Entender que la paciencia es poder, que la prisa no implica rapidez y que a menudo avanzar despacio es la forma de llegar antes
Hay cosas que vale la pena recordar y recordarnos:
- entender que la paciencia es poder
- entender que la prisa no implica rapidez y
- entender que a menudo avanzar despacio es la forma de llegar más pronto
Son tres ideas que planteo como claves para la vida diaria.
El poder de la paciencia nos permite reservar energías para la acción, nos ayuda a despertar esa intuición que sabe mirar a su alrededor para entender en qué momento es mejor ser prudente y en qué instante es conveniente pasar a la acción. Y la realidad es que la paciencia tiene más poder que la fuerza y que el verdadero coraje es la prudencia.
¡Cuánta prudencia nos hace falta en estos tiempos! ¡Cuánta paciencia es imprescindible para tomar en tiempos de pandemia las decisiones más adecuadas! La impaciencia quiere que el tiempo corra: la paciencia quiere que el tiempo no se detenga. La impaciencia crea angustia y desasosiego por el ansia de que las cosas se produzcan inmediatamente; la paciencia confía y espera que se produzcan a su debido tiempo. No cabe duda que la prisa y la urgencia no son los mejores aliados de la prudencia; pero ni la paciencia debe ser pasividad ni la impaciencia precipitación.
Y es evidente que todos tenemos prisa en estos tiempos de pandemia. Y también es necesario entender que la prisa no implica rapidez. Y hay que decir que no va más rápido el que más corre, que es importante priorizar y decir no. Cuánta gente anda corriendo de un lado para otro sin saber a dónde va ni a qué ha ido, y sin llegar a valorar si necesitaba ir deprisa o si podría haber hecho lo mismo a otro ritmo. La prisa no es un valor añadido. La persona que convive con la prisa lo hace también con el estrés y la ansiedad, no disfruta del momento. Deja la vida pasar porque no observa lo que ocurre en el presente y no escucha lo que le dice la gente. ¡Cuán importante es todo esto en estos momentos!
Y termino diciendo que entender que a menudo avanzar despacio es la forma de llegar más pronto. Y como alguna gente dice: si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado. La importancia de elegir bien a la gente que te rodea es crucial para conseguir el éxito.
Probablemente no importa lo despacio que vayamos, siempre y cuando no nos detengamos y no nos paremos y avancemos. La carrera de la vida, es una carrera de paciencia, constancia, disciplina y perseverancia, así que esas son las claves… Y no detenerse va en ese sentido, va en hacer, en conseguir, en alcanzar, en empezar a actuar, en acciones, en remangarse y pelearse en la arena de la realidad. Eso es lo que cuenta, lo que hacemos día a día, sin importar lo despacio que lo hagamos. Por eso, no depende tanto de la velocidad a la que vayamos sino que nunca cesemos en esa velocidad, que nunca nos paremos, que nunca dejemos de avanzar. ¡Siempre hacia adelante!
Paciencia, prudencia, ritmo, avanzar, presente, escuchar, constancia, disciplina, perseverancia, no detenerse, no pararse, actuar son palabras para la vida. Pongámoslas en nuestro día a día, en nuestro quehacer, en nuestra vida.