Germán Crespo: "Hay personas en el club que no le vienen bien al Granada"

El que fuera entrenador del Recreativo señala la presión que recibió para que alineara a determinados futbolistas "cuando no estaban capacitados" para la categoría

German Crespo en Granada
Germán Crespo posa sonriente en la redacción de GranadaDigital | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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La conversación con Germán Crespo (Granada, 1975) fluye hasta romper el guion, a pesar de que un viaje para conocer la metodología de trabajo del Eibar le ha dejado la garganta tocada. El técnico visita GranadaDigital para analizar el encuentro de este domingo entre el club de su vida y el Córdoba, pero el relato de su paso por la entidad rojiblanca horizontal deja el choque en un segundo plano. De sus palabras, que rezuman fútbol de máxima pureza, emana una experiencia que le permite comprender buena parte de la fortuna que acompaña a la entidad nazarí recientemente. Asumió con entusiasmo los mandos de un Recreativo desahuciado, incluso con la ilusión planteada en las negociaciones de que surgiera la posibilidad de dirigir al primer equipo, pero acabó desmotivado, casi defraudado. "Cuando estás en un Granada, en un filial, y deseas que acabe por ciertas personas, te deja mucho que desear", lamenta.

Pregunta: Cuando le llegó la propuesta del Recreativo, ¿llegó a pensar que podía vivir en el Granada algo similar a su experiencia en el Córdoba?

Respuesta: Si te digo lo contrario, te engañaría. Y, de hecho, todos saben la situación que tenía el filial. Cuando me dicen de coger al equipo, tenía diez puntos y sabía que era muy difícil por lo que veía. Sabía que había una plantilla que no era para competir bien en Primera RFEF. Lo que pasa es que a mí se me llama y se me comenta que se va a reforzar el equipo. Además de eso, tengo una llamada de Alfredo (García Amado), que precisamente me dice lo que yo quería escuchar: que si el primer equipo no saca resultados, la posibilidad de poder subir estaba ahí. A ver, llegué al filial y de los primeros diez partidos, sacamos dos o tres empates, así que sé y entiendo que subir a un entrenador del filial sin resultados es complicado. Hubo un cambio de técnico y siguieron los mismos resultados. Yo tenía la esperanza, por cómo estaba el primer equipo, de poder dar el salto, porque soy de Granada y me dolía esto. No llegó y no tengo nada que reprochar por eso, porque esto va de resultados. Todo el mundo, por todos los campos donde íbamos con el filial, te decía que el equipo jugaba muy bien y tiene una propuesta muy buena. Perdíamos por detalles. El primer partido en Mérida, en el minuto 94 por un penalti dudoso. En Murcia, lo mismo. En casa, perdimos con el Ceuta por un error defensivo del portero… Se nos fue una serie de puntos con los que, a lo mejor, podría haber llegado a dar el salto también.

P.: Entonces, Alfredo García Amado llegó a plantear esa posibilidad.

R.: A Alfredo le conozco de mi etapa de Córdoba. Él viene en busca de mí, por su colaboración con una empresa de representación. No firmó con esa empresa y él habló conmigo. Me imagino que el director de cantera y el director deportivo de la cantera le transmitirían que tenía muchas dudas, porque yo sabía que era descender con un equipo, tener un descenso en tu currículum. El propio Alfredo me llama tres o cuatro veces y me dice que es una oportunidad para mí, que estoy en mi club, que el Cacique (Medina) había tenido resultados malos, no se había visto un cambio radical con el equipo y que esa posibilidad existía.  Pero es entendible que dar el paso de subir desde el filial cuando no estás teniendo buenos resultados es complicado.

P.: Si no llega a existir ese intercambio de llamadas en el que aparece esa posibilidad, ¿habría firmado?

R.: En todos los años que he estado en Tercera, siempre se ha hablado de la posibilidad de entrenar al filial y, de hecho, el único año que no entreno fue por esperarlo, ya que se hablaba de que existía la posibilidad. Por esperar, las dos o tres ofertas que tenía de Tercera de aquí de Granada decidieron firmar a otro entrenador. Yo tengo claro que para todo lo que sea llamarme el Granada voy a estar siempre ahí. Empecé con cinco años hasta los 17 que me fui a Madrid. Luego me vine del Madrid, debuté en el Granada en Segunda B y una lesión me hace que no pueda continuar creciendo con el club. Siempre que el Granada esté ahí, yo voy a estar. Pero tenía dudas, porque tuve ofertas para salir de la provincia y tenía una situación personal complicada. Mi mujer, que era la máxima implicada, me dijo que, por lo menos, no estaríamos siempre pensando en lo mismo, que ya saldrían los resultados pero que iba a estar entretenido e iba a hacer lo que me gusta. Por ambas cosas, la posibilidad de coger al primer equipo y por no pensar en lo mismo, acepté. Si me llaman el año que viene, seguro que estaría.

Germán Crespo analiza el encuentro entre el Granada y el Córdoba | Foto: Antonio L. Juárez

Germán Crespo analiza el encuentro entre el Granada y el Córdoba | Foto: Antonio L. Juárez

 

P.: ¿Cree que lo que pasó con el filial fue un fallo de planificación en verano?

R.: Total -afirma con rotundidad-. Es verdad que hay un parón ahí, como este año. Que si había venta, que no había venta… Eso hace que la gente joven decida ir a otro equipo. A mí también me hablaba el cuerpo técnico de que el día 10 de agosto estaban entrenando 8 o 9 jugadores porque no había más. Si ocurre eso en una primera RFEF está claro que mal empiezas. A eso se le une que la confección de la plantilla tenía sus limitaciones. Había gente muy joven y en esa categoría es complicado. Creo que se firmaron jugadores por firmar, con contratos muy largos, de varias temporadas e importantes cuando no eran futbolistas para ello. Las primeras jornadas no podía trabajar tampoco porque al Cacique le gustaba llevarse 8, 9 o 10 jugadores que no utilizaba prácticamente y el club lo permitía. Tú llegas con una serie de automatismos y conceptos, pero no los puedes trabajar porque no tienes plantilla. Sin embargo, Sandoval me decía que le mandara al que no iba a utilizar, porque los que tenían que sacar eso eran los jugadores del primer equipo. A partir de ahí se vio la mejoría que tuvo el Recreativo, que fuimos capaces de ganarle al Córdoba cuando se estaba jugando el primer puesto, al Recreativo de Huelva cuando se estaba jugando el playoff, al San Fernando que prácticamente lo descendimos nosotros, al Atlético Madrid… De los últimos siete u ocho, el equipo gana cinco o seis. Se hicieron muchísimas cosas mal para que el equipo no mantuviese la categoría.

P.: ¿Se veía condicionado por el Cacique Medina o por alguien del club para hacer las alineaciones en ese contexto?

R.: Por el club no. Yo quiero diferenciar lo que es el club del coordinador de cantera, en este caso Luis Aragón. Pasamos de hacer dos reuniones semanales a, cuando vieron que conmigo la posibilidad de hacer alineaciones no estaba, que se terminaran. Del primer equipo, ni el director deportivo ni Alfredo me han dicho nunca ‘tienes que poner a este o no’. Ahora, la gente del filial sí quería que apostara por los jugadores que ellos habían traído, cuando yo les comentaba que no estaban capacitados para jugar en un filial y menos, en Primera RFEF.

P.: ¿Cómo era su relación con el resto del club?

R.: Buenísima. Me lo pusieron muy fácil cuando llegué, porque conocía al cuerpo técnico, a fisios, trabajadores del club… El médico, Manolo Arroyo, fue fisio mío en el Granada. Me facilitaron todo. Fue una de las cosas que, recién firmado, le comentaba a mi familia. "Qué alegría poder trabajar así", le decía. Pero hay personas en el club que no le vienen bien al Granada.

P.: Termina la temporada y el club comunica que no continúa. ¿Esperaba una propuesta para continuar?

R.: En los tres últimos meses, a voz pópuli por la Ciudad Deportiva, iba diciendo que no quería continuar en el club, a pesar de que estaba en mi casa y de que me hubiese encantado por la posibilidad de estar en un primer equipo pasa por estar en un filial, por cómo se mueve el fútbol ahora. Pero había personas en el club con las que no se podía trabajar. Era todos los días un problema, unido a los que tenía cuando no podía entrenar con la plantilla. Yo entendía al Cacique si necesitaba a 10, como si eran 20, pero para utilizarlos. Yo se lo comunicaba al club y la gente que tenía que solucionarlo no lo hacía. Incluso, era tema de risa entre jugadores de la primera plantilla. Veía a mis futbolistas haciendo un rondo cuando nosotros estábamos en el campo de al lado. Sandoval llegaba por la mañana, cuando lo teníamos todo preparado, y si necesitaba a tres o cuatro jugadores se los llevaba de mi campo, pero los utilizaba. Todas esas cosas hacían que te sintieras incómodo a pesar de que trabajar en esa ciudad deportiva es espectacular y también hacerlo en un club como el Granada, que lo tiene todo para poder trabajar bien salvo por ciertas personas.

"La gente del filial quería que apostara por jugadores que había traído, cuando yo les comentaba que no estaban capacitados"

P.: ¿Cuando firmó se le hizo referencia a que algunos jugadores tuvieran que tener cierto desarrollo, o tal vez incluso el objetivo de salvar la categoría?

R.: No, no se me dice nada. Pero luego con los hechos se vio. Tuve dos reuniones con el director deportivo del filial en las que se me dice que se va a reforzar al equipo, que van a venir cinco o seis fichajes, y a las dos semanas de estar en el club me dicen que no. Salvo Estacio, que sí vino a la semana, Fayé no pudo jugar en tres meses por los papeles; vino Paco Cantal con un problema familiar, con una enfermedad de su madre que, desgraciadamente, falleció hace poco; viene un jugador uruguayo en un paquete con otro futbolista del primer equipo -entró en la operación Pellistri- que había estado tres meses parado… Eso no son refuerzos para Primera RFEF. Tuvimos que subir a Oscar, que me gustaba mucho cuando lo vi en el juvenil. Creo que la mejoría en las últimas jornadas se da por su llegada, por la de Brau, que se recuperaba de una lesión grave… Eso hizo que el equipo tuviera algo más de potencial en la plantilla. No te dicen que tienes que poner a estos porque son por los que hemos apostado, pero, claro, si no te firman a nadie, intentan meterlos. ¿Qué pasaba? Que yo no lo hacía.

P.: ¿Consultaron con usted la llegada de alguno de esos jugadores?

R.: No. Sí lo de Xavi Estacio, porque era un jugador que yo conocía, pero es que me hablaban de un francés o un uruguayo que no sabía quiénes eran. A Paco Cantal sí porque es de Granada, pero venía de Tercera. De hecho, ahora no le están dando minutos. No eran fichajes para mejorar, sino para completar. Se me habla de ir metiendo en este caso a Adam Griger o más futbolistas que me decían que estaban para el primer equipo. Él ha acabado saliendo a otro club.

P.: Menciona a Oscar y a Brau. También trabajó con Rodelas y Pablo Sáenz, jugadores que ahora están con la primera plantilla. ¿Veía que ellos, quizás, sí podían llegar a dar el salto?

R.: Con Rodelas sí creo que se cometió un error y se quiso ir demasiado rápido. Debuta en Primera y hace dos buenos partidos, pero la gente lo llega a comparar con Bryan. Eso perjudicó al club y, sobre todo, al propio chaval. Ahora, cuando parecía que ya le iban a traspasar, no ha debutado todavía en Segunda. Con Brau lo dije el día que debutó con el filial, porque me transmitía cosas. Tuvo una recaída de su lesión, pero ya le conocía de su etapa en el Talavera, al que me enfrenté con el Córdoba, y era un futbolista al que veía para estar en la plantilla del filial, sí o sí. Oscar es un jugador al que le da igual la categoría en la que esté. Lo hacía bien en el juvenil, debutó conmigo y es titular indiscutible, cuando lo ha hecho en pretemporada con el primer equipo lo ha sido… Si se le da la oportunidad de jugar en Segunda, es bueno. Evidentemente, tiene muchas cosas que mejorar, pero si se trabaja bien sobre todo en el vuelo, el juego aéreo, tiene velocidad, buena salida de balón y buen desplazamiento. Es completo. Está claro que el salto de juvenil a Segunda es grande, es un jugador de futuro seguro. Y a Pablo, que era de quien menos esperaba que pudiera dar el salto, se le ha dado la oportunidad. Tiene muchísima calidad. Para mí, de superior categoría en cuanto a calidad, pero le faltaba regularidad. Cuando se le ha dado la oportunidad siempre va al máximo y esa regularidad seguro que la tiene en el primer equipo.

"Con Rodelas se cometió un error; para tener continuidad, se necesita más"

P.: Llama la atención lo que menciona de Rodelas. Entiende, entonces, que el proceso que se está siguiendo ahora es el adecuado.

R.: Es un jugador muy vistoso, que por su velocidad cuando sale, si tiene la suerte como el día que debutó de dar la asistencia, parece que tenemos otro Bryan. Pero yo se lo decía al chaval, que no escuche lo del exterior porque le puede perjudicar. Y así fue. El que está en el día a día, al final ve si ese salto que tiene que dar de categoría le puede llegar. En un partido o dos te puede sorprender, y ser el mejor en los dos, pero para darle una continuidad se necesita más. Se hizo por cómo estaba el club, el primer equipo, por intentar desviar la atención hacia otras cosas, y a él le perjudicó. Evidentemente, puede ser un buen futbolista para el Granada a largo plazo, pero sin confundirnos. Lo mismo que digo lo de Oscar, digo lo de Rodelas. Hay que ir tranquilo. Creo, porque hablé con el chico, que al final será un jugador que habrá que ceder a un Primera RFEF para que demuestre cosas y luego vuelva al Granada. Ojalá me equivoque y tenga la oportunidad de jugar el domingo, o el siguiente fin de semana, y se haga con un puesto en el primer equipo. Cualidades tiene para ello, pero hay que ir tranquilo con eso.

P.: Tras todo lo que ha vivido, ¿cuál es su percepción del club a día de hoy?

R.: El club tiene una estructura buenísima para todo. Por ciudad deportiva, porque yo llegaba a las ocho de la mañana y salía a las cuatro o las cinco de la tarde y lo tienes todo; convives con el primer equipo, que está como pueden estar un Madrid o un Barcelona… El problema que tiene el club es que hay muchas cabezas visibles pero cuando sucede algo, nadie lo soluciona. Yo no tenía jugadores, lo estaban viendo y tú, al hablar con uno, te decía que tenía que ser Matteo, pero él te aseguraba que debía ser otro… Eso es lo que pasa dentro del club. Yo me enteraba por la prensa de que el primer equipo se llevaba a jugadores míos convocados. Le preguntaba al que siempre me comunicaba, que era Luis Aragón, y le echaba la culpa a otra persona. Para una estructura como la del Granada, debe haber un máximo responsable cuando pasa algo. No he visto esa responsabilidad y al final nadie te solucionaba la papeleta.

P.: ¿Con qué experiencia se queda: la de Córdoba o la de Granada?

R.: Son distintas. En Córdoba, no empecé bien en el filial. Fue el año de la pandemia, venían jugadores que prácticamente no habían entrenado en dos o tres meses y al equipo le costó sacar resultados. Había buen juego, pero no se ganaban los partidos. Luego subí al primer equipo, viví un año espectacular en todo, en el que solo era ganar, ganar y ganar. La dirección deportiva me decía que disfrutara porque eso, por desgracia, no es así siempre, y no me di cuenta hasta que salí del club. No disfrutaba de eso porque lo veías como normal. Estoy encantado de mi etapa. En Granada, al mes no me encontraba bien. Por eso, cuando el club me comunica que no iba a continuar, si seguía esa persona, no quería seguir, porque es con quien tienes que hablar o con quien tienes que solucionar un problema cuando lo hay. En el momento en el que dejé de hacer lo que él quería, a mí no me hablaba ni me saludaba. Era complicado. Fueron seis meses donde tuve la suerte de convivir con muchas personas y vivir muchas cosas buenas. A mí el escudo del Granada me da mucho y lo ha hecho toda la vida, pero es un tiempo en el que estás deseando que termine. Eso no me ha pasado en los 18 años que llevo trabajando, nunca. Al revés, he estado deseando que empiece la siguiente temporada o de que no acabe esta. Cuando estás en un Granada, en un filial, y estás deseando que acabe por ciertas personas, te deja mucho que desear.

"Alfredo García Amado me dijo que la posibilidad de subir al primer equipo estaba ahí"

P.: ¿Tiene ya en el horizonte algún proyecto?

R.: En verano ya hubo ofertas de Primera RFEF y Segunda RFEF. Lo que pasa es que mi agente y yo decidimos esperar. Tuvimos muchas reuniones con clubes importantes, pero al final se deciden por otro entrenador. Sabemos cómo es esto y que en seis o siete jornadas, los clubes se empiezan a poner nerviosos. Decidimos esperar. Ya ha habido contactos de clubes de Primera RFEF, pero dependes de un resultado. Evidentemente, tengo ya mono. Cuando estás descansando, estás bien, pero cuando empiezas a ver partidos o hueles el verde, estás deseando coger algún banquillo. Tengo la tranquilidad de estar en casa y disfrutar un poco de la familia, aunque a partir del viernes ya me pierdo y no me ven hasta el lunes porque voy a ver encuentros. Espero que pronto llegue una oferta porque no es lo mismo coger a un equipo como lo hice el año pasado que hacerlo ahora, con margen de trabajar y mejorarlo, que se pueda conseguir el objetivo que se haya marcado.







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