La enigmática frase de Sebastián Pérez: "Si yo fuera el alcalde, no estaría tranquilo"
La dimisión del presidente provincial del PP abre la puerta a múltiples especulaciones, entre ellas la de que apoyara una hipotética moción de censura contra Luis Salvador
Sebastián Pérez ha dimitido como presidente provincial del Partido Popular de manera irrevocable y por serias discrepancias con las direcciones regional y nacional del que ha sido su partido desde que entró en política. Pero al irse ha dejado una frase sobre la que no ha querido profundizar pero que abre la puerta a las especulaciones: "Me voy, pero no tiro la toalla".
El concejal en el Ayuntamiento de Granada (ahora sólo es ése el cargo que ostenta) fue preguntado expresamente por la posibilidad de liderar ahora una moción de censura contra el alcalde, Luis Salvador, a quien no ha dedicado hoy precisamente bonitas palabras ("va de sobrado" o "es un mentiroso", ha dicho de él) y ha dicho que "ahora mismo" no está en ese ánimo. Pero en otro momento de su intervención ante los medios ha soltado otra frase más enigmática aún: "Si yo fuera el alcalde de Granada, no estaría tranquilo".
¿Es ese "ahora mismo" un matiz? ¿Estaría dispuesto Sebastián Pérez a unir su voto a los de PSOE y Podemos-IU para lograr así los catorce votos que desalojarían a Luis Salvador de la alcaldía? Pues es algo que se presta a interpretaciones. Por un lado, en este día de su dimisión ha vuelto a recordar que él ha ganado "a los socialistas" en varias elecciones, dando a entender que ésa era su función principal. Eso no casaría con un posible apoyo a una moción que serviría para devolver a Paco Cuenca al frente del gobierno municipal.
Sin embargo, también ha dicho que ese "mérito" de ganarle una y otra vez a los socialistas en Granada no le ha sido reconocido con los suyos, como tampoco "ganar un congreso provincial en las urnas y en los juzgados" o no haber explicado "aquí en Granada" por qué el grupo municipal del PP tenía que votar en la sesión de investidura a Luis Salvador como alcalde, cuando está en un partido "en descomposición, casi muerto y que en Granada, de celebrarse otras elecciones municipales, no sacaría más de un concejal".
Sebastián Pérez está ahora abiertamente enfrentado a su formación. Continúa como concejal, pero, salvo el apoyo de algunos de sus compañeros de grupo, no tiene más respaldo. Y esos otros ediles, muy probablemente, optarán por acatar la disciplina de partido y de voto, cosa que por lo demás el ya expresidente provincial respeta y aplaude.
Así las cosas, no es descartable que esta crisis ahora abierta en el PP desemboque en una situación que sí que podría incomodar, y mucho, al actual alcalde: Sebastián Pérez se pasa al grupo de no adscritos. Entonces, la distribución sería la siguiente: diez ediles del PSOE, tres de Podemos, cuatro de Ciudadanos, tres de Vox, seis del PP y Pérez por libre, por así decirlo. Por libre y "absolutamente convencido" de que la dirección nacional de su partido no va a mover un dedo y va a dejar que Salvador sea el alcalde durante todo el mandato. El compromiso del 2+2 no sería tal, en ese caso.
Una vez en el grupo adscrito, si es que tal situación se produce, Sebastián Pérez sería muy libre de votar lo que se le antojase en una hipotética moción de censura. No se debe dar nada por hecho, por supuesto, pero el debate está abierto.