Enfermeros se forman en el tratamiento de heridas crónicas complejas con microinjertos de epidermis en sello

El periodo de formación práctica se ha desarrollado en la Unidad de Gestión Clínica de Demartología del Hospital Virgen de las Nieves

Granada.- Enfermeros se forman en el tratamiento de heridas crónicas complejas con microinjertos de epidermis en sello
Uso de microinjertos de epidermis en sello | Foto: Gabinete
Gabinete
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Profesionales de Enfermería del Distrito Sanitario de Atención Primaria Granada Metropolitano han completado recientemente un periodo de formación práctica en el tratamiento de heridas crónicas complejas con el uso de microinjertos de epidermis en sello llevado a cabo en la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves.

Así, los enfermeros y enfermeras de práctica avanzada en heridas crónicas complejas, en colaboración con el equipo médico y enfermero de familia habitual del paciente, llevan a cabo el abordaje de la lesión atendiendo de igual forma los procesos o patologías concomitantes del paciente que puedan interferir en el proceso de cicatrización.

"La atención a las heridas complejas: quemaduras cronificadas, úlceras por presión, pie diabético o úlceras de tipo venoso, por ejemplo, supone una parte asistencial importante de los profesionales que desarrollan su labor en los centros sanitarios de primaria en general y los granadinos en particular", señala David Alcaide, director de Cuidados del Distrito Sanitario de Atención Primaria Granada Metropolitano.

En este sentido, se estima que para el próximo año 2024, entre el 1% y el 3% de la población de los países industrializados sufrirán una herida crónica, estimándose su impacto económico entre el 2 y el 3% del total del gasto en salud.

Para llevar a cabo la cobertura de las heridas crónicas con injertos se utilizan injertos autólogos de epidermis en sello extraídos del propio paciente. Estos sellos de epidermis se logran mediante corte fino más o menos circulares que se obtienen, sin profundizar más allá de la epidermis, tras anestesiar localmente la zona donante, habitualmente el muslo.

Este proceso permite un avance significativo en la atención de los pacientes que padecen heridas crónicas y que son candidatos a dicha técnica, "ya que se puede realizar de manera ambulatoria, facilitando la accesibilidad de los usuarios más vulnerables y evitando traslados a los centros hospitalarios", destaca Alcaide.

Además, tiene una ventaja añadida y es que puede combinarse con otros procedimientos como vendajes de compresión, sistemas de presión negativa o descargas de presión en zonas de úlceras.

La técnica beneficia sustancialmente la cicatrización de las heridas al liberar sobre ellas gran cantidad de factores de crecimiento epidérmicos y otras moléculas y células que acortan mucho los tiempos de cerrado de las úlceras, produciendo también una disminución del dolor desde el primer momento, tras la implantación de estos microinjertos.