la manipulación de la instalación eléctrica, el deterioro de la seguridad ciudadana en las zonas donde se concentran, afectando a los vecinos y también a los trabajadores.

Los trabajadores sobre el terreno de e-distribución y sus contratas tienen que acudir encapuchados y acompañados por las fuerzas de seguridad a hacer su trabajo para evitar su identificación y han sufrido agresiones cuando procedían a desmantelar fraudes.

El impacto de la manipulación de las instalaciones eléctricas es además evidente en la calidad del suministro eléctrico. Las plantaciones indoor de marihuana consumen grandes cantidades de energía para asegurarse las condiciones de luz, temperatura y ventilación adecuadas para acelerar los cultivos y lo hacen mediante enganches ilegales a la red.

Cada uno de estos 'invernaderos' de marihuana demanda un volumen de electricidad que equivale al consumo de unas 80 viviendas de unos 100 metros cuadrados. El año pasado, las plantaciones desconectadas de la red en el área de e-distribución acapararon casi el 30% del volumen de fraude detectado por la compañía.

La vinculación entre estas plantaciones y la calidad del suministro eléctrico en determinadas zonas es tal que, tras las redadas realizadas por las fuerzas de seguridad para desmantelar cultivos de marihuana indoor, el consumo eléctrico se desploma y las incidencias llegan a reducirse un 90%.

No obstante, los fuertes descensos en el consumo eléctrico que se registran tras las intervenciones policiales son sólo temporales y las conexiones ilegales vuelven a realizarse en cuestión de horas o días. La existencia de un marco penal más laxo que en otros países de nuestro entorno no contribuye a frenar la proliferación de enganches ilegales.

En otros países como Francia, Alemania o Italia se diferencia entre casos graves y leves y el fraude eléctrico conlleva incluso penas de cárcel, mientras que, en España, el robo de energía conlleva pena de multa, no prevé agravantes ni computa para la reincidencia.

Inspecciones y tecnología

La digitalización de la red, el despliegue de sensores y la implantación de los contadores inteligentes posibilitan la obtención de más información y el análisis de los datos mediante técnicas de machine learning y deep learning permite detectar desviaciones y comportamientos anómalos.

Desde 2016, expertos en data science y big data se han incorporado en Endesa para trabajar junto con los inspectores de campo y desarrollar y mejorar los modelos predictivos para combatir el fraude.

El pasado año, Endesa realizó en Granada cerca de 29.000 inspecciones para comprobar la existencia de fraude, muchas de ellas, resultado de las denuncias anónimas realizadas por los ciudadanos.

Los ciudadanos pueden avisar de manera anónima cuando advierten alguna anomalía a través del correo electrónico: [email protected], del teléfono 800760220 o rellenando un formulario web en la página de e-distribución







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