Endesa pone en servicio una nueva línea en la Zona Norte de Granada
La nueva línea ha supuesto una inversión de 440.000 euros y alimenta a ocho centros de distribución afectados por los enganches ilegales
Endesa ha invertido 440.000 euros en la puesta en servicio hoy de una nueva línea de media tensión, de 20 kilovoltios, en la Zona Norte de Granada. Esta nueva actuación tiene el objetivo de reducir la saturación que sufren en concreto 8 centros de transformación ubicados en esta zona de Granada donde el 65% de la energía que se demanda se hace de forma fraudulenta, según los datos obtenidos de la reciente auditoria llevada a cabo por la Junta de Andalucía.
La instalación de esta nueva línea de media tensión se ha llevado a cabo en tiempo récord a pesar de la
dificultad de tener que llevar a cabo una canalización de 2,5 kilómetros desde la Subestación Pulianas
hasta la Zona Norte. La nueva infraestructura se une a las ya puestas en servicio el pasado año, en un
plan especial en el que Endesa ha llegado a invertir 3,5 millones de euros para intentar paliar la problemática que generan los enganches ilegales en esta zona de la capital granadina.
Tras el Plan excepcional de Inversión llevado a cabo por Endesa desde diciembre de 2019, que ha
supuesto el refuerzo de toda la red de media y baja tensión existente y la instalación de cuatro nuevos
centros de transformación instalados en tiempo récord en las calles Puerto Lumbreras, José Acosta
Medina, Pintor Joaquín Capulino Jaúregui y Pedro Machuca, se ha conseguido aumentar la potencia
instalada un 200% en la zona.
Todas estas instalaciones puestas en servicio en los barrios de La Paz, Rey Badis y Cartuja, donde hay
2.300 viviendas, cuentan ahora con una potencia como para dar suministro a 11.000 puntos de consumo.
Sin embargo, la red de distribución sigue soportando cargas muy por encima de la potencia contratada
que ocasionan daños en las instalaciones nuevas, aun estando sobredimensionadas. Un ejemplo claro, que se puede extrapolar a otros puntos de la red de la Zona Norte, es el Centro de Transformación Tarragona, ubicado en el Barrio de La Paz, que en agosto de 2019 daba suministro a 702 usuarios, de los cuales únicamente el 43% tenía contrato, el resto eran enganches ilegales (394), lo que provocaba cortes de suministro.
En ese momento se duplicó la potencia instalada en el centro de transformación con la instalación de una segunda máquina transformadora, lo que redundó en una disminución considerable de las incidencias, pero no se consiguió la descarga del centro de transformación, a pesar de doblar su potencia.
En los meses siguientes hasta mayo de 2020 se han llevado a cabo diferentes actuaciones para la
redistribución de la red de baja tensión que parte de este centro de transformación hacia a los puntos de
consumo. Con ello se disminuyeron los puntos de suministro que dependían de este centro de transformación, pasando de 702 a 324 usuarios.
De esta manera, se aumentó en un 33% la potencia instalada para alimentar solo a 324 usuarios, de los
cuales únicamente el 37% tenía contrato, es decir que había 202 suministros enganchados ilegalmente.
Además, con estos trabajos la potencia media instalada en el centro de transformación por cliente pasó de ser de 5,8 kW/cliente a 22 kW/cliente.
Sin embargo, a pesar de todas estas obras para intentar paliar las incidencias, desde el pasado mes de
agosto han vuelto a repuntar los cortes de suministro, llegando al mismo nivel que en 2019 antes de la
ampliación del centro de transformación. Es se debe a que las cargas de los transformadores doblan
nuevamente las cargas medidas en mayo de 2020, justo al finalizar las obras de redistribución de la red de baja tensión, lo que se justifica únicamente por un consumo desmedido.
Toda esta situación es la que se está replicando en una calle concreta de Casería de Montijo que está
afectando a toda la zona. Los técnicos de Endesa están empezando a detectar que de los tres centros de transformación que abastecen a la zona, uno registra el 77% de las incidencias de la zona y un descenso del volumen de contratación de suministro al 60% y la cifra sigue disminuyendo.
La defraudación de fluido eléctrico conlleva un elevado riesgo para la salud y la seguridad de las personas al ser instalaciones manipuladas sin ningún tipo de protección.
Según la reciente auditoría llevada a cabo por la Delegación del Gobierno de Junta de Andalucía, existen
5.054 viviendas de 20.000 que están conectadas a la red de distribución eléctrica sin contrato de
suministro, es decir, uno de cada cinco vecinos de la Zona Norte.
Estas instalaciones no disponen de los preceptivos elementos de protección, tal y como está recogido en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión aprobado por Real Decreto 842/2002, del 2 de agosto, para preservar la seguridad de las personas y los bienes.
Estos enganches irregulares a la red se realizan con materiales no adecuados y sin cumplir las normas de seguridad, generando un enorme peligro para la persona que comete el fraude y para todos sus vecinos, al carecer de protecciones frente a cortocircuitos, electrocuciones o incendios, que se podrían expandir más allá de las viviendas particulares a los bloques de pisos, generando un riesgo real de lesiones graves o incluso de muerte.
Estas viviendas con conexiones irregulares a la red eléctrica carecen de los sistemas de protección
básicos: el de la vivienda (cuadro eléctrico), el del cuarto de contadores que protege al portal y el de la
caja general de protecciones que salvaguarda al bloque de pisos. En esta situación la única protección
que actúa para evitar un incendio es la del centro de transformación de Endesa.
Por todo ello, es fundamental la coordinación entre las diferentes instituciones para regularizar y adecuar
los suministros que carecen de contrato y las instalaciones inseguras, y poder así empezar a aplicar las
ayudas establecidas por el Estado a través del Bono Social para que las familias con pocos recursos
económicos puedan beneficiarse de ellas. En algunos casos estas ayudas pueden suponer la exención de hasta el 100% del abono de la factura eléctrica.
Asimismo, sería necesario acompañar esta acción de regularización de suministros con formación en
eficiencia energética que ayuden a los vecinos de la Zona Norte a hacer un consumo responsable.
Precisamente para revertir esta situación, Endesa ya está trabajando con la Subdelegación de Gobierno,
el Ayuntamiento y con AVRA (Agencia de la Vivienda y Rehabilitación de Andalucía) para llevar a cabo la
regularización de los suministros ilícitos que provocan la saturación de las redes eléctricas afectando a
todos los vecinos y generando un problema para la seguridad de las personas que viven en estos
entornos.
Endesa sigue trabajando con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para llevar a cabo de forma
conjunta acciones para detectar el fraude eléctrico, principalmente derivado de las plantaciones de
marihuana.
En 2020 se han llevado a cabo 16 intervenciones contra el fraude masivo en la Zona Norte de Granada,
efectuando 874 cortes de suministro por enganches ilegales. Estas actuaciones se llevan a cabo de la
mano de Policía Nacional, con el fin de preservar la seguridad de los técnicos de Endesa que tienen que
desempeñar su trabajo con el rostro cubierto y protegidos por las fuerzas del orden.