Gerardo Cuerva: "Granada tiene mucho más potencial del que está desplegando"
El representante de los empresarios granadinos reclama menos 'cortoplacismo' en las instituciones, así como mayor coordinación y visión de futuro para trabajar por la provincia
Gerardo Cuerva (Granada, 1971) cumple diez años como el máximo representante de los empresarios granadinos, tanto en la Cámara de Comercio como en la Confederación Granadina, y, desde 2019, también de las pequeñas y medianas empresas de España a través de Cepyme, cargo que le ha encumbrado al panorama de la política nacional. Su liderazgo y experiencia le han servido para convertirse en una voz autorizada para reivindicar las infraestructuras que Granada necesita y, también, para expresar su opinión sobre el futuro de una ciudad y una provincia que tienen que marcar muy bien el camino de hacia dónde quieren dirigirse. Advierte que se encuentra bien, con ganas y fuerzas, pese a la intensa actividad que le hace tener poco respiro por sus obligaciones. En constante pugna con la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, confiesa que el Granada CF le hace sufrir más que Yolanda Díaz pese a que está convencido de que la líder de Sumar no cree en la empresa privada.
Pregunta. El cargo en Cepyme te ha convertido en una persona importante en España. Te vemos en fotos con el Rey, ministros y altos cargos.
Respuesta. No creo. Soy una persona que tengo el privilegio de estar al frente de algunas instituciones que son importantes, que es diferente, como puede ser la Cámara de Comercio de Granada, la Confederación Granadina de Empresarios y, en este caso, también Cepyme, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa. Y es verdad que tengo el privilegio y la suerte de estar al frente de ese tipo de instituciones, pero no, persona importante no creo.
P. ¿Te sientes el mismo Gerardo Cuerva de siempre o todo esta vorágine hace cambiar a las personas?
R. Soy el mismo, pero probablemente muchos de mis amigos y de mi familia, incluso mi mujer, alguna vez me achaca que igual no soy el mismo. Esa visión que te da estar en tantísimo lugares y foros diferentes te hace mejorar, con una visión mucho más pausada y una ampliación de zoom clarísima. Me imagino que, como tienes y procesas más información, también influirá a la hora de tomar decisiones.
P. Estando al frente de los empresarios, ¿te da tiempo para ejercer de empresario?
R. Es algo con lo que se nace. Hay que formarse, que a nadie se le olvide. Eso de que hay empresarios que hicieron grandes imperios y no han estudiado es una raya en el agua. Hay que formarse y trabajar. Ese sentimiento empresarial siempre lo llevo y, por supuesto, sigo participando en la empresa de mi familia aunque, quizás ahora, desde una postura mucho menos ejecutiva. Pero si hay algo que me hace poder estar en tantos sitios y hacer tantas cosas, incluyendo ser empresario, es porque tengo el privilegio de trabajar con unos grandísimos equipos. Esa es la clave. No es solo la persona, sino el equipo con el que está. Tengo un gran equipo, tanto en Granada como en Madrid, y eso hace que pueda ejercer, incluso, de empresario.
P. Pero, ¿echas de menos un poco más de tranquilidad?
R. Muchas veces, cuando uno tiene dos o tres días que desconectas para irte con la familia, con tu mujer o con tus hijos, cuando arrancas de nuevo te preguntas si merece la pena. Pero, en cuanto arrancas, automáticamente vuelves a coger la fuerza. El trabajo realmente engancha. Es verdad que muchas veces me pregunto cuándo voy a parar. Pero ese día que paras ya estás deseando volver (ríe).
P. Los granadinos nos debemos enorgullecer de que personas de nuestra ciudad o provincia ocupen altos cargos importantes, que es algo que siempre hemos demandado. Tener personas con protagonismo y relevancia a nivel nacional.
R. Mi granadinismo lo llevo al máximo. En cualquier foro en el que estoy siempre tengo mi corazón granadino, que no lo voy a eliminar jamás. Me gusta trabajar por mi tierra. Creo que se pueden hacer muchas cosas. Tenemos una tierra maravillosa. Cuando tengo la oportunidad, y no solo al nivel del mundo que te mueves, sino a nivel nacional en tantas provincias, piensas que Granada es mucha Granada. Es espectacular. Poder contribuir para que tengamos una Granada mejor me hace muy feliz.
La situación de España
P: Después vamos a entrar en más profundidad con Granada, pero, en virtud del cargo nacional que ocupas en Cepyme, te pregunto: ¿España va bien? En el Gobierno defienden que es el país de Europa cuya economía crece más, que se baten récords de contrataciones o que hay más personas afiliadas a la Seguridad Social que nunca y, sin embargo, por otro lado, hay quienes lanzan mensajes muy negativos.
R. España va por barrios y lo explico. El sistema económico en España es muy heterogéneo. Diferentes sectores van de diferente manera. Si uno habla del campo, ¿cómo va el campo? Si uno habla del comercio, ¿cómo va el comercio? Si hablo del mundo digital, está en otra esfera. A nivel general, es verdad que las magnitudes macro dicen que esto va bien. No quiero entrar en polémica, pero si me voy a hablar de paro, no sé si estamos calculando la tasa de paro como la estábamos calculando hace algunos meses. Nos conformamos en España diciendo que crecemos al 2% y hace tan solo unos años decíamos que el 2% era el límite de crecimiento para que se pudiera crear empleo. Y, sin embargo, hoy echamos las campanas al vuelo porque estamos creciendo un 2%. Por tanto, cuidado con esos mensajes. La pyme española está sufriendo. Está contratando y eso habla de la estirpe de la que están hechos los empresarios. Gente que es capaz de levantarse todas las mañanas para seguir creciendo y creer en sus proyectos. Y seguimos contratando. Pero, sin embargo, las ventas están congeladas. No llegan al 1,2 % el incremento de venta si le quitamos el efecto inflacionista y los costes medios en los últimos dos años han subido más de un 25%. Estrechamiento de márgenes, un estrangulamiento claro, difícil acceso al crédito, tipo de interés muchísimo más alto... Eso es sufrir. En el último barómetro que hemos hecho de las pymes españolas se advierte que, en este 2024, puede haber algún trimestre en el que no solo es que se deje de crear empleo, sino que 'micropymes' españolas empiezan a desaparecer. El tejido productivo español está pasándolo muy mal.
P. ¿Y los trabajadores?
R. Esa dicotomía entre trabajador y empresa... Es que la empresa es el trabajador. No es un tópico. Lo mejor que tiene una empresa es sus recursos humanos. ¿Qué es una empresa sin recursos humanos? Los trabajadores son el corazón de la empresa. El trabajador está sufriendo, las personas están sufriendo. El periodo inflacionista que hemos pasado recientemente, no sé si fue Margaret Thatcher la que dijo que la inflación era la madre del paro y la ladrona de los ahorros. Y es cierto. Y le afecta a todo el mundo, al trabajador y a la empresa. Es muy fácil buscar la similitud que existe entre la vida familiar o la vida cotidiana en una casa y la de una empresa. Ingresos, gastos, eficiencia en la gestión, eficiencia en el ahorro, donde invertimos, que acertemos... Es un paralelismo de la propia vida de la empresa y de la propia vida del trabajador o de la familia. En estos momentos el trabajador está sufriendo. Hemos pasado un periodo inflacionista alto y ha perdido un clarísimo poder adquisitivo, pero no menos que el de la empresa. Y aquí siempre digo que de estas situaciones se sale unidos, con el esfuerzo de ambas partes, tanto del trabajador como de la empresa.
P. Hubo polémica con la subida del salario mínimo interprofesional. Los empresarios se quejaban de que siempre se castigaba a los mismos, pero los trabajadores consideran que qué menos que 1.000 euros para vivir.
R. El problema del salario mínimo es que se ha politizado, se ha utilizado como herramienta política y ha dejado de tener su lógica. El salario mínimo interprofesional está regulado. Es una competencia que tiene el propio Gobierno de España, pero que viene articulado en el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores. Y el salario mínimo interprofesional se calcula con cuatro parámetros. En este caso, inflación, paro, la actividad económica... Realmente no se está teniendo en cuenta absolutamente nada, sino, simplemente, ese mantra o ese dogma de que la gente tiene que vivir con un salario adecuado. Pero el salario mínimo, en ningún caso, puede ser una política social. Soy de los que digo que el salario es la contraprestación económica a un trabajo realizado. Y ahí tendremos que tener en cuenta las cualidades del trabajador, sus características, el tono en el que funciona, los impuestos asociados a ese puesto de trabajo, la competencia, etcétera. Y por eso saldrá un salario, pero no se pone por Real Decreto. Si tú pones el salario por Real Decreto estás haciendo una intervención del sistema económico. Y, por tanto, ahora de lo que se ha dado cuenta este Gobierno es que es una herramienta política, un reclamo cortoplacista decir que el salario mínimo tiene que ir al umbral de tanto. Los salarios tienen que ir por su sistema económico, por oferta y demanda y las características del puesto de trabajo, y las políticas sociales por el suyo. No vale engañar a la gente. El salario tendrá que ser el que tenga que ser. Si queremos mejores salarios, no se hacen por Real Decreto, sino se hacen teniendo mejores empresas, creyendo en la empresa, potenciando al mundo empresarial y así tendremos mejores empresas y mejores salarios.
Potencial de Granada
P. Esa es tu visión de la situación en España. ¿Y Granada? ¿Granada va bien?
R. Estoy convencido de que Granada puede ir mejor. En el entorno empresarial estamos convencidos de que Granada tiene mucho más potencial que el que está desplegando. Y Granada mejora, crece, pero deja muchísimo de su potencial guardado en un cajón. Hemos arrancado un nuevo proyecto para intentar coordinar las administraciones, como es la agencia Granada Global. Si dejamos al margen el día a día de la política, de las situaciones de las distintas administraciones y metemos una capa inferior, en la que se trabaje de forma coordinada por la búsqueda de esa internacionalización de Granada a nivel global, de esa atracción de inversión a nuestra provincia, las cosas van a ir muchísimo mejor. La tasa de paro de Granada no nos los podemos permitir. Es que no hemos bajado de los umbrales del 20% hace mucho tiempo. Granada adolece de un sector industrial potente que se asocia a un buen sueldo o a unas buenas condiciones de trabajo. Granada tiene que avanzar, pero no puede estar dando un paso para adelante y tres para atrás. Y muchos de los problemas que puede tener es por esa falta de coordinación entre las administraciones. Es levantar la mirada hacia los próximos 30, 40 o 50 años. Las instituciones de Granada no pueden estar pensando en mañana, que también, pero tienen que levantar la cabeza y buscar proyectos tractores, proyectos definitivos a medio y largo plazo. Ese es el problema de Granada. Porque la he visto en los últimos años, desgraciadamente, muy parada. Hemos tenido provincias limítrofes que, en los últimos diez años, nos han levantado las pegatinas. ¿Y por qué? Porque en Granada no hacíamos las cosas correctamente. Nosotros, con ese impulso de la agencia Granada Global, intentamos coordinar el esfuerzo máximo a medio y largo plazo de todas las instituciones. Y, luego, el que se tenga que poner la medalla, que se la ponga, pero que se la ponga siempre Granada.
P. Huir del cortoplacismo o de proyectos electorales que se enmarcan solo en los cuatro años de gestión del partido que está al frente y, mediante el pacto que sea necesario, mirar por el futuro de Granada y de su provincia.
R. Sobre todo, huir del cortoplacismo. No se puede gobernar Granada desde una institución, ya sea Universidad, Junta de Andalucía, Diputación o el ayuntamiento de cualquier municipio, a corto plazo, mirándote los zapatos no se puede correr porque vas a tropezar. Hay que levantar la cabeza y Granada tiene que levantar la cabeza. Tiene que ser audaz, valiente, buscar ese lugar a medio y largo plazo. Y eso solo se hace con compromiso y con honestidad. Eso es lo que estamos intentando.
P. Y tiene que estar comunicada, que van muchos años pidiendo lo mismo. Parece que no se avanza en las infraestructuras de comunicación, tanto a niveles aéreo como de ferrocarril.
R. Desgraciadamente, Granada adolece de una infraestructura competitiva como otras muchas provincias de España y así es difícil competir. Para montar cualquier cuestión en Granada no tienes acceso. ¿Quién va a deslocalizar su proyecto? He dicho muchas veces de que tengo la sensación de subir siempre el mismo escalón. ¿Cuántos lustros llevamos hablando de las mismas infraestructuras? Tendríamos que estar hablando de las mejoras de otras. Y ya no solo la del ferrocarril y la aérea, ¿y en comunicaciones digitales, eléctricas, etcétera? Infraestructuras de todo tipo que tienen que estar al mismo nivel que Granada necesita.
Trabajar unidos
P. Con todos los invitados que pasan cada domingo por este espacio de entrevistas de GranadaDigital hemos analizado cuál debe ser la apuesta de Granada. Se ha hablado de ser la ciudad del rock, de la salud, del conocimiento, de la cultura, del turismo, de la Inteligencia Artificial... Excepto el proyecto del IFMIF-Dones (acelerador de partículas), que es lo único seguro, no salió lo de la AESIA, se aspira a la Agencia Estatal de la Salud, están las incógnitas de la capitalidad cultural europea para 2031, del tren Granada-Motril, de la ampliación del PTS... ¿Estamos en el camino correcto?
R. En ese trabajo conjunto que se está haciendo ahora entre instituciones, se debería marcar el escenario correcto. Has citado en la pregunta que has hecho el proyecto del IFMIF-Dones, el acelerador de partículas, que es el clarísimo ejemplo de que, cuando las diferentes instituciones se ponen de acuerdo y realmente levantan la cabeza a medio y largo plazo, se consiguen los proyectos. Ese ha sido el único proyecto diferenciador, tractor a medio y largo plazo, que se ha conseguido en Granada y ha sido por el compromiso no cortoplacista de todas las instituciones. En ese sentido, Granada tiene que buscar cuál es su nicho. Por supuesto, existe un bien que tenemos como la Universidad de Granada, que tenemos que aprovechar. Igual que tenemos el monumento más bonito del mundo, que es la Alhambra, una estación de esquí maravillosa como pocas en el mundo, una costa espectacular, una zona norte paisajística y geológicamente brutal a nivel de recursos, como otros tantos encantos que tenemos, Granada tiene que buscar cuál es su camino, buscar ese apoyo en una institución como la Universidad de Granada, en Inteligencia Artificial y relacionado al conocimiento. Granada tiene que transitar para su futuro, como pilar básico, por el conocimiento. Y la Inteligencia Artificial, que en Granada somos líderes, una de las potencias a nivel mundial, es uno de los pilares a medio y largo plazo que hemos de explorar. Ojalá esa conjunción entre instituciones, incluso lideradas por la propia Universidad, nos lleven a hacer ese 'Hub' de Inteligencia Artificial, esa posición a nivel mundial de referencia. Y esto es muy transversal, porque la Inteligencia Artificial no es de un sector, es transversal de cualquier sector. La Inteligencia Artificial será uno de los pilares básicos para el futuro de Granada.
P. Hay muchas empresas que quieren venir a instalarse a Granada y no hay terreno para ellas. Es un poco descorazonador.
R. Está claro que si hablamos de infraestructuras, la básica es el suelo para poder instalarte. Si no se tiene, empezamos mal. Ya no es que no puedo venir en tren o avión, es que no me puedo implantar. Cualquier acción que libere suelo para poder deslocalizar proyectos importantes en cualquier ámbito, es importante. Pero Granada por donde tiene que transitar es por el conocimiento, con el talento que hay. Esta es una ciudad y una provincia talentosa y tiene que liberar espacio para que la gente pueda deslocalizar su proyecto.
P. Cuerva también es una empresa que está al frente de la innovación tecnológica, especialmente, en el ámbito de la energía, con implantación internacional. No sé si en Granada se tiene conocimiento de la gran cantidad de proyectos en los que estáis inmersos.
R. Estoy muy orgulloso de la empresa de mi familia. Y, además, tenemos el privilegio de tener a un consejero delegado, Ignacio Cuerva, que es una verdadera máquina. Es el pastor que tenemos en la compañía y que nos está llevando en nuestro sector a transitar sobre el futuro de la energía. Esa manera de ser que tenemos los Cuerva, que somos inquietos, y nos queremos asomar al siguiente escalón de la energía. Y ahí estamos trabajando. Lo hacemos en producción, en centrales. Ahora se habla de energía renovable y nosotros hacíamos ese tipo de energía con nuestro abuelo cuando no se llamaba ni renovable. Estamos cambiando y buscamos el siguiente escalón de la energía con un departamento de innovación muy potente. Estamos en diferentes países con proyectos de transformación digital. Incluso, en su día abrimos nuestra oficina en Silicon Valley para arrancar con proyectos innovadores. Y, por supuesto, sin olvidar el negocio tradicional de red y de producción. Pero estamos buscando avance en producción, en red, en instalación y en cuál es el siguiente escalón de la energía.
Empresas granadinas
P. Hay una nueva generación de granadinos que han heredado empresas familiares y que le están dando un gran salto de calidad a estas compañías. Incluso, me da la sensación de que hay un desconocimiento en la sociedad granadina de la gran cantidad de empresas de aquí que están trabajando de forma muy potente a nivel internacional.
R. Estoy totalmente de acuerdo. Una de las cosas que hablamos mucho es que hay que conocernos más. Tengo el privilegio de estar al frente de los empresarios de la provincia de Granada y conozco a empresas que son punteras tecnológicamente en su campo, están en el ámbito mundial y, realmente, Granada no lo conoce. Estamos una generación de empresarios de Granada, con empresas de segunda o tercera generación, que, gracias a la labor que hicieron nuestros antepasados de sembrar grandes proyectos, le hemos metido formación tecnológica. E, incluso, y es una de las cosas que me alegro más, hemos aprendido a darnos la mano. Antes íbamos cada uno por nuestro lado y hoy día los empresarios de Granada nos hemos dado cuenta que juntos se pueden hacer proyectos mucho más potentes, y se están haciendo. Es muy importante que el tejido empresarial de Granada se conozca, trabaje conjuntamente y que planifique proyectos futuros.
P. ¿El futuro está en la energía renovable?
R. Sobre la energía se ha escrito mucho. La energía es un símbolo de progreso y sin ella no se desarrolla nada. Es uno de los pilares básicos de futuro. Soy de los que dicen que el precio de la energía será gratis. La energía renovable no es que sea el futuro, es que es necesaria, es que realmente la energía fósil es limitada y tenemos que buscar fuentes de producción de energía que sean ilimitadas. Y esa es la transición que se está haciendo. El acelerador de partículas es la búsqueda de esa forma de poder hacer energía que no sea como la conocida con combustibles fósiles. La energía siempre hará falta y van a evolucionar mucho los sistemas energéticos. Fotovoltaica, eólica, mareomotriz, geotérmica y otras que quedan por venir. El acelerador de partículas nos traerá una manera de generar energía mucho más limpia de lo que conocemos hasta hoy.
P. La conclusión más importante de esta entrevista es que la clave es ir de la mano por Granada, ya que se nos llena la boca de relatar el potencial que tiene la ciudad y la provincia, pero hay que desarrollarlo.
R. Creo firmemente en esa agencia Granada Global y en la búsqueda, por ejemplo, de la marca. Es verdad que en Granada hay una marca y trabaja muy bien el turismo, con unos canales muy bien establecidos y somos una potencia a nivel mundial. Pero la marca que estamos buscando va más allá del turismo. Hay otros ámbitos en los que Granada puede ser líder. Eso tiene que englobarlo una marca y, posiblemente, esa sea Granada. Pues trabajemos con esa marca y su estrategia, pero la única receta de éxito es hacerlo de forma coordinada. Todas las instituciones comprometidas para trabajar honestamente coordinadas para el progreso y el futuro de Granada. Si no, serán liebres corriendo cada una por su lado.
P. ¿Sigue sin tener ninguna aspiración política?
R. Creo mucho en la política económica, que es a la que me dedico y en la que tengo mi vida. Realmente, no me planteo la política. Siempre me lo han preguntado y hay veces que... Pero se puede colaborar también mucho con tu provincia y tu país desde la parte en la que estoy y que es la potenciación de los sistemas económicos, porque soy de los fieles convencidos que potenciando a la empresa, potenciamos a la sociedad.
P. ¿Quién te ha hecho sufrir más en los últimos meses, la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, o el Granada CF?
R. El Granada me tiene matado. Lo de Yolanda lo tengo ya asumido. Esa visión que tiene la vicepresidenta del Gobierno de no apoyar o no creer en la empresa privada no la comparto y me hace sufrir mucho, pero, desgraciadamente, este año el Granada, más. El baloncesto también me da mis malos ratos, pero también me da buenos, y estamos ahí. Pero en el fútbol ha sido muy triste ver el equipo deambular así. Para mí es muy triste porque lo llevo muy profundo y tú lo sabes. Y, desgraciadamente, lo que hay que hacer ya es pensar en hacer el mejor equipo para el año que viene y resetearnos.